Ray Carney, hijo de un miembro de la mafia local y padre de familia modélico, regenta la tienda de muebles de la calle Ciento veinticinco, en Harlem. Ray intenta alejarse de la vida de delincuencia que su padre le mostró de niño, pero con un segundo hijo en camino necesita sacarse un dinero extra revendiendo artículos robados. Ahora, su primo Freddie le ofrece participar en algo más peligroso: el robo del famoso hotel Theresa, el Waldorf de Harlem. Policías corruptos, gángsters locales y pornógrafos pirómanos pasan a formar parte de su clientela habitual, y Ray tendrá que hacer equilibrios para mantener esta doble vida sin morir en el intento.
El multipremiado Colson Whitehead regresa con una historia deslumbrante que recrea el paisaje criminal del Harlem de los años sesenta, un lugar que se convertirá en el centro de la lucha por los derechos civiles y donde la muerte de un adolescente negro abatido a tiros por la policía desencadenará los famosos disturbios de 1964. Una vez más, el autor pone de relieve las desigualdades y la discriminación racial de una época cuyos ecos aún resuenan en nuestro presente, en una novela criminal cargada de humor con la que consigue romper de nuevo las reglas del género negro.
La poesía de Valle-Inclán es la gran desconocida del autor gallego. F. Morales Lomas, que realizó sus tesis doctoral sobre la poesía de Valle, La lírica de Valle-Inclán. Sistema rítmico y aspectos temático-simbólicos (2003), considera que Valle fue sobre todo poeta desde el principio de su existencia literaria y en poesía experimentó previamente todos los cambios que llevaría posteriormente al resto de su obra literaria. Salvador de Madariaga dijo como poeta de él que era el más rico en sentido musical y en forma; González Alegre que es una poesía de calidad, de tesoros líricos y humanos como no se daban en la literatura española desde hacía mucho tiempo, y Navarro Tomás que cambió la versicación tradicional del teatro. Sus poemas se extienden por toda su obra y la integran, y en el mejor de los casos, su dedicación a ésta posee la misma importancia y trascendencia que el teatro o la narrativa.
André Malraux retrató las grandes crisis del siglo XX en novelas como La condición humana, La esperanza o El tiempo del desprecio. Sin embargo, él mismo fue un personaje tan fascinante como los de su narrativa, y en sus Antimemorias, primer batiente de las memorias tituladas El espejo del limbo, presenta la increíble novela de su vida, en la que caben la exploración de Asia y África, la participación en la guerra civil española, el paso por las prisiones de Camboya y de la Gestapo o su mandato como ministro de cultura en la Quinta República francesa, de la mano del general De Gaulle. Desbordante, lírico y en última instancia inclasificable, el conjunto contiene un testimonio privilegiado de su tiempo.
Nuestra edición se completa una abarcadora introducción sobre la génesesis de la obra y una cronología de la vida del autor, ambas a cargo de Ignacio Echevarría.
La obra de teatro más representada de la historia.
Giles y Mollie Ralston acaban de abrir una pensión en una mansión antigua que Mollie ha heredado y solo desean que las primeras personas que acogen tengan una estancia plácida. Sin embargo, cuando una nevada intensa deja la mansión Monkswell totalmente incomunicada, la noticia que les proporciona el sargento Trotter no resulta muy tranquilizadora: los clientes de la pensión se encuentran bajo la amenaza de un posible asesinato. Nadie parece dar mucho crédito a las palabras del agente hasta que uno de los huéspedes es hallado muerto. Todos comprenderán entonces que el asesino ya ha llegado y es uno de ellos.
En 1992, la ya anciana Chiyo Uno publicó la historia de Kazúe, una muchacha que, tras protagonizar una indiscreción amorosa, acaba escapando de su hogar. La narradora la sigue hasta Tokio, describe su vida hasta pasados los treinta y cinco años y se pregunta, en una suerte de hipnótico vaivén, las razones por las que Kazúe obró, decidió y sintió. El efecto es de una fuerza sorprendente y las frases cortas, sincopadas y estrictas parecen intentos de respuesta, siempre provisionales, a esa incesante inquisición.
El asesino Artemis Entreri y su compañero Jarlaxe, el elfo oscuro, han llegado a las tierras infestadas de monstruos del norte helado a petición de su patrón. No tardan mucho en verse envueltos en una lucha entre fuerzas poderosas a las que nada les gustaría más que verlos muertos... o algo peor.
Pero Entreri y Jarlaxle son algo más que simples mercenarios errantes, y las antiguas fuerzas maléficas de las salvajes Tierras de la Piedra de Sangre posiblemente hayan encontrado unos rivales dignos de su fiereza.