Habitamos un tiempo crepuscular: crisis económicas, guerras, pandemias, malestar cultural... Asistimos al auge de discursos políticos asentados sobre la melancolía y la nostalgia de un pasado que fue mejor, incapaces de efectuar una interpretación con sentido del propio presente. Un futuro cancelado y un pasado que echamos de menos. En todos ellos se observa un repliegue de impotencia reaccionaria, agravio y resentimiento. Y, por encima de todo, una necesidad punzante: volver a casa.
Hoy, se da una respuesta melancólica a ese malestar que recorre la derecha y la izquierda. En El tiempo perdido, con la ayuda de Proust y algunos filósofos y filósofas, Clara Ramas nos propone una salida diferente. El melancólico se aferra al objeto amado y quiere volver a una Edad Dorada ―la patria, el orden, los roles de género y de clase, la vida mejor de nuestros padres, la Transición, la Tradición―. Pero el retorno es imposible para nosotros, seres finitos, hablantes y modernos. Estamos siempre de camino, pero nunca del todo en casa. Pese a todo, quizás existe una milagrosa posibilidad de «recobrar el tiempo», pero ciertamente no será la que prometen los nuevos melancólicos y las fuerzas reaccionarias.
«Llegará un día en el que te sientas segura y feliz, y de repente tu alegría se te convertirá en cenizas en la boca, y ese día sabrás que la deuda ha quedado saldada.»
En el cielo sobre los Siete Reinos, que se hallan asolados por una guerra devastadora, aparece un siniestro cometa color sangre. ¿Acaso se trata de otro augurio terrible sobre las catástrofes que están por llegar?
«Llegará un día en el que te sientas segura y feliz, y de repente tu alegría se te convertirá en cenizas en la boca, y ese día sabrás que la deuda ha quedado saldada.»
En el cielo sobre los Siete Reinos, que se hallan asolados por una guerra devastadora, aparece un siniestro cometa color sangre. ¿Acaso se trata de otro augurio terrible sobre las catástrofes que están por llegar?
El verano ha terminado, y cuatro líderes se disputan el Trono de Hierro. Mientras tanto, al otro lado del mar, la orgullosa princesa exiliada Daenerys Targaryen está dispuesta a arriesgarlo todo con tal de recuperar la corona que le pertenece por derecho. Puede que, para ella, el cometa de sangre no sea un mal presagio, sino el heraldo de la venganza.
Y mientras la batalla continúa, al norte, más allá del Muro, las fuerzas oscuras se vuelven cada vez más poderosas.
Un cajón exclusivo en el armario. La copia de una llave. Un te amo dicho a tiempo. Un mensaje agradeciendo una cena. Gestos de amor y muestras de interés que construyen los cimientos de cualquier pareja. Aunque muchas veces todo esto queda relegado por un muro que no puede atravesarse. El egoísmo, el hastío, la pereza e incluso el maltrato se entrometen en la relación y el desenlace final se vuelve inevitable, si es que antes no clausuraron la posibilidad de un verdadero comienzo.
Claire Keegan observa y escribe con la sensibilidad justa para convertir la típica historia de amor en un relato tan conmovedor como atrapante, y avanza sobre zonas incómodas de la intimidad de una pareja como la falta de generosidad o incluso el desamor. Bien tarde en el día confirma la agudeza de su estilo y se vuelve un reflejo de la imposibilidad del amor en los tiempos que corren, aunque también una vía de escape.
¡La mejor edad de la vida es estar vivo!
Descubre la filosofía de vida de Mafalda: una manera rebelde, concienciada, inteligente y sobre todo divertida de estar muy vivo.
«Con ustedes, la filósofa con lacito con la que han crecido varias generaciones, […] la Greta Thunberg de la historieta. […] Por su espíritu contestatario, humor cuchillero y costumbrismo con guiños progres, Mafalda jamás pasará de moda. […] Quino se ganó la inmortalidad y los amantes de las viñetas una heroína para todos los públicos. Una que, a la que te descuidas, te suelta en plan filósofa: ¿Qué te gustaría ser si vivieras?». –El Mundo
¿Tiene la vida moderna más de moderna que de vida? ¿Uno va llevando su vida adelante o la vida se lo lleva por delante a uno? ¿Por qué esa vida que uno se gana tiene que desperdiciarse en trabajar para ganarse la vida? ¿Qué te gustaría ser si vivieras? Estas son algunas de las muchas preguntas que se hacen Mafalda y sus inseparables amigos mientras juegan, caminan por las calles de su ciudad, van al colegio o de vacaciones, y se preguntan qué querrán ser de mayores. En definitiva: mientras viven. Nuestra presencia en el mundo nos llena de asombro y suscita interrogantes de todo tipo, a los que esta pequeña filósofa humanista se enfrenta con curiosidad, inteligencia y muchas dosis de humor.
Centro de Boston, 24 de diciembre, un hombre camina desnudo con la cabeza decapitada de una joven. El doctor Jenkins, director del centro psiquiátrico de la ciudad, y Stella Hyden, agente de perfiles del FBI, se adentrarán en una investigación que pondrá en juego sus vidas, su concepción de la cordura y que los llevará hasta unos sucesos fortuitos ocurridos en el misterioso pueblo de Salt Lake diecisiete años atrás.
Con un estilo ágil lleno de referencias literarias -García Márquez, Auster, Orwell o Stephen King- e imágenes impactantes, Javier Castillo construye un thriller romántico narrado a tres tiempos que explora los límites del ser humano y rompe los esquemas del género de suspense.
Antonia Scott es especial. Muy especial.
No es policía ni criminalista. Nunca ha empuñado un arma ni llevado una placa, y, sin embargo, ha resuelto decenas de crímenes.
Pero hace un tiempo que Antonia no sale de su ático de Lavapiés. Las cosas que ha perdido le importan mucho más que las que esperan ahí fuera.
Tampoco recibe visitas. Por eso no le gusta nada, nada, cuando escucha unos pasos desconocidos subiendo las escaleras hasta el último piso.