Cuando su padre la obliga a asistir a una escuela de esquí, Alice sufre un grave accidente que la marcará para siempre. A su vez, Mattia, un niño reservado, carga con las fatales consecuencias de un acto que cometió poco tiempo atrás. La infancia ha causado en Alice y en Mattia esa clase de heridas que difícilmente cicatrizan, y que los abocan a una soledad devastadora durante su adolescencia. Sin embargo, en el momento en que los dos se encuentren, nacerá la amistad y sus vidas se entrecruzarán varias veces; en ocasiones, se sentirán estrechamente unidos. Alice se dedicará a la fotografía, y Mattia desarrollará su talento para las matemáticas. Y sin embargo, como esos números especiales conocidos como «primos gemelos», algo les mantiene irremediablemente «solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad», como piensa Mattia.
Después de años de colonización, la familia Girard acepta la controvertida decisión de su país, Francia, de ceder a España en 1763 parte de las indómitas tierras del Misisipi; sin embargo, sufrirá las consecuencias de las rebeliones de sus compatriotas contra los españoles, la guerra de norteamericanos contra ingleses por la independencia de los Estados Unidos y la lucha desesperada de los nativos indios por la supervivencia de sus pueblos. En unos tiempos tan convulsos, Suzette Girard e Ishcate, indio de la tribu kaskaskia, librarán su propia batalla: preservar su amor de las amenazas del mundo que les ha tocado vivir. Todo ello conforma una novela cautivadora y monumental que atraviesa las cuatro décadas en las que España poseyó las legendarias tierras de Luisiana.
En los dieciocho relatos antologados en Historias de amor, Adolfo Bioy Casares explora el tema de las relaciones amorosas a través de una gran variedad de situaciones y argumentos. Encontraremos aquí la proyección de una mujer en la memoria de dos rivales, el destino de un hombre que pierde lo que tiene sin conseguir lo que desea, la sorpresa vinculada a los comienzos de un romance, la defensa de la intimidad por medio del crimen o el reencuentro de dos amantes al cabo de cien años de hibernación.
Con una mezcla encantadora de fantasía, humor y humanidad, los textos alzan un espejo ante el sentimiento universal del amor, al tiempo que pintan experiencias vívidas y concretas.
En los catorce relatos de Historias fantásticas se encuentra concentrado el talento de Adolfo Bioy Casares para combinar el género fantástico, los juegos literarios y la observación de lo cotidiano. Las narraciones incluyen planteamientos tan intrigantes como la posibilidad de detener el tiempo para alargarle la vida a una enferma terminal, la proyección del recuerdo de una mujer muerta en la memoria de su enamorado o el viaje de un aviador a un realidad paralela mediante unas extrañas maniobras.
Con cuentos que han hecho historia en la literatura hispanoamericana, como «La trama celeste», «El perjurio de la nieve» o «El lado de la sombra», el conjunto sigue siendo un festival de inteligencia, imaginación y maestría narrativa.
En esta verdadera obra maestra, Stefan Zweig nos deleita con la narración de algunos momentos decisivos que han marcado el devenir de la historia y que nos ayudan a comprender nuestro presente. Personajes como Cicerón, Dostoyevski o Napoleón se enfrentan a las adversidades y toman decisiones sublimes sin las que nuestro mundo sería diferente.
Momentos estelares de la humanidad aúna un estilo dotado de una belleza deslumbrante con reflexiones profundas que nos muestran a un gran conocedor de la naturaleza humana y uno de los grandes escritores del siglo XX.
Clare Cosi es la encargada de la histórica cafetería Village Blend de Nueva York. Vive feliz junto a su gata Cafelito en un apartamento justo encima de la cafetería. Pero todo da un giro inesperado cuando descubre en la trastienda el cuerpo de la subencargada del negocio rodeado de posos de café. Al no encontrar indicios de violencia, la policía concluye que se trata de un accidente, pero Clare no opina igual. Ella piensa que algo se cuece. Si quiere llegar al fondo del asunto deberá investigar por su cuenta y rápido... antes de que alguien más corra la misma suerte. Porque un buen crimen, como el buen café, siempre debe estar a punto.