Diez años después del extraordinario éxito que supuso en todo el mundo la publicación de Suite francesa, rescatada milagrosamente del olvido, Emmanuel Moynot se adueña de la primera de las dos partes de la novela para ofrecer, con su afilada pluma, una dimensión visual de este clásico de Irène Némirovsky.
Como en una película de Renoir o Robert Altman, los personajes, sus trayectorias y sus destinos colisionan y se entrelazan en las carreteras del gran éxodo de 1940, dibujando un enorme fresco de las horas más oscuras, en las que las columnas del orden social y moral del país parecían derrumbarse.
Así, las figuras inolvidables que habitan en las páginas de Némirovsky cobran vida y nos invitan a reencontrarnos con viejos conocidos como el banquero Corbin, los amables Michaud, el clan de los Péricand, el malogrado padre Philippe, la frívola Arlette Corail, el siniestro Corte y su descerebrada amante, en suma, todo el muestrario de perdedores, atormentados, puros y víctimas de esta gran debacle francesa.
Comenzó como un niño prodigio, llegó a ser una especie de héroe nacional... y acabó considerado el enemigo público número uno. A los trece años, jugó la que muchos consideran «la partida del siglo», y un año después se convirtió en el campeón más joven de la historia de Estados Unidos. Su listado de logros siguió creciendo hasta culminar en el Campeonato Mundial de 1972, con su victoria contra Borís Spasski, una partida que resultó una perfecta metáfora de la Guerra Fría.
Víctima de una enfermedad mental, se perdió en teorías conspirativas y murió en Islandia, fugitivo de la justicia estadounidense.
Con guion de Julian Voloj e ilustraciones de Wagner Willian, Blanco y negro es un relato fascinante sobre la determinación y la fama, pero también sobre la soledad y el miedo.
El cuerpo sin vida de Sylvia Kaye aparece a las puertas de un pub de Woodstock, un pequeño y pacífico pueblo británico. El inspector Morse de la policía de Oxford (exalumno de la prestigiosa universidad local, apasionado de la música de Wagner, los crucigramas y las pintas de cerveza) está seguro de saber quién es la muchacha con la que Sylvia fue vista en una parada de autobús aquella fatídica noche y que parece tener la clave para resolver el asesinato. Pero el irreprimible sarcasmo y el exceso de confianza de Morse en sus dotes deductivas chocan de inmediato con la frialdad de la joven, dejando claro que descubrir la dolorosa verdad y actuar en consecuencia requerirá hasta el último átomo de la disciplina profesional del inspector…
Oxford como telón de fondo, unas historias sin fisuras y un elaborado desarrollo de los personajes son las tres inconfundibles señas de identidad que han convertido a Colin Dexter en uno de los exponentes contemporáneos más importantes del género, un verdadero maestro de la ficción policial clásica.
Nick y Allie no sobreviven al accidente de coche, pero sus almas tampoco llegan a donde deberían. Ahora ambos están atrapados entre la vida y la muerte, en una especie de limbo conocido como Everlost: una sombra del mundo de los vivos rebosante de cosas y lugares que ya no existen. Es un sitio misterioso y lleno de peligros, donde las vidas pasadas se desvanecen y donde muchos se convierten en algo... diferente.
Cuando localizan a la autoproclamada reina de las almas perdidas, Nick siente que ha encontrado su hogar, pero Allie no está dispuesta a pasar allí la eternidad. Así, decide aventurarse por su cuenta en un territorio oscuro, donde se rumorea que un monstruo amenaza a todas las almas de Everlost.En esta inquietante y evocadora novela, Neal Shusterman -autor de libros tan exitosos como Siega y ganador del Premio Nacional de Literatura Juvenil en Estados Unidos- explora temas como la vida, la muerte y lo que podría haber a medio camino.
«Shusterman exhibe con elegancia las complejidades de su mundo paralelo». The Bulletin of the Center for Children's Books
«Una exploración única de la vida después de la muerte».
Ray Carney, hijo de un miembro de la mafia local y padre de familia modélico, regenta la tienda de muebles de la calle Ciento veinticinco, en Harlem. Ray intenta alejarse de la vida de delincuencia que su padre le mostró de niño, pero con un segundo hijo en camino necesita sacarse un dinero extra revendiendo artículos robados. Ahora, su primo Freddie le ofrece participar en algo más peligroso: el robo del famoso hotel Theresa, el Waldorf de Harlem. Policías corruptos, gángsters locales y pornógrafos pirómanos pasan a formar parte de su clientela habitual, y Ray tendrá que hacer equilibrios para mantener esta doble vida sin morir en el intento.
El multipremiado Colson Whitehead regresa con una historia deslumbrante que recrea el paisaje criminal del Harlem de los años sesenta, un lugar que se convertirá en el centro de la lucha por los derechos civiles y donde la muerte de un adolescente negro abatido a tiros por la policía desencadenará los famosos disturbios de 1964. Una vez más, el autor pone de relieve las desigualdades y la discriminación racial de una época cuyos ecos aún resuenan en nuestro presente, en una novela criminal cargada de humor con la que consigue romper de nuevo las reglas del género negro.
La poesía de Valle-Inclán es la gran desconocida del autor gallego. F. Morales Lomas, que realizó sus tesis doctoral sobre la poesía de Valle, La lírica de Valle-Inclán. Sistema rítmico y aspectos temático-simbólicos (2003), considera que Valle fue sobre todo poeta desde el principio de su existencia literaria y en poesía experimentó previamente todos los cambios que llevaría posteriormente al resto de su obra literaria. Salvador de Madariaga dijo como poeta de él que era el más rico en sentido musical y en forma; González Alegre que es una poesía de calidad, de tesoros líricos y humanos como no se daban en la literatura española desde hacía mucho tiempo, y Navarro Tomás que cambió la versicación tradicional del teatro. Sus poemas se extienden por toda su obra y la integran, y en el mejor de los casos, su dedicación a ésta posee la misma importancia y trascendencia que el teatro o la narrativa.