Javier Marías rinde homenaje en este libro a uno de los novelistas contemporáneos que más admiraba: Vladimir Nabokov. Su intención era conmemorar a un escritor con el que se sentía en deuda literaria y animar a los lectores a que lo busquen con más frecuencia.
Marías nos cuenta, por ejemplo, que un día de 1950 la mujer de Nabokov, Véra, logró detenerlo cuando se disponía a quemar los primeros capítulos de Lolita, agobiado por las dudas y las dificultades. También que le molestaba mucho que le atribuyeran influencias, fueran de Joyce, Kafka, Proust o de Dostoyevski. Y que los mayores éxtasis los experimentó a solas: cazando mariposas, creando problemas de ajedrez, traduciendo a Pushkin y escribiendo.
Como si se tratara de un acto de magia verbal que transforma la realidad desde sus engranajes más profundos, El abc de Byobu juega con la figura del «biombo» (que en japonés comparte raíces con «pantalla» y «viento») para reflexionar sobre lo cotidiano. Como señala Luis Felipe Fabre, «Byobu, más que un personaje, es un estado de conciencia».
La premio Cervantes uruguaya Ida Vitale construye un universo vasto y cálido que cobra vida en la imaginación del lector.
Dwight es un hombre con un sórdido trabajo de detective privado y un montón de recuerdos de emociones que podrían haber sido amor y de las múltiples maneras en que la fastidió. Dwight daría lo que fuera por salir del infierno gris y entumecido en que se ha convertido su vida. entonces, de repente, un día regresa su recuerdo más vívido y sangranteregresa Ava.
Este volumen reúne la obra periodística de Mariana Enriquez. Propulsada por su potente estilo, escribe sobre algunos de sus ídolos y fetiches en ámbitos como la literatura y la música, además de abordar también aspectos de su propia vida.
Encontramos en estas páginas desde una entrevista delirante con el legendario Charly García hasta un texto sobre la fijación de los viandantes bonaerenses con el escote de la autora.
Agudas piezas personales sobre sus inicios como escritora, la primera vez que la llaman «señora», la decisión de no ser madre o la fascinación por el erotismo homosexual conviven con espléndidos retratos de escritores como Bram Stoker, Mary Shelley, Lovecraft, Bradbury, Le Guin, Ballard, Richard Matheson o Neil Gaiman.
Doce cuentos en los que lo terrorífico se infiltra en lo cotidiano. Doce relatos perturbadores que llevan el género de terror a una nueva dimensión.
Una niña desentierra en el jardín unos huesos que resultan no ser de un animal; la bucólica escena veraniega de unas chicas que se bañan en un paraje natural acaba convertida en un infierno de celos de inquietantes consecuencias; un mendigo despreciado siembra la desgracia en un barrio pudiente; Barcelona se transforma en un escenario perturbador, marcado por la culpa y del que es imposible escapar; una presencia fantasmal busca un sacrificio en un balneario; una chica siente una atracción fetichista por los corazones enfermos; un rockero fallecido de un modo atroz recibe un homenaje de sus fans que va más allá de lo imaginable; un chico que filma clandestinamente a parejas haciendo el amor y a mujeres con tacones altos caminando por las calles recibe una propuesta que le cambiará la vida.
En los doce soberbios cuentos que componen este volumen Mariana Enriquez despliega todo un repertorio de recursos del relato clásico de terror: apariciones espectrales, brujas, sesiones de espiritismo, grutas, visiones, muertos que vuelven a la vida... Pero, lejos de proponer una mera revisitación arqueológica del género, reelabora ese material con una voz propia y radicalmente moderna. Tirando del hilo de la mejor tradición, la lleva un paso más allá, con historias que indagan en lo siniestro que se agazapa en lo cotidiano, despliegan un turbio erotismo y crean imágenes poderosísimas que dejan una huella indeleble.
Quienes descubrieron a Mariana Enriquez con Las cosas que perdimos en el fuego tienen ahora en sus manos un libro anterior, en el que ya aparece perfectamente dibujado el universo de una escritora que conecta con maestros modernos de la literatura de terror como Shirley Jackson, Thomas Ligotti o su compatriota Cortázar. Enriquez se asoma a los abismos más recónditos del alma humana, a las soterradas corrientes de la sexualidad y la obsesión...
Medea me cantó un corrido es la deslumbrante nueva obra de Dahlia de la Cerda, tras el éxito apabullante obtenido en México con Perras de reserva y Desde los zulos. La autora crea un paisaje literario único, característico de su estilo original, donde las protagonistas se enfrentan a situaciones límite, inmersas en un fuego cruzado entre la violencia del crimen organizado, el Ejército y los conflictos de padres, familias o parejas provenientes de estos entornos. Sin embargo, como dice una de ellas parafraseando a Sartre: «No somos lo que hicieron de nosotras, sino lo que hacemos con lo que hicieron de nosotras». Por fortuna, en esta ocasión contarán con la ayuda de Medea, el personaje mitológico, que aparecerá «toda vestida de negro, con unas trenzas africanas muy perritas» para auxiliar a las protagonistas, ya sea en abortos o en el término de relaciones abusivas similares a la que ella vivió con Jasón. En estas páginas conviven situaciones delirantes y sumamente divertidas que discurren en compañía de una banda sonora de fondo plagada de corridos tumbados, cumbias, y ritmos de perreo. Dahlia de la Cerda se sirve de un lenguaje propio, música y humor negro para compartir con sus lectoras la existencia de las memorables protagonistas que habitan esta historia.
La fascinante historia de dos hermanas cuyas vidas se ven transformadas por la aparición de una enigmática criatura del bosque.
Sam y Elena sueñan con una vida diferente, muy lejos de la idílica isla de San Juan en la que nacieron y en la que las dos hermanas no hacen más que trabajar para sacar adelante a su madre enferma. Sam sirve cafés en el ferry que lleva a los ricos del continente a sus casas de vacaciones mientras Elena es camarera en el club de golf local, y ni siquiera juntas ganan lo suficiente para mantener a la familia a flote. Hasta que un día se produce la más insólita aparición: un enorme oso empieza a rondar la casa familiar. Sam, asustada, está más convencida que nunca de que es hora de abandonar la isla. Pero Elena reacciona de manera muy distinta ante la imponente fiera: fascinada por su presencia, empieza a cuestionar sus antiguos sueños de huida, algo que aterra a Sam mucho más de lo que cualquier bestia fabulosa pueda hacerlo. Tras el éxito de su primera novela, La desaparición, Julia Phillips, una de las autoras jóvenes más celebradas de la literatura estadounidense en los últimos años, retorna con Oso, una fábula moderna que nos habla de fraternidad, desigualdad social y de la enigmática relación que mantenemos con la naturaleza. Una obra cautivadora e imaginativa sobre los delicados lazos que unen a las hermanas, el misterio de los afectos y las obsesiones que nos atrapan hasta dominarnos.
Un retrato emocionante de una de las mejores cuentistas argentinas.
La escritora argentina Silvina Ocampo es una de las figuras más exquisitas, talentosas y extrañas de la literatura en español. Hija de una familia aristocrática, autora de libros que, al decir de Roberto Bolaño, parecen provenir de «una limpia cocina literaria», en torno a ella se han urdido mitos que envuelven no solo su obra, revalorizada con entusiasmo en los últimos años, sino también su vida privada: la particular relación que tenía con su marido, Adolfo Bioy Casares; su cambiante y chismosa amistad con Jorge Luis Borges, que cenaba cada noche en su casa; sus presuntos romances con mujeres, como la poeta Alejandra Pizarnik o la madre del propio Bioy; sus perturbadoras premoniciones; sus ambiguos conflictos con la olímpica Victoria Ocampo, su hermana mayor.
En este compendio está reunido el proyecto monumental de Ricardo Piglia, los tres volúmenes de Los diarios de Emilio Renzi. Escritor y alter ego que aparece y reaparece en sus novelas, fugazmente o con mayor protagonismo, surge de un juego de espejos que arranca del nombre completo del autor: Ricardo Emilio Piglia Renzi.
La publicación de estos diarios fue aclamada tanto por crítica como por lectores. Tras una espléndida trayectoria, que incluye novelas, cuentos y varios volúmenes de ensayos imprescindibles, Ricardo Piglia volvió la vista atrás y rescató los diarios escritos a lo largo de más de medio siglo, entre 1957 y 2015, a los que también incorporó algunos textos directamente vinculados a ellos.
Una noche, en medio de una rave ilegal en una casa de campo de Yorkshire, un joven es agredido de forma brutal con un lingote de oro. ¿Qué hace allí un grupo anarquista radical? ¿Qué relación tiene con los hechos el banquero propietario de la finca? ¿Quién es el agresor y cuáles sus motivos? ¿Y qué hace un lingote de oro ahí abandonado como si no tuviese valor alguno?
Este incidente y las preguntas que desencadena son el punto de partida del reportaje que escribe Hannah, una joven periodista freelance de izquierdas que anda con el agua al cuello. Sin embargo, el revuelo que genera el texto —pronto convertido en serie de televisión— va a cambiar su suerte, y también la de la famosa y polémica columnista conservadora Miriam «Lenny» Leonard, contraria a todo lo que huela a woke y a discriminación positiva, en horas bajas tras el fiasco de su primer libro.