Miguel Gane, uno de los poetas más leídos de su generación, reflexiona sobre las personas que poseen nuestro corazón, sobre cómo, a través del amor, nos ponemos en manos de otros hasta tal punto de que quien te cura también te acaba hiriendo.
En el año 1974, la artista serbia Marina Abramovi colocó alrededor de su cuerpo setenta y dos objetos divididos en dos categorías: objetos de placer y objetos de dolor. Luego invitó al público a que los usase sobre su cuerpo, transformándose, de esta manera, en otro objeto más. El fin era observar el comportamiento humano ante la indefensión.
Cuentan que Abramovi estuvo a punto de perder la vida. Al fin y al cabo, lo fácil siempre fue hacer daño. Al fin y al cabo, lo difícil siempre es amar.
Natalie Waite tiene diecisiete años. Nacida en el seno de una familia asfixiante constituida por el padre, escritor mediocre y egocéntrico, y la madre, un ama de casa neurótica, llega el día en que se marcha a estudiar. Es posible que justo antes de irse pasara algo que no quiere o no puede contar. Pronto, ya en la universidad, su vida se transformará en un aterrador juego de espejos. Exploración magistral y perturbadora de la psique de una adolescente atribulada, Hangsaman (1951) se ha descrito como una novela de formación y también como una novela de campus, pero esas definiciones se quedan cortas. Aunque incluye elementos de ambas, además de un toque satírico, las vicisitudes de la protagonista acontecen en el límite con la pesadilla. La narración rezuma ambigüedad. La realidad es esquiva.
En la poesía de Juan Bufill , la palabra aparece como un elemento descubridor y creador de visión ofrece luz para las zonas oscuras de la experiencia. Si su anterior libro , 'Antinaufragios' invitaba a una celebración vital a pesar de los desastres de la Historia, 'Palabras ojos' aborda de un modo distinto , pero en un sentido igualmente antinihilista , la posibilidad de una vida verdadera. 'Palabras ojos' es un elogio de la imaginación y de la experiencia de la poesía , compartida con el lector. Y un elogio del libro como medio de expresión y conocimiento.
"El último lector" abre la puerta de un laberinto del que no siempre se sale airoso. Como obra, redescubre y redefine el concepto de "ensayo" e ilumina cómo se ha de volver a narrar la experiencia imaginaria de la lectura. Experiencia y lectura, vida de lector, escritor que lee marginalmente la tradición del Río de la Plata, la literatura europea y la norteamericana: todas estas líneas se entrelazan en los textos que componen este lúcido y original libro en torno a la figura del lector, del que el propio Ricardo Piglia, uno de los autores por antonomasia de la literatura hispánica contemporánea, afirmó que se trataba de "el más personal y el más íntimo" de cuantos había escrito.
Explica la poeta Julieta Valero en el epílogo de Esta ira que las mujeres estamos «desentrenadas para mostrar la ira». «Entonces» se pregunta «¿cómo decir, cómo articular una ira que no responde estrictamente a los hombres, sino a la vida misma, a su designio duro? ¿Y cómo ser capaz de hacer de su objeto precisamente a las hermanas, a las mujeres?»
A esta dificilísima prueba del lenguaje se enfrenta María García Zambrano en su nuevo poemario. Una obra potente que reclama el derecho a expresar la ira y el dolor censurado de las maternidades no hegemónicas.
Como antídoto a la ira, Zambrano recurre al principio budista de que todo está en continuo cambio, que atraviesa la obra como un bálsamo y alcanza su máximo poder sanador en la cuarta y última parte: un canto esperanzador a la belleza que podemos encontrar incluso en los lugares más dolorosos.
Apolo Hidalgo está emocionado por enfrentarse a una nueva etapa de su vida: la universidad. Su sueño es estudiar psicología y ayudar a los demás. Sin embargo, esa ilusión se rompe cuando es atacado y golpeado en un callejón durante una noche lluviosa e, irónicamente, así es como la conoce a ella. A Rain.
La chica del paraguas lo salva, y se le queda grabada en la memoria. Cuando finalmente se vuelven a encontrar, Apolo queda todavía más prendado de Rain y, a través de ella, conoce a Xan, el dueño de un café donde pasan el rato.
A medida que los tres se conocen, Apolo se dará cuenta que Rain y Xan ocultan mucho más de lo que uno se puede imaginar.