El asesino Artemis Entreri y su compañero Jarlaxe, el elfo oscuro, han llegado a las tierras infestadas de monstruos del norte helado a petición de su patrón. No tardan mucho en verse envueltos en una lucha entre fuerzas poderosas a las que nada les gustaría más que verlos muertos... o algo peor.
Pero Entreri y Jarlaxle son algo más que simples mercenarios errantes, y las antiguas fuerzas maléficas de las salvajes Tierras de la Piedra de Sangre posiblemente hayan encontrado unos rivales dignos de su fiereza.
En el caso número 33 de la serie Brunetti, Donna Leon aborda la preocupante cuestión de la violencia en las bandas juveniles. ¿Cómo puede ocurrir algo así en pleno corazón de Venecia, y, lo que es peor, llegar incluso al interior de la questura? Brunetti y Griffoni harán todo lo que esté a su alcance para comprender este fenómeno.
La Piazza San Marco aparece cubierta de cristales: dos bandas juveniles se han enfrentado violentamente en la oscuridad. Mientras la commissario Griffoni confía en su intuición para descubrir cómo un adolescente al que ha conocido recientemente puede acabar atrapado en un grupo así, Brunetti recurre a sus contactos al tiempo que intenta desentrañar el oscuro pasado del padre del joven. Tampoco el vicequestore Patta está tranquilo: hará lo que sea necesario para protegerse a sí mismo y a su entorno de esta alarmante amenaza, una situación que se está tornando especialmente desagradable en una ciudad tan turística como Venecia.
Ella es una joven gitana que huye de su familia para escapar de un matrimonio concertado; el, un relojero que acampa en la frontera y la acoge en su tienda. El encuentro inaugura un entendimiento hecho de diálogos nocturnos, un intercambio de saberes y visiones: ella, que cree en el destino, en las señales, en el dios de las cosas; el, que se siente un engranaje de la máquina del mundo y que interpreta ese mundo según las reglas del juego del Mikado, como si jugar fuera una forma de poner orden en el caos. Un entendimiento que durará toda una vida, incluso en la distancia, y que tendrá consecuencias que reverberarán a lo largo del tiempo: ambos tomarán decisiones inevitables que cambiarán el destino del otro.
Somos como el mar.Nos estrellamos con las rocas una y otra vez.Nos rompemos, pero nos volvemos a reconstruir.Somos olas libres». Enmarcada en la inmensidad del océano, la poesía de Lucía Hormigo sube como la marea e inunda el corazón. Sumérgete en su canto sincero a la valentía y a la certeza de que se puede vencer al miedo.
En Salerno, los días pasan pero no son iguales para Éléonore. Entre sus hogares y sus gemelos adolescentes, no tiene tiempo para eso que llaman la dolce vita. Sobre todo porque Éléonore no consigue olvidar a Marco, de quien acaba de separarse. Mientras observa a los demás, al menos su mente está ocupada, pero al adentrarse en las intimidades de sus clientes, se da cuenta de que las apariencias engañan, y su bien engrasada rutina podría poner su vida patas arriba...
¿Se hará realidad el sueño de su vida?
¿Y si el azar estuviera a punto de barajar todas las cartas?
Hay veranos que te cambian la vida
Tessa no sabía que ese verano sería el último que pasaría en Punta Javana. Tampoco sabía que sería la última vez que vería a su novio Enzo, ni que las aguas de su infancia guardaban un secreto como ese. Y, por supuesto, no sabía que, desde que lo escuchase por primera vez, un nuevo nombre retumbaría en su mente para el resto de sus días.
Helena.
Arrastrada a una nueva vida bajo las aguas, Tessa descubrirá un mundo que jamás se habría imaginado en el que paz pende de un hilo.
¿Se atreverá a aceptar su destino y a poner el deber por encima del amor?