Haruki Murakami regentó durante años un club de jazz, llamado Peter Cat, antes de dedicarse a tiempo completo a la escritura: sin duda, al abrir este volumen el lector tendrá la sensación de haberse sentado a una de las mesas del local mientras el propio Murakami le cuenta anécdotas y pormenores de las canciones que se escuchan, en un tono confidencial, cálido y entusiasta. La pasión del escritor japonés por el jazz le llevó sin duda a escribir este libro compuesto por cincuenta y cinco retratos de músicos de jazz, acompañados de una ilustración del artista japonés Wada Makoto y de un comentario sobre un álbum de cada músico. Gracias a Murakami, cada «entrada» se convierte en una pequeña y deliciosa historia, en un fragmento de memoria autobiográfica, en consejos a la hora de escuchar a un intérprete, o en frescas pinceladas para describir a un artista o una época. Así, desde el mítico Chet Baker, hasta Ella Fitzgerald, por el libro desfilan grandes figuras como Billie Holiday, Duke Ellington, Bill Evans o Art Pepper.
Sobre la sólida roca de un acantilado, cerca de las costas de Turquía, la pequeña isla de Keros acoge al ejército nazi. Allí se alza la inexpugnable fortaleza de Navarone, cuyos cañones, famosos por su mortal precisión, cierran el paso de sus aguas a cualquier barco que se atreva a navegar el mar Egeo que la rodea. Sobre el habilidoso y temerario capitán Keith Mallory recae la misión de liderar a un pequeño comando con la misión de escalar el peligroso precipicio de Navarone, silenciar de una vez por todas sus cañones y rescatar a los más de mil soldados aliados allí apresados. Es, a priori, una misión suicida, pero Mallory, junto con Miller y Andrea, conforman un equipo eficaz y letal y preferirán morir antes que rendirse en el intento. Porque son conscientes de que una de las ofensivas más importantes de la guerra descansa en sus manos… Emocionante de principio a fin, es ésta la aventura de unos hombres que no se doblegan, de unos soldados dispuestos a morir los unos por los otros; una historia de camaradería, honor, suspense y acción como pocas.
"Plata quemada" cuenta, o dice contar, una historia real. A la manera de "A sangre fría" («una novela de no ficción»), y con una trascendencia comparable, en el panorama de nuestro idioma, a la que tuvo el libro de Truman Capote, esta «versión argentina de una tragedia griega» escenificaba, ya en 1997 (cuando se publicó por primera vez en Argentina), lo que casi toda la narrativa de hoy convierte en un ejercicio de estilo: el cuestionamiento de los géneros, de la verdad (o la falsedad) de cualquier texto. Empeño que pocas veces ha dado obras tan importantes como "Plata quemada", un libro en el que la forma, tan política en el efecto, e inseparable de lo que se cuenta, parece ser la del documento, la del registro forense o periodístico, la del informe psiquiátrico (el de la formulación de la ideología) y al mismo tiempo la más lírica. El libro más accesible del autor, y por ello doblemente genial.
A bordo de La Argentina Hipólito Bouchard cruza los mares provocando terror. Marino francés, corsario audaz y, por momentos, temible titán es conocido por sus combates en las guerras por la independencia de Argentina, como el asedio a California, hacia 1816.
Con un estilo que evoca las novelas de aventuras y piratas, Federico Andahazi nos ofrece una trama que incluye tesoros ocultos, intriga política, batallas navales y camaradería corsaria. Además de Bouchard, desfilan por estas páginas grandes figuras como el Almirante Brown, el marino Tomás Espora y Lord Byron.
Mares de Furia retrata los últimos estertores de la España colonial en América y brinda un panorama de lo variopinta, solidaria y férrea que fue la empresa independentista en el continente. Con un estilo cautivador y trepidante que nos invita a meternos de lleno en la época, Andahazi consigue el retrato de un grupo de hombres que batalló, con honorabilidad, valentía y una inagotable sed de justicia, en pos de la libertad de toda América.
Un retrato implacable de la sociedad del malestar que arroja luz sobre la precariedad emocional y el desamparo de quienes más sufren las deficiencias del sistema sanitario», Daniel Remón.
Nadie tiene la culpa. Estas cosas pasan. Solo fue un «incidente». Esa es la palabra que más se repite a la hora de hablar del enfrentamiento entre Ricardo Montesinos, jefe de la planta de psiquiatría del hospital, y Manuel Alejandro, un joven paciente ingresado por tercera vez en la unidad de agudos. La versión oficial se empieza a desmoronar cuando un escritor en crisis, que estuvo ingresado hace veinte años en ese mismo lugar, se decide a investigar el caso y confronta los testimonios de todos los implicados.
Basada en hechos y personajes reales, El incidente es una novela polifónica que aborda cuestiones fundamentales y contradictorias en torno a la enfermedad mental: la diversidad de causas que la inducen biológicas y contextuales, los intereses detrás del aumento del malestar en nuestra sociedad o la necesidad de acabar con el estigma que la rodea sin caer en el exhibicionismo al que conduce su permanente visibilización.
Este libro es algo más que una historia de Roma. Al abordar el true crime ambientándolo en la Antigüedad, retrata la historia de una forma nueva y fascinante: Roma sangrienta reflexiona sobre el concepto de la violencia en una sociedad que entendía las rencillas, los agravios y el ajuste de cuentas de una forma muy distinta a como los vemos nosotros.
Una obra que recoge algunos de los casos más truculentos, extraños o fascinantes de la historia de Roma: emperadores asesinados, acusaciones nunca resueltas o anécdotas que han trascendido hasta nuestros días y que componen un fresco fascinante de la forma en que la sangre podía llegar a derramarse entre las calles de la ciudad eterna.