Cada mes de agosto Ana Magdalena Bach toma el transbordador hasta la isla donde está enterrada su madre para visitar la tumba en la que yace. Esas visitas acaban suponiendo una irresistible invitación a convertirse en una persona distinta durante una noche al año. Escrita en el inconfundible y fascinante estilo de García Márquez, En agosto nos vemos es un canto a la vida, a la resistencia del goce pese al paso del tiempo y al deseo femenino. Un regalo inesperado para los innumerables lectores del Nobel colombiano.
Desde su primera entrega, Mariposa en cenizas (1959), la poesía de Julia Uceda ha seguido un itinerario muy personal que pese a compartir algunos aspectos en común con sus coetáneos, los autores del medio siglo, ha ido acuñando una poética única, explorada desde antiguo pero cada vez más profunda y ambiciosa, que brilla con especial intensidad en sus últimos libros: Zona desconocida (2006), Hablando con un haya (2010) y Escritos en la corteza de los árboles (2013). Prologada por el principal responsable de su rescate editorial en los inicios de este siglo, su antiguo alumno y gran amigo el poeta y director de Vandalia Jacobo Cortines, esta Poesía completa reúne en un solo volumen todos los libros de una autora para quien la poesía es un ámbito misterioso que nos conecta con los territorios de lo inefable. Sin desatender la circunstancia histórica, la voz de Julia Uceda, su mirada interior, dialogan con presencias invisibles, viajan al pasado remoto o indagan en los aspectos más inquietantes de la realidad, con una dicción poderosa que se estructura en varios niveles de significado. Desde el afán de conocimiento, desde un sentimiento de radical extrañeza, Julia Uceda ha escrito una de las obras más sólidas de su generación y de la poesía española contemporánea.
(Si las mentiras no acaban contigo, la verdad lo hará). En el futuro la Tierra es un planeta devastado en el que el aire se ha vuelto tóxico. Rodeados por este paisaje desolado, algunos seres humanos sobreviven en un silo subterráneo. Allí, hombres y mujeres viven en una sociedad regulada por estrictas leyes que han sido creadas para protegerlos.
El sheriff Holston, quien no ha vacilado en defender las reglas del silo durante años, de repente rompe el mayor de todos los tabúes: pide salir al exterior. Su fatídica decisión desencadenará una serie de drásticos acontecimientos que llevará al resto de habitantes del silo a enfrentarse a algo que sólo se conoce por las historias y cuyo nombre ni siquiera se atreven a susurrar.
La historia que narra La casa verde transcurre en dos lugares muy alejados entre sí: Piura, en el desierto del litoral peruano, y Santa María de Nieva, una factoría y misión religiosa perdida en el corazón de la Amazonia. Símbolo de la historia es la mítica casa de placer que don Anselmo, el forastero, erige en las afueras de Piura.
Novela fundamental en la historia del Boom latinoamericano, supuso laconsagración definitiva de Mario Vargas Llosa como uno de los más grandes escritores de la literatura contemporánea en español.
La casa verde fue publicada originalmente en 1965. Recibió al año siguiente el Premio de la Crítica y, en 1967, el Premio Internacional de Literatura Rómulo Gallegos a la mejor novela en lengua española.
«Viví así, solo, sin nadie con quien hablar verdaderamente, hasta que tuve una avería en el desierto del Sáhara, hace seis años. Algo se había roto en mi motor. Y como no tenía conmigo ni mecánico ni pasajeros, me dispuse a realizar, solo, una reparación difícil. Era, para mí, cuestión de vida o muerte.
Tenía agua apenas para ocho días.
La primera noche dormí sobre la arena a mil millas de toda tierra habitada. Estaba más aislado que un náufrago sobre una balsa en medio del océano. Imaginaos, pues, mi sorpresa cuando, al romper el día, me despertó una extraña vocecita que decía:
-Por favor..., ¡dibújame un cordero!».
Amelia Rose, más conocida como Rae Rose por sus fans, está cansada de ser la princesa del pop. Así que, inspirada por su peli favorita de Audrey Hepburn, Vacaciones en Roma, conduce durante horas para llegar a Roma…, la de Kentucky, claro.
Cuando Noah Walker se encuentra a la cantante frente a su casa con el coche averiado, le deja claro que no puede ayudarla, porque bastante tiene con sacar adelante la pastelería que le ha dejado su abuela y mantener a raya a los cotillas de sus vecinos. No obstante, en contra de su buen juicio, permite que Rae Rose se quede en la habitación de invitados hasta que pueda largarse.
Sin embargo, poco a poco Noah descubre que detrás de la fachada de fama de Rae Rose está Amelia, una mujer irresistible y auténtica por la que no puede evitar sentirse atraído.
Amelia no tarda en dejarse seducir por el encanto de Roma y por su huraño anfitrión…, pero, aunque su corazón se siente como en casa por primera vez en mucho tiempo, incluso Audrey tuvo que volver a casa al final de la película. ¿O no?