Para la autora del libro Silvia Araujo su deseo es que el lector logre conseguir la
ayuda emocional necesaria en estos tiempos de pandemia, donde la mayoría de las personas están propensas a caer en la depresión, el aburrimiento, el estancamiento y el desánimo.
Los recuerdos positivos sobre el ambiente donde se desarrolló su infancia cumplen varias funciones en las diferentes etapas de la vida.
Contribuyen a que la persona sienta bienestar, inculcan sentimientos de gratitud que son el portal de la alegría.
Con la llegada de la edad adulta, estos recuerdos ayudan a mantener una actitud agradable y jovial, aportando una salud física y mental.
En caso de no haber tenido una niñez como lo hubiera deseado, este libro invita al lector a ser creativo en su imaginación, originando una infancia feliz.
Asesinos sin rostro: El inspector Kurt Wallander atraviesa uno de los momentos más sombríos de su vida cuando tiene que ponerse al frente de una ardua investigación: el asesinato de un matrimonio de ancianos en una granja de Lenarp. El marido ha sido horriblemente torturado y la mujer agoniza poco a poco, con el tiempo de pronunciar antes de morir una sola palabra: «extranjero». Wallander y sus colegas deberán enfrentarse a una comunidad irascible, presa de insospechados prejuicios raciales. El inspector sabe muy bien que la pacífica apariencia de algunas personas oculta a veces un auténtico monstruo.
Erika Ewald es una muchacha vienesa soñadora, con alma de artista, que enseña piano y que lleva una existencia rutinaria, sin secretos ni sorpresas, a no ser por los momentos que pasa con un joven violinista con quien comparte la pasión por la música.
Los ojos del hermano eterno, libro curiosísimo en la obra de Stefan Zweig, está escrito como una leyenda oriental situada mucho antes de los tiempos de Buda. Narra la historia de Virata, hombre justo y virtuoso, el juez más célebre del reino, que después de vivir voluntariamente en sus propias carnes la condena a las tinieblas destinada a los asesinos más sanguinarios, descubre el valor absoluto de la vida y reconoce en los ojos del hermano eterno la imposibilidad intrínseca de todo acto judicativo. Virata llega a ser, después de su renuncia, un hombre anónimo a quien le espera, una vez muerto, un olvido todavía más perenne, el de la historia que sigue su curso prescindiendo del hombre más justo de todos los tiempos.
Con la misteriosa desaparición de Fanshawe, amigo de la infanciadel narrador de la historia, éste recibe la extraña peticiónde decidir cuál de los manuscritos que Fanshawe escribió a lolargo de los años es merecedor de ser publicado. Mientras sesumerge en la obra de su amigo, irá absorbiendo también sus vivencias.