Es una opinión casi unánime entre la crítica que "La Quimera" inicia o, al menos, consolida un cambio de rumbo en la manera de novelar de Emilia Pardo Bazán, caracterizado por los análisis psicológicos minuciosos, el interés por el esteticismo, las tendencias espiritualistas, la apertura al mundo del misterio y la irracionalidad, la defensa del Ideal contra la Razón o el estilo poético e impresionista, entre otros aspectos de notable interés. Inspirada en personajes y sucesos del Madrid reciente, "La Quimera" parte de un fondo autofictivo para construir una sátira social y en palabras de su propia autora "estudiar un aspecto del alma contemporánea" por medio del arte literario.
A mediados del s. XIII el monarca noruego Hákon Hákonarson promovió una actividad cultural sin precedentes en las tierras del norte con la intención de introducir las formas y modales cortesanos europeos en su país y emular a los soberanos de los reinos del sur del continente. Fruto de aquella política artística y cultural, fueron las traducciones y adaptaciones a la antigua lengua nórdica de obras ampliamente divulgadas en las cortes europeas. Producción característica de aquel período son las llamadas “sagas de caballeros” o riddarasögur, basadas algunas de ellas en traducciones de textos de procedencia francesa, mientras que otras son obras de origen islandés salpicadas de elementos autóctonos nórdicos y otros de origen extranjero.
Al primer grupo pertenece la versión de la celebérrima leyenda de Tristán e Iseo que en 1226 llevó a cabo cierto hermano Roberto por indicación del propio Hákon. Basada muy probablemente en el roman de Tristan de Thomas, poeta normando de la corte de Enrique II de Inglaterra, la Saga de Tristán e Iseo nos describe el infausto y atormentado amor de unos jóvenes que no son sino juguetes en manos de un destino cruel y caprichoso.
La saga destaca por su estilo elegante, en ocasiones recargado y típicamente cortesano, así como por la presencia de elementos compartidos por otras “sagas de caballeros” y por las llamadas “de los tiempos antiguos”, ya conocidas por los lectores de esta colección.
Otros libros de Anónimo
Última obra teatral escrita en solitario por William Shakespeare (1564-1616), "La tempestad" pertenece a la serie de piezas de este autor que funden el ámbito de lo real con lo mágico y lo maravilloso. La trama gira en torno a Próspero -duque y mago, quien, traicionado y depuesto, tiene que exiliarse, con su hija Miranda, en una isla desierta en la que pasará doce años- y su relación con el genio Ariel y el bestial Calibán, personajes todos que se cuentan entre las grandes creaciones del dramaturgo. El examen de la relación entre realidad y ficción -«estamos tejidos de idéntica tela que los sueños»-, así como entre el hombre y mago y las criaturas a las que libera, pero también somete, otorgan a esta obra un lugar entre las más universales del autor inglés.
Una experiencia personal del propio Tolstói fue la inspiración para La tormenta de nieve, que vio la luz en 1856 en la revista El contemporáneo. Una ventisca sorprende a un viajero y su cochero en la estepa rusa y les aparta de su camino. Cuando el cochero decide volverse, el viajero se une a una caravana en la que conocerá a una serie de variopintos personajes. Una obra temprana del gran autor ruso que, en su brevedad, aborda temas como la superación de obstáculos, la vanidad o la búsqueda de reconocimiento.
La Venecia de las olvidadas es una antología de escritos de auto- ras británicas y norteamericanas de la segunda mitad del s. xix dedicados a la ciudad de los canales. El objetivo de esta antología es recuperar, reivindicar y difundir a dieciséis escritoras ajenas al canon pero que tuvieron una presencia destacada en el pano- rama literario, artístico y cultural de la época (donde gozaron de reconocimiento y popularidad) y que además establecieron entre sí lazos intelectuales, sociales y de amistad, siempre siguiendo el hilo conductor de Venecia. Los distintos bagajes personales e intelectuales de las autoras hacen que cada texto tenga un foco de atención y estilo peculiares; pero, tomados en su conjunto, los fragmentos componen un rico mosaico de la Venecia del s. xix.
Y, como un espejo, la Venecia ochocentista nos devuelve el fiel reflejo de estas mujeres: de generaciones distintas, de regiones o naciones diversas, autoras consagradas o noveles, casadas unas con italianos, solteras otras, viudas... Algunas se dedicaron pro- fesionalmente a la literatura de viajes, varias fueron especialis- tas en historia e historia del arte, casi todas hablaban italiano con fluidez y más de la mitad leía y reseñaba libros franceses y alemanes. Ahora, a través de sus textos viajaremos a una Vene- cia antigua y a otra atemporal, y por sus callejuelas, patios y canales nos reencontraremos con la olvidada voz de sus autoras.
El argumento de esta obra es producto del interés reinante en la época de Verne por los grandes viajes. Para esta novela se inspiró en un anuncio de una agencia de viajes que ofrecía a sus clientes viajes turísticos alrededor del mundo. Los lectores podían identicarse con los protagonistas, puesto que ya era posible recorrer el mundo y disfrutar de un viaje. Esta proyección del lector hacia el personaje de Phileas Fogg es el componente principal para comprender el enorme éxito que supuso tras su publicación en 1873. Esta novela es, sobre todo, un relato de aventuras rebosante de situaciones divertidas y emocionantes que mantienen al lector entretenido del principio hasta el fin.