Pocas veces se ha conseguido como en este libro recrear con tanta ternura, con tanto sentido del humor y tanta penetración un universo cotidiano a menudo traspasado por las lanzadas del sufrimiento.
Las búsquedas poéticas y los recursos narrativos aparecen con frecuencia entrelazados en las obras de Mario Benedetti. En Geografías, libro íntegramente redactado durante su exilio español, el autor reúne catorce cuentosy otros tantos poemas, agrupados en dúos afines, colocando cada uno de esos pares bajo el resguardo de un membrete geográfico.
En Barcelona, una prostituta que va entrando en la vejez entrena a su perro para llorar ante la tumba que ha escogido para sí misma. En Viena, una mujer se vale de su don de ver el futuro para convertirse en la adivina de una familia rica. En Ginebra, el conductor de una ambulancia y su esposa acogen al abandonado y aparentemente moribundo ex presidente de un país caribeño, solo para descubrir que sus ambiciones políticas siguen intactas. En estos doce relatos magistrales acerca de las vidas de latinoamericanos en Europa, García Márquez transmite la melancolía, tenacidad, pena y ambición que forma la experiencia del emigrante.
«El esfuerzo de escribir un cuento corto es tan intenso como empezar una novela. Pues en el primer párrafo de una novela hay que definir todo: estructura, tono, estilo, ritmo, longitud y a veces hasta el carácter de algún personaje. Lo demás es el placer de escribir, el más íntimo y solitario que pueda imaginarse, y si uno no se queda corrigiendo el libro por el resto de la vida es porque el mismo rigor de fierro que hace falta para empezarlo se impone para terminarlo. El cuento, en cambio, no tiene principio ni fin: fragua o no fragua. Y si no fragua, la experiencia propia y la ajena enseñan que la mayoría de las veces es más saludable empezarlo de nuevo por otro camino, o tirarlo a la basura.»
La pasión según G. H., para muchos la obra maestra de Clarice Lispector, es la confirmación de la autora como un clásico del siglo XX.
G. H. –nunca sabremos el nombre y apellido de la protagonista– es una mujer independiente, escultora amateur y bien relacionada en los círculos más influyentes de Río de Janeiro. Un día, sola en su ático, encuentra una cucaracha. Esto provocará en ella arcadas de repulsión y un caudal de reflexiones íntimas, algunas hasta entonces desconocidas para ella misma, sobre sus sentimientos, miedos, angustias... Este hecho aparentemente intrascendente le servirá para repasar su vida desde la infancia y llegar así a la determinación de vencer todos sus miedos.
Coincidiendo con el inicio de la ofensiva alemana contra Rusia, Curzio Malaparte empezó a escribir Kaputt, obra con la que pretendía recoger el testimonio de su experiencia como corresponsal de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Malaparte recorre la Europa ocupada por los nazis como si fuera un espía: presencia la triste impotencia del príncipe Eugenio de Suecia, se ve obligado a sobrellevar la arrogancia de los líderes nazis delegados en Varsovia y es testigo de la crudeza de los parajes de la fría Carelia o de la noble ciudad de Lasi, desolados por la barbarie y el hambre que convirtieron Europa en un montón de chatarra.
Con Kaputt —palabra germánica que evoca lo roto, lo hecho añicos, y que deviene un fiel calificativo de lo que quedó de un continente devastado por un lustro de destrucción— Malaparte teje una sobrecogedora obra literaria sobre la realidad, a un tiempo salvaje y grotesca, de la guerra en el frente.
A finales del siglo XVlII,la joven criolla Antonia de Salis vive con su prima Teresa en Rusia. Allí reciben la visita de un fascinante militar hispanoamericano, Francisco de Miranda, precursor de la independencia que agita a las colonias, que está de visita en Rusia para tejer una alianza con Potemkin. Antonia cae seducida ante un personaje tan idealista como ardiente, con fama de donjuán y magnífico contador de historias ante las damas. Tanto que, tras algunos encuentros furtivos, decide seguirlo hasta San Petersburgo, donde Francisco de Miranda es perseguido, sin saberlo, por un diplomático español empeñado en capturarlo. Treinta años después, en la cárcel de La Carraca en Cádiz (los hechos están rigurosamente documentados), un general Miranda enfermo y vencido recibe las visitas y los cuidados de una enigmática mujer que tiene muy presentes las aventuras de Crimea y de San Petersburgo.
Desde el momento en que supe que no podría hacer gran cosa para salvar al mundo, empecé a pensar en instalarme por un tiempo, solo, en una cabaña. Compré una isba de troncos, lejos de todo, en la orilla del lago Baikal. Allí, durante seis meses, a cinco días de marcha del pueblo más cercano, perdido en una naturaleza desmesurada, traté de ser feliz. Creo haberlo logrado. ¿Y si la libertad consistiera en adueñarse del tiempo? ¿Y si la felicidad fuera disponer de soledad, de espacio y de silencio... cosas de las que carecerán las generaciones futuras?