Los Escorpiones es una novela de novelas: una obra narrativa titánica y misteriosa. Los protagonistas, Sara y Thomas, se ven envueltos en el entramado de una teoría de la conspiración dirigida por los poderes políticos y económicos, que pretenden controlar a los individuos a través de la hipnosis y los mensajes subliminales en libros, videojuegos y música para inducirlos al suicidio. Ambos llevan a cuestas desequilibrios emocionales y, mientras se teje entre ellos una relación inclasificable y poderosa, deciden investigar sobre esta secta cuyo nombre es el de una de las pocas especies animales que prefiere matarse antes que seguir soportando el dolor.
Desde la Italia de los años veinte, pasando por el sur profundo de Estados Unidos en los ochenta, hasta llegar a la época actual en Madrid, Bilbao, un pueblo perdido de la España rural y Nueva York, esta es una historia sobre la angustia existencial, la soledad y la necesidad de creer en algo, sea lo que sea, para encontrar el sentido a la vida.
El canto de una generación desencantada: el debut novelístico de Javier Gallego
«Visceral, desacomplejada, corrosiva y a veces delirante, recuerda a En el camino de Kerouac y remite a la novela experimental. Una ópera prima tan ambiciosa como notable».
Jaime Cedillo, El Español
«Javier Gallego se instala en ese extraño equilibrio que precede a la rendición, y por eso esta novela es improbable, dolorosa, hipnótica».
Uno de los escasos relatos en la historia de la exploración polar protagonizado por una mujer inusual. Cuenta su vida durante el año que pasó en Groenlandia con ocasión de la expedición de 1891 comandada por su marido, Robert Peary, que habría de ser una de las figuras centrales en la pugna ártica. En la bahía McCormick, al norte de la isla, construyen un refugio en madera y allí convive, en duras condiciones, con la población local. Tras el impacto que le provocan sus extrañas costumbres, nuestra dama comparte experiencias con las mujeres inuit, de cuya vida, hábitos y cultura deja registro detallado en estas páginas. Nos habla del cosido y tratamiento de las pieles con las que se visten, de la comida, de la vida familiar en el interior del iglú, de sus desplazamientos en trineo, del emparejamiento o de hábitos terribles como el infanticidio cuando se quedan viudas. Presencia escenas de extrema violencia hacia ellas y hasta un episodio de Pibloktop, o histeria ártica, fenómeno ligado a la dureza de su condición femenina. Información enormemente valiosa para la incipiente etnología de la época que desconocía la vida cotidiana de las poblaciones aborígenes árticas, pero también asoma en estos diarios el aguijón de la aventura extrema, la observación y registro de la belleza feroz de ese entorno hostil, junto a un plácido canto a la vida al aire libre y el placer de los pequeños detalles. Isabel Coixet se inspiró en esta valerosa mujer para el personaje principal de su película «Nadie quiere la noche».
Un escritor acude a un festival literario de una ciudad mexicana y, cuando acaba, se encuentra incapaz de volver a Tel Aviv, donde le espera su familia. Desorientado y ebrio, pasa los siguientes días deambulando por la ciudad y participando en sus fiestas, y cuando le preguntan por qué no regresa a su casa, solo halla una respuesta: su amigo Yoel ha fallecido.
Sin embargo, Yoel sigue vivo. Asolado por los recuerdos, revisa ahora su amistad con el compañero junto al que vivió las primeras ilusiones, los desencantos, las tragedias familiares y políticas, y la entrada en la edad adulta, pero con quien, desde hace un tiempo, apenas se habla. ¿Por qué lo da por muerto? En el centro de este misterio residen los fantasmas de una relación tempestuosa: dos vidas desarrolladas entre los escombros de conflictos demasiado adultos y silencios imposibles, a los que tendrá que enfrentarse si algún día quiere volver a su hogar.
Una novela íntima y emocionante sobre la familia, las pérdidas y las nuevas oportunidades, por el ganador del Premio Alfaguara.
«Pocos novelistas que escriben en mi lengua me producen tanta admiración como Jorge Franco».
Almudena Grandes
«Este es uno de los autores colombianos a quien me gustaría pasarle la antorcha».
Gabriel García Márquez
Se dice que al visitar África el principal peligro está dentro de uno mismo. El viajero debe asimilar tal cantidad de estímulos, que, si no se toma un descanso, le puede resultar difícil recuperar la tranquilidad. Durante la década del 50, Alan Moorehead realizó cuatro viajes por dicho continente. No hay sitio en el arca es el resultado de todas dichas experiencias, que configuran, en buena medida, un libro de aventuras.
En estas páginas, descubrimos un mundo tan complejo como fascinante. Conocemos, por ejemplo, a los masai, poderosos cazadores que viven de sangre y leche; o a los
turkanas, quienes a pesar de su trato amable y respetuoso, acostumbran a expulsar fuera del pueblo a los enfermos y ancianos, dejándolos morir. Así, cada capítulo se encarga de desmitificar la relación de los habitantes africanos con su entorno. Comprendemos, además, que la mejor manera de acercarnos a este mundo en un auténtico estado salvaje es eliminar el factor humano y observar a los animales interactuando entre ellos mismos y ante la selva.