En su dedicatoria a la reina Isabel, Pulgar define con claridad el propósito de su galería de retratos, dejando clara la raigambre clásica de su inspiración: «Yo, muy excelente reina y señora, criado desde mi menor edad en la corte del rey, vuestro padre, y del rey don Enrique, vuestro hermano, movido con aquel amor de mi tierra que los otros hobieron de la suya, me dispuse a escribir de algunos claros varones, perlados y caballeros, naturales de vuestros reinos, que yo conocí y comuniqué, cuyas hazañas y notables hechos, si particularmente se hobiesen de contar, requería hacerse de cada uno una gran historia. Y por ende, brevemente, con el ayuda de Dios, escribiré los linajes y condiciones de cada uno y algunos notables hechos que hicieron, de los cuales se puede bien creer que en autoridad de personas y en ornamento de virtudes y en las habilidades que tovieron, así en la ciencia como en las armas, no fueron menos excelentes que aquellos griegos y romanos y franceses que tanto son loados en sus escrituras»
George Sand y Gustave Flaubert se vieron por primera vez el 30 de abril de 1857. Fue en el foyer del teatro del Odéon de París: un apretón de manos y, posiblemente, unas palabras corteses sellaron el encuentro. A ese encuentro siguieron, en septiembre del mismo año, unas páginas en el Courier de Paris que declaraban públicamente la admiración de Sand por Madame Bovary. Y muy poco más, en esos años: apenas un encuentro documentado, en 1859, en el cuarto piso del nº 2 de la rue Racine, vivienda parisina de Sand en ese tiempo. Hasta ese momento, cualquiera -y, para empezar, los dos protagonistas mismos- podría pensar que la relación entre ambos era de carácter literario, en cualquier caso social, cortés y nada personal o íntima. Tras leer las cartas que se intercambiarían en los trece años siguientes descubrimos que la realidad fue después casi la inversa: Sand y Flaubert casi nunca coincidieron en lo literario, pero sus sentimientos no dejaron de acercarlos.
«La mentira es el único privilegio del hombre sobre todos los demás animales.» Considerada por la crítica como la primera obra maestra de Dostoivski, Crimen y castigo es un profundo análisis psicológico de su protagonista, el joven estudiante Raskólnikiv, cuya firme creencia en que los fines humanitarios justifican la maldad le conduce al asesinato de una usurera, Pero, desde que comete el crimen, la culpabilidad será una pesadilla constante con la que el estudiante será incapaz de convivir. La presente edición de una de las obras más importantes de la literatura universal cuenta con la célebre traducción de Rafael Cansinos Assens, revisada y modernizada para la ocasión. Asimismo, viene acompañada de una introducción de David Mcduff, traductor y crítico literario especialista en la obra del autor.
Crimen y castigo es una de las novelas psicológicas de Dostoievski. Su argumento gira en torno a un joven estudiante que no encuentra otra solución para aliviar su pobreza que matar y robar a una vieja usurera. La novela está estructurada sobre un tema ético: el fin no justifica los medios. Se asiste así a un complicado proceso mental durante el cual el estudiante elabora meticulosamente su crimen, sin pensar en las consecuencias directas y materiales que le pueda reportar. Únicamente al final y a través del amor, le llegará el arrepentimiento redentor.
Cuentos completos reúne un total de setenta piezas,de las cuales siete eran inéditas hasta ahora en nuestra lengua. Asimismo,a cada relato corresponde una sucinta nota editorial, anexos que completamos,cerrando el tomo, con los prefacios que el propio autor compuso para Cuentos del Club del Folio Club y Cuentos de lo grotesco y lo arabesco y los escritores de su coetáneo y principal valedor europeo, Charles Baudelaire.