"Una luz imprevista" reúne la poesía completa de María Victoria Atencia (Málaga, 1931) (desde su primer libro publicado, en 1961, hasta sus últimas composiciones) en una edición supervisada por la autora. Se trata de una poesía que interroga el mundo, deteniendose en el detalle y a la vez trascendiendolo para fijarse en sus espacios liminares (el hueco, el umbral, el viaje, el sueño...). Desde el asombro inicial ante la realidad, hasta la reflexión sobre el paso del tiempo, las perdidas y la anticipación de la muerte, asistimos a un continuo diálogo de la autora con un mundo a la vez deslumbrante y al borde de la quiebra.
Cuando Lara recibe un paquete lleno de cartas en plena mudanza su vida se detiene. Todo deja de importar: el traslado, su inminente boda, el comienzo de una nueva vida. Eliott, su primer amor, que desapareció diez años atrás, vuelve como el remitente de un envío que llenará el corazón de Lara con recuerdos que creía olvidados y que resurgirán del pasado con fuerza. Su vida se tambaleará entre la elección de un futuro estable junto a Harvey, el maravilloso hombre con el que Lara ha rehecho su vida o la de un destino del todo incierto.Hay amistades que surgen a primera vista como flechazos en el corazón, algunas veces la amistad se convierte en amor, y muy pocas veces, una parte de ese amor termina siendo eterno.
Un huaco retrato es una pieza de cerámica prehispánica que buscaba representar los rostros indígenas con la mayor precisión posible. Se dice que capturaba el alma de las personas, un registro que ha sobrevivido oculto en el espejo roto de los siglos.
Estamos en 1878, y el explorador judío-austriaco Charles Wiener se prepara para ser reconocido por la comunidad académica en la Exposición Universal de París, una gran feria de "progresos tecnológicos" que cuenta entre sus atracciones con un zoo humano, culmen del racismo científico y del proyecto imperialista europeo. Wiener ha estado cerca de descubrir Machu Picchu, ha escrito un libro sobre el Perú, se ha llevado cerca de cuatro mil huacos y también un niño.
Ciento cincuenta años después, la protagonista de esta historia recorre el museo que acoge la colección Wiener para reconocerse en los rostros de los huacos que su tatarabuelo expolió. Sin más equipaje que la pérdida ni otro mapa que sus heridas abiertas, las íntimas y las históricas, persigue las huellas del patriarca familiar y las de la bastardía de su propia estirpe -que es la de muchos-, la búsqueda identitaria de nuestro tiempo: un archipiélago de abandonos, celos, culpas, racismo, vestigios fantasmales ocultos en las familias y la de construcción de un deseo tercamente anclado en un pensamiento colonial. Hay temblor y resistencia en estas páginas escritas con el aliento de quien recoge los pedazos de algo que se rompió hace tiempo, esperando que todo vuelva a encajar.
Durante unas placenteras vacaciones en Egipto, el detective Hércules Poirot coincide con Linnet y Simon, unos conocidos suyos que están de luna de miel en el país de los faraones. El encanto de tan maravillosos días se rompe cuando una mañana, en el transcurso de un crucero por el Nilo, la bella Linnet aparece muerta de un disparo en la cabeza. ¿Será capaz Poirot de encontrar al asesino de la joven esposa? ¿Será capaz de discernir entre imaginación y realidad, aun estando a bordo la ex pareja de Simon, empeñada desde el mismo día de la boda en arruinar su matrimonio con la desafortunada Linnet? El misterio está servido.
En una misteriosa casa de la costa atlántica, lejos del Londres amenazado por la guerra, Max va a descubrir que los desafíos del presente a menudo tienen su razón de ser en pactos inconfesables sellados mucho tiempo atrás, donde habitan seres como El Príncipe de la Niebla. En la Calcuta de 1932, un tren en llamas atraviesa la ciudad, y el círculo de amigos de Ben y Sheere debe enfrentarse al más terrible y mortífero enigma de la ciudad de los palacios; una aventura, El Palacio de la Medianoche, que va a cambiar sus propias vidas. Entre París y un extraño faro de Normandía se desarrolla Las Luces de Septiembre, en la que Irene e Ismael se adentran en el misterio de un fabricante de juguetes que vive entre seres mecánicos y sombras del pasado, a la vez que crecen los lazos que los van a unir para siempre. La Trilogía de la Niebla nos ofrece una inigualable combinación de aventura, misterio y emociones, de la mano del magistral narrador de La Sombra del Viento, Carlos Ruiz Zafón.
Misery Chastain ha muerto. Paul Sheldon la ha matado. Con alivio y hasta con alegría. Misery lo ha hecho rico. Porque Misery es la heroína que ha protagonizado sus exitosos libros.
Paul quiere volver a escribir. Algo diferente, algo auténtico. Pero entonces sufre un accidente y despierta inmóvil y atravesado por el dolor en una cama que no es la suya, tampoco la de un hospital.
Annie Wilkes lo ha recogido y lo ha traído a su remota casa de la montaña. La buena noticia es que Annie había sido enfermera y tiene medicamentos analgésicos. La mala es que ha sido durante mucho tiempo la fan número uno de Paul. Y cuando descubre lo que le ha hecho a Misery Chastain, no le gusta. No le gusta en absoluto. Antes, Paul Sheldon escribía para ganarse la vida. Ahora, Paul Sheldon escribe para sobrevivir.