¿Y si una aldea perdida en los bosques de Polonia hubiese escapado milagrosamente a los horrores del siglo XX?
Los habitantes de Kreskol, un shtetl o aldea judía, llevan más de cien años felizmente aislados del mundo: desconocen el Holocausto y la Guerra Fría, e inventos modernos como el automóvil, el smartphone o el saneamiento. Hasta que una disputa matrimonial los obliga a entrar bruscamente en el siglo XXI. Una mañana, tras un amargo divorcio, la joven Pesha Lindauer desaparece sin dejar rastro. Alarmados, los rabinos encargan a Yankel Lewinkopf, el tonto del pueblo, que se aventure al exterior para alertar a las autoridades. En su periplo, Yankel descubre la belleza y el espanto de la vida moderna. Incapaces de creer su relato, los polacos lo toman por loco y lo ingresan en un centro psiquiátrico. Cuando, finalmente, se compruebe que dice la verdad, acaparará la atención de todos los medios.
Trilogía es un libro hipnótico. Para Jon Fosse escribir es como rezar, y para el lector, leer Trilogía significa entrar en una profundidad desconocida. Con un lenguaje sencillo y un narrador único, Fosse nos cuenta la historia de una pareja de adolescentes que va a tener un hijo y que intenta sobrevivir sin nada en un mundo hostil.
Con esta historia entendemos que significa no tener nada y la mirada despiadada de la sociedad , pero también revivimos de forma exquisita el primer amor, la experiencia de empezar la vida.on esta historia entendemos qué significa la indefensión y nos hacemos conscientes de la mirada despiadada de la sociedad, pero también revivimos de forma exquisita el primer amor, la experiencia de empezar la vida.
En el amor y en la guerra las cosas no siempre son lo que parecen. Cuando hay espías de por medio, nunca lo son.
Los servicios de inteligencia españoles han detectado en Madrid unas extrañas comunicaciones entre un ciudadano ruso y un miembro del Frente Polisario. Pronto se dan cuenta de que el Kremlin está buscando crear un nuevo conflicto entre Marruecos y Argelia que distraiga la atención sobre la guerra de Ucrania. El CNI ha de actuar con rapidez si quiere evitar otro conflicto internacional, y la única manera de hacerlo sin dejar ningún rastro es volver a recurrir a Asís, quien ha iniciado una nueva vida con su mujer en Mallorca. Sin embargo, cuando has sido espía, aunque fuera por accidente, tu pasado siempre acaba llamando a la puerta.
Uno de los escasos relatos en la historia de la exploración polar protagonizado por una mujer inusual. Cuenta su vida durante el año que pasó en Groenlandia con ocasión de la expedición de 1891 comandada por su marido, Robert Peary, que habría de ser una de las figuras centrales en la pugna ártica. En la bahía McCormick, al norte de la isla, construyen un refugio en madera y allí convive, en duras condiciones, con la población local. Tras el impacto que le provocan sus extrañas costumbres, nuestra dama comparte experiencias con las mujeres inuit, de cuya vida, hábitos y cultura deja registro detallado en estas páginas. Nos habla del cosido y tratamiento de las pieles con las que se visten, de la comida, de la vida familiar en el interior del iglú, de sus desplazamientos en trineo, del emparejamiento o de hábitos terribles como el infanticidio cuando se quedan viudas. Presencia escenas de extrema violencia hacia ellas y hasta un episodio de Pibloktop, o histeria ártica, fenómeno ligado a la dureza de su condición femenina. Información enormemente valiosa para la incipiente etnología de la época que desconocía la vida cotidiana de las poblaciones aborígenes árticas, pero también asoma en estos diarios el aguijón de la aventura extrema, la observación y registro de la belleza feroz de ese entorno hostil, junto a un plácido canto a la vida al aire libre y el placer de los pequeños detalles. Isabel Coixet se inspiró en esta valerosa mujer para el personaje principal de su película «Nadie quiere la noche».
Leah ha vivido con akinetopsia, o ceguera al movimiento, desde que era niña. Durante los últimos veinte años, no ha podido percibir el movimiento. Mientras pasea por su vecindario en Upper Manhattan con su bastón blanco guiando el camino, la mayoría de la gente asume que es ciega. Pero la verdad es que Leah ve mucho, y con sus agudos sentidos del olfato y la audición, muy poco escapa a su atención.
Lleva una vida tranquila y ordenada, con poco contacto humano más allá de su ama de llaves de toda la vida, su psicólogo y su anciana vecina. Todo eso cambia cuando Alice se muda al apartamento de al lado y Leah puede oler de inmediato la ansiedad que emana de ella. Lo que es peor, Leah no puede evitar escuchar a Alice y a un visitante nocturno involucrarse en una violenta discusión. Preocupada, entabla amistad con su vecina y descubre que Alice está en medio de un complicado divorcio de un esposo abusivo.
Luego, una noche, Leah se despierta con alguien en su apartamento. Pierde el conocimiento y por la mañana se pregunta si soñó el episodio. Sin embargo, el aroma del intruso la sigue a todas partes. Y cuando escucha a Alice al otro lado de la pared suplicando su ayuda, Leah toma una decisión que pondrá a prueba su valentía, su fuerza y, en última instancia, su cordura.
Flor tiene un don: puede predecir el día que morirá alguien. Así que, cuando anuncia que quiere organizar un velatorio en vida -una fiesta que reúna a su familia y a la comunidad para celebrar la larga vida que ha tenido-, sus hermanas se sorprenden. ¿Acaso Flor ha previsto su propia muerte o la de alguien más? ¿Tendrá otros motivos? En cualquier caso, se niega a decírselo a sus hermanas, Matilde, Pastora y Camila.
Sin embargo, Flor no es la única que guarda secretos: sus hermanas también tienen los suyos. Y la siguiente generación, las primas Ona y Yadi, también deberán enfrentarse a sus propios problemas.