Ganin, un joven exiliado ruso, sobrevive en el Berlín de entreguerras gracias a los más diversos trabajos —camarero, vendedor a domicilio, extra de cine— mientras sueña con abandonar la ciudad y rememora su infancia y adolescencia en la añorada Rusia y su temprano romance con Mashenka, mujer deseada e idealizada, amor perdido en el pasado. Anhelante, mientras rebusca en su memoria los preciados recuerdos, Ganin rompe con su actual novia y deja pasar el tiempo en la pensión en la que vive con otros exiliados que mantienen una peculiar relación de amor-odio con la madre patria: el viejo poeta rondado por la muerte, la romántica muchacha de los grandes pechos, los dos bailarines homosexuales y el mediocre hombre al que el protagonista conoce cuando ambos se quedan encerrados en el ascensor y que resulta ser el marido de Mashenka, que pronto irá a reunirse con él…
Edward Hyde es poseedor de un don extraño (o de una maldición) que mantiene oculta a todo el mundo excepto a su médico. Él experimenta dos realidades, una que es su vida real y la otra; un estado del mundo de los sueños alimentado por una extraña condición neurológica.
Cuando una serie de asesinatos azotan la ciudad de Edimburgo con ecos de un antiguo ritual celta llamado "triple muerte", el Capitán Edward Hyde tendrá que salir a la captura de los responsables. En el proceso se verá inmerso en una misteriosa y peligrosa red de ocultismo celta intrigante y obscura, dirigida por figuras muy poderosas.
Las respuestas están aún por ser descubiertas, no solo en el mundo real sino también en el simbolismo siniestro del otro mundo en el que habita Edward Hyde.
Hyde solo tiene dos opciones: detener al asesino o perder la razón.
Un cuento oscuro. El que inspira al amigo de Hyde, Robert Louis Stevenson.
Un duro y bellísimo ajuste de cuentas de un hijo con la figura del padre.
¿Qué tienen en común una pintura china de hace 1.300 años, la poesía de Dylan Thomas, las investigaciones etnográficas de Lévi-Strauss, un célebre apunte de los diarios de Kafka y una escena de El fuego fatuo de Louis Malle?
La respuesta está en la habitación donde un hombre agoniza mientras su hijo, el escritor Ricardo Menéndez Salmón, busca en el último paisaje que su padre ha contemplado una revelación que quizá no exista.
No entres dócilmente en esa noche quieta es una ofrenda, una elegía y una expiación. Es también el intento por reconstruir una existencia que camina hacia la madurez, la de quien escribe, a través de una existencia que se agota sin remedio, la de quien le entregó la vida.
-Cuando tu vida está en juego, solo hay dos opciones: adaptarse o morir.-
Louise y Ludovic han invertido un año de sus vidas en realizar el sueño de dar la vuelta al mundo a bordo de su embarcación,Jason. En la recta final de su periplo deciden recalar en la Isla San Pedro para visitar la antigua y desierta estación ballenera y astillero de Stromness.
Sorprendidos por una tormenta, la pareja resuelve pasar la noche en tierra, confiando en poder retomar su travesía al día siguiente. Sin embargo, al despertar,Jason ha desaparecido. No hay rastro del navío, y eso solo puede significar una cosa: están atrapados e incomunicados en mitad del Océano Atlántico. El uno con el otro y, pese a todo, solos.
Como dos Robinson modernos, Louise y Ludovic tendrán que luchar por su propia supervivencia. La suya será una batalla incesante contra los elementos y la faz más salvaje de la naturaleza que a su vez los llevará hasta los límites de la moral, el amor y el sacrificio.
A finales de la década de los sesenta, el protagonista, un niño de ocho años, se va a San Sebastián a vivir con sus tíos. Allí es testigo de cómo transcurren los días en la familia y el barrio: su tío Vicente, de carácter débil, reparte su vida entre la fábrica y la taberna, y es su tía Maripuy, mujer de fuerte personalidad pero sometida a las convenciones sociales y religiosas de la época, quien en realidad gobierna la familia; su prima Mari Nieves vive obsesionada por los chicos, y el hosco y taciturno primo Julen es adoctrinado por el cura de la parroquia para acabar enrolado en una incipiente ETA.