Daria es la hija, cuyo destino está marcado desde el nacimiento por un diagnóstico erróneo. Ada es la madre, que en el umbral de los cincuenta descubre que está enferma, pero este hallazgo se convierte en una oportunidad para dirigirse a su hija y tratar de contarle la historia de ambas. De este modo, todo pasa por los cuerpos de Ada y Daria: peleas diarias, enfados, secretos, pero tambien inesperadas alegrías y momentos de muchísima ternura. Las palabras atraviesan el tiempo, en un continuo ir y venir entre pasado y presente. Un relato de una fuerza y verdad extraordinarias, en el que cada instante se ofrece al lector como un regalo: una lectura que nos cambia, que nos desgarra y nos rehace.
Este volumen reúne la trilogía de novelas independientes con que Alan Pauls vuelve sobre los años más tempestuosos de la Argentina reciente.
«Una trilogía espléndidamente narrada que confirma a Alan Pauls como uno delos pocos escritores argentinos contemporáneos realmente imprescindibles».
Patricio Pron, ABC Cultural
Estas novelas «huérfanas» -como mascullaba en sus diarios el autor- fraguan la epopeya conocida en Argentina como Los Años Setenta con destellos de la materia más cotidiana y perenne: el goce deser una víctima y llorar lágrimas de cocodrilo; la pasión del cash, nunca tan intensa como cuando el dinero se esfuma en los vértigos de la inflación, el juego o el despilfarro; el pelo como icono frívolo-político, lacio-burgués o afro-revolucionario, y cierta peluca célebre por participar del secuestro que inauguró la década en cuya órbita legendaria sigue moviéndose Argentina.
Flor tiene un don: puede predecir el día que morirá alguien. Así que, cuando anuncia que quiere organizar un velatorio en vida -una fiesta que reúna a su familia y a la comunidad para celebrar la larga vida que ha tenido-, sus hermanas se sorprenden. ¿Acaso Flor ha previsto su propia muerte o la de alguien más? ¿Tendrá otros motivos? En cualquier caso, se niega a decírselo a sus hermanas, Matilde, Pastora y Camila.
Sin embargo, Flor no es la única que guarda secretos: sus hermanas también tienen los suyos. Y la siguiente generación, las primas Ona y Yadi, también deberán enfrentarse a sus propios problemas.
Una damisela en apuros coge al dragón por los cuernos en esta épica novela de fantasía que le da la vuelta a los clichés de los cuentos clásicos.
Esta historia, basada en un guion original de Dan Mazeau, es la próxima gran adaptación de Netflix,protagonizada por la estrella de Stranger Things y Enola Holmes, Millie Bobby Brown.
Esta antología de Ana Merino indaga en temas como la existencia y el paso del tiempo, compartiendo reflexiones e intuiciones donde se dibuja la complejidad de las emociones y el trazo de los presentimientos. Una propuesta comprometida con el ingenio, llena de espacios luminosos que van trazando un camino de huellas personalísimas y estimulantes. Una poesía donde las ideas alimentan la imaginación dando aliento a personajes, atmósferas y tramas. En estos poemas están los paisajes de la naturaleza, las sirenas, las brujas, los magos, los niños perdidos, los seres desamparados, el doble, los soldados, los náufragos o las pioneras. Habitan en ellos la niñez y la mirada esperanzada llena de los mejores propósitos que se interrogan una y otra vez sobre el deseo, la efervescencia de la vida y sus misteriosos.
Dos años no parecen ser suficientes para disipar el rencor y hacer volar las cenizas donde ardió una pasión sin límites. Katherine lleva todo este tiempo preparándose para una batalla que, sin lugar a dudas, llegará. Están ocurriendo asesinatos en distintas mafias, se ha liberado una nueva amenaza de su jaula y los viejos enemigos ni olvidan ni perdonan. Aiden sigue siendo el líder frío, calculador e imbatible. Calienta su cama con miles de mujeres para intentar evocar el rostro de una en concreto, aunque sin éxito. Su inminente compromiso no le preocupa, ya que aquella a quien realmente quiso le robó el corazón y lo redujo a polvo. Ahora es incapaz de amar. ¿Qué pasará cuando una lluvia de sangre y una velada blanca los lleven a volver a cruzarse? «Recuerda: los monstruos paren monstruos».