25 de noviembre de 1506. Un tipógrafo aparece muerto de forma violenta en una imprenta de Salamanca. El taller está revuelto y han desaparecido varios originales del célebre humanista Antonio de Nebrija. Este le encarga a su antiguo alumno, el pesquisidor Fernando de Rojas, que averigüe quién mató al cajista y recupere los manuscritos robados. La tarea no va a ser fácil, pues Nebrija cuenta con muchos detractores dentro del Estudio salmantino por sus numerosos enfrentamientos con otros catedráticos. Para colmo, el humanista será objeto de un proceso inquisitorial por haber osado enmendar la traducción latina de la Biblia. Esto hará que Rojas tenga que defenderlo ante el Santo Tribunal y plantar cara a los enemigos de la imprenta y de las nuevas ideas.
Ambientada en el fascinante mundo de las imprentas y librerías de comienzos del siglo XVI, con ella su autor ha querido rendir un apasionado homenaje al maestro Nebrija, haciendo de él un personaje inolvidable que seducirá a todo tipo de lectores.
Dos hermanos. Un oscuro secreto. Y el mayor imperio de perlas cultivadas en el Tahití colonial.
1890. Bastian y Hugo Fortuny parten a Tahití en busca de una oportunidad después de perder su trabajo como sopladores de vidrio en su Mallorca natal. Durante la travesía conocen a Laia Kane, la hija de un cónsul inglés corrupto en Menorca al que han desterrado a la isla de la Polinesia. Este encuentro marcará la vida de los hermanos Fortuny y de Laia para siempre.
1930. Denis Fortuny, el heredero del imperio de las perlas de lujo en Manacor, decide viajar a Tahití para averiguar el misterio que se oculta tras sus primeros años de vida.
Una historia épica de amor, superación, lazos familiares y secretos con el telón de fondo del Tahití colonial y el fascinante origen de las perlas cultivadas.
Primer volumen de la adictiva Serie Crave.
Una chica capaz de vencer al miedo. Un vampiro marcado por su oscuro pasado. Dos seres solitarios cuyos caminos se cruzan en el lugar más frío de la Tierra.
Mi mundo cambió en el instante en el que pisé el instituto Katmere. Aquí todo resulta extraño: la escuela, los alumnos, las asignaturas; y yo no soy más que una simple mortal entre ellos, dioses... o monstruos. Todavía no sé a qué bando pertenezco, si es que pertenezco a alguno, sólo sé que lo que parece unirlos a todos es su odio hacia mí.
Pero entre ellos está Jaxon Vega, un vampiro que esconde oscuros secretos y que no ha sentido nada durante un siglo. Algo en él me atrae, apenas lo conozco, pero sé que hay algo roto en su interior que de alguna manera encaja con lo que hay roto en mí. Acercarme a él puede significar el fin del mundo, pero empiezo a sospechar que alguien me ha traído a este lugar a propósito, y tengo que descubrir por qué.
Desde hace algún tiempo, Cristina y yo habíamos especulado con la posibilidad de hacer un trabajo en el que pudieran conjuntarse y dialogar sus textos con algunos de mis dibujos, y llegó el momento cuando apareció Conversaciones entre pájaros, los del bosque y los del alma, esos pájaros de su alma de afrodescendiente, consciente y orgullosa de esa herencia cultural híbrida que vive en sus versos y vuela en los esbozos de esos pájaros igualmente híbridos escondidos entre sus páginas.
Este libro urbano y contemporáneo juega con las formas y el lenguaje para dibujar el desasosiego de la rutina citadina. El tumulto de la juventud sacude cada página con sus males de amores, su incertidumbre, su esperanza desaforada, y su rebeldía frente a las presiones socioculturales. La ciudad de Bogotá aparece como testigo y cómplice, amparando a la narradora en sus desamores y retándola en las noches.
Poesía de tonos ágiles e intensos que hurgan / exploran la temporalidad de la existencia a través de imágenes que turban y descolocan al lector. Versos que construyen y deconstruyen un espacio de extrañamiento, donde toda exploración es posible en la medida en que las grietas de la memoria evoquen un fonema, porque cuando hay lenguaje no hay ausencia. Los textos de Lucía Orellana transitan / recrean parajes cercanos y lejanos, los captura con su voz fosforescente en la urgencia de atrapar lo que fue y lo que será.