¿Bastan un beso robado, un salto desde un tren en marcha, la sombra furtiva de una mujer, una borrachera de media tarde o las preguntas arriesgadas de una niña para conformar un mundo que tenga peso propio y cuente la vida entera? Si quien escribe es Alice Munro un simple adjetivo sirve para cruzar las fronteras de la anécdota y colocarnos en el lugar donde bullen los sentimientos y las emociones.
La gran autora canadiense nos sorprende de nuevo con Mi vida querida, una colección de cuentos en los que vemos a hombres y mujeres obligados a traficar con la duda, el dolor y la decepción sin más recursos que su humanidad.
Comienzos, finales, virajes del destino... y de repente, cuando creíamos que el relato llegaría a su obvia conclusión, Munro nos invita a dar otra vuelta de tuerca que cambia el fluir de los acontecimientos y emociona al lector, mostrando hasta qué punto esa vida cotidiana que tanto nos cansa puede llegar a ser extraordinaria.
Cierran el volumen unas páginas que Munro dedica a su propia infancia, unas notas espléndidas donde lo personal se funde con la ficción, pues, en palabras de la misma autora «la autobiografía vive en la forma, más que en el contenido».
Triunfo del esplendor verbal y el sabio arte constructor de Alejo Carpentier, El siglo de las luces es una de las grandes novelas en lengua española de nuestro siglo.
Carlos y Sofia viven en una delirante disciplina de deshoras que les lleva a acostarse con el alba, a comer cuando tienen hambre y a vagar por los pasillos donde se acumulan los muebles apolillados. Víctor Hugues se introduce en sus vidas y se hace indispensable para los adolescentes. Con él entrará la vida y las nuevas ideas del siglo XVIII.
A partir de entonces, Tarwater vive una íntima batalla entre su fe innata y las voces que le llaman a ser profeta, mientras Rayber trata de llevarle a un mundo más razonable y moderno. Lúcida y tormentosa, radical y sobrecogedora, la obra de Flannery O'Connor constituye una de las aventuras más intensas de la literatura de todos los tiempos.
Adiós, muñeca (1940), considerada por muchos la mejor obra de Raymond Chandier, es su segunda novela. El detective Philip Marlowe emprende la búsqueda apasionada de una cantante pelirroja, se ve envuelto en la escena de un crimen y debe desenredar un turbio asunto de deudas de juego. No tardará en descubrir que una costumbre ha arraigado en Los Ángeles: disparar primero y preguntar después. Esta edición reúne también los tres relatos pulp, publicados en las revistas Black Masky Dime Detective, que Chandier canibalizó para escribir la novela: «El hombre que amaba a los perros» (1936), «Busquen a la chica» (1937) y «El jade del mandarín» (1937).
Transcurre una apacible tarde de verano en Wentworth, Ohio. Como es habitual, en la soleada calle Poplar todo es normal: el chico de los periódicos los reparte en bicicleta, los niños juegan en las aceras, las barbacoas se preparan en los jardines y patios. Lo único extraño es la furgoneta roja que hay aparcada en una esquina. El misterioso vehículo no tardará en ponerse en marcha... y con él se desencadenará una atroz matanza. Cuando la noche caiga, los supervivientes del vecindario se encontrarán e n un mundo pavoroso donde cualquier cosa es posible, en particuIar la macabra posesión de las mentes y de los cuerpos.
El maestro del terror vuelve a ofrecer unas páginas electrizantes escritas en su mejor estilo. Siguiendo la tradición de Poe, Stevenson y Lovecraft, King nos abre la puerta de acceso a un mundo de horrores inimaginables.