A ella se le encarga trabajar como «puente»: vivir con, ayudar y supervisar al expatriado conocido como «1847» o comandante Graham Gore. En lo que respecta a la historia, el comandante Gore murió en la condenada expedición de Sir John Franklin al Ártico en 1845, por lo que está un poco desorientado al vivir con una mujer soltera que muestra regularmente sus pantorrillas, rodeado de conceptos extravagantes como «lavadora», «Spotify» o «el colapso del Imperio Británico». Pero con un apetito por descubrir, un hábito de fumar siete cigarrillos al día y el apoyo de un encantador y caótico elenco de compañeros expatriados, pronto se adapta.
Pero lo que el puente pensó que sería, en el mejor de los casos, una complicada e incómoda dinámica de compañeros de piso, evoluciona hacia algo mucho más profundo.
La excéntrica editorial del señor Bennet publica clásicos que nunca pasarán de moda y autores que, probablemente, nunca lleguen a estarlo. Tal vez por eso, su oficina no se encuentra en un moderno edificio empresarial sino en una destartalada y centenaria mansión en el centro de Barcelona.
Cuando Bruno Bennet propone a su desmotivada sobrina Beatriz que se haga cargo del negocio mientras él se ausenta para viajar en busca de un valioso manuscrito, ella imagina que trabajar entre libros será como un sueño hecho realidad. Lo que no imagina es que deberá lidiar con un traductor con modales de lord inglés, con una pila de manuscritos infinita y con cinco autores muy especiales a los que tendrá que perseguir para que entreguen su novela.
Aunque se siente orgullosa de sus orígenes latinos y del ambiente multicultural de su barrio, Valentina sueña con abandonar Queens para poder cumplir el sueño de ser decoradora.
Haciendo gala de un estilo vibrante y rebelde, lleno de referencias a Lolita, El guardián entre el centeno o Sexo en Nueva York, la periodista y escritora María Zabay construye en Valentina una novela basada en las aventuras y desventuras de una antiheroína de Queens que utiliza su picardía y sensualidad para escapar de su destino mientras sobrevive en el espejismo de sofisticación de Manhattan.
2019. Stella Parker tiene la vida que siempre soñó: un esposo al que ama, dos hijos que crecen felices por los que ella renunció a una carrera de éxito como abogada y una hermosa casa en uno de los barrios más elegantes de Washington D.C. Pero tras un extraño encuentro nocturno con su vecina Gwen, la vida de Stella se verá sumida en el caos y el oscuro secreto de su pasado sobre el que ha construido su vida amenazará con salir a la luz.
1987. Julie Waits es una adolescente de 13 años cuyo máximo sueño es ser animadora, la puerta de entrada a una vida de adolescente normal, con amigas y fiestas de pijamas, una vía de escape de la vida con su madre viuda y los novios terribles con los que se lía y que acaban viviendo con ellas.
A medida que Stella reflexiona sobre lo que en realidad llevó a Gwen a su puerta esa noche, la respuesta se vuelve cada vez más aterradora y evidente.
César y Rebeca son una joven pareja de buscavidas; él ofrece drogas y diversión a clientes VIP de un hotel de lujo en Madrid y ella localiza a familiares de personas que han fallecido sin testamento para quedarse con una parte de la herencia.
Rebeca ha hecho un viaje para cerrar un caso que promete jugosas ganancias; sin embargo, tras su regreso, César la encuentra paralizada en una postura imposible y con un rictus de terror en el rostro. El examen médico dictamina que sufre una crisis catatónica; tiene dos costillas rotas y rastros de una posible agresión sexual. ¿Qué le ha pasado? ¿Quién ha podido hacerle daño?