James Bond no es un hombre que se intimide fácilmente, pero es difícil no sentirse nervioso en presencia de Mister Big, un despiadado gánster de Harlem que usa la superstición y el miedo para controlar su vasto imperio criminal; también es uno de los principales agentes estadounidenses del SMERSH.
Mister Big trafica en Nueva York con tesoros piratas procedentes de Jamaica para financiar operaciones de espionaje soviético en Estados Unidos. Con la ayuda de Solitaire, la hermosa y enigmática adivina de Mister Big, y su viejo amigo Felix Leiter de la CIA, 007 debe localizar el escondite del señor del crimen, sabotear su operación y recuperar el tesoro pirata para Inglaterra.
«Aquí somos todos palabras desde el nombre de cada uno de nosotros y las sílabas que se unen para nombrar lugares y, por ello, sugiero que titules Cochabamba, porque suena a tambor, a vocales de boca abierta, a paisaje verde que no conoces aún».
El agua de azar puede también danzar como humo de insomnio o conversación de sobremesa sin tiempo. Así nace la amistad a primera vista entre el diplomático francés Xavier Dupont y el escritor al que le pide escribir la novela de la vida de su madre, Catalina. Nacida en Cochabamba, hija de un potentado boliviano, oligarca adinerado y símbolo de la tiranía patriarcal, Catalina se sabe la mujer más bella del mundo y más aún cuando por orden del padre es transterrada a París donde levitará nubes de oropel, grandes lujos y codearse con Coco Chanel, Edith Piaf... y Albert Camus.
Catalinacomo Princesa de Cochabamba se vuelve la plus belle femme entre el tout París y protagonista de una novela que parecería cuento de hadas, si no fuera enteramente verídica. Una novela de vodevil y rumbosa, la vida pícara y noctámbula que nació en sobremesas para contar y contagiar hasta quedar en tinta con un ritmo que conquista al lector como una íntima celebración.
«La mirada a veces se rebela y va por libre; síguela con atención, puede que te lleve a algún lugar inesperado».
Con estos ingeniosos, lúcidos y lacónicos parpadeos acompañados de una serie de sus inconfundibles dibujos, el autor más importante de humor gráfico en España se suma a la larga tradición del arte del aforismo, que en la literatura en castellano ha contado con voces como la de María Zambrano, Ramón y Cajal y Antonio Machado. Con una ligereza solo aparente, Andrés Rábago reflexiona sobre los procesoscreativos, su visión de las bellas artes y su concepción de la pintura y el dibujo. En el camino, convoca a artistas como Rubens, El Greco, Matisse o Rothko.
«Nunca se repetirá una mirada como la mía... o como la de cualquier otro».
Jaime se ha sentido solo y desprotegido toda su vida al haber sido abandonado por quien más debería quererlo: su madre. Ahora, esa mujer a la que su padre le enseñó a odiar ha aparecido de improviso y asegura que todo lo que le han contado sobre ella es mentira: no lo abandonó al nacer, sino que se lo robaron de los brazos.
Jaime ya no sabe qué creer ni qué sentir. Su mundo se ha vuelto del revés y no encuentra la manera de afrontarlo, por lo que cae en una espiral de noches sin control bañadas en alcohol y odio.
Iris es feliz. Tiene una familia que la adora, un trabajo que la llena y unos amigos que la siguen hasta el fin del mundo. Es risueña, atrevida y cree en el AMOR, con mayúsculas.
Eso sí, el hombre del que se enamore debe cumplir ciertos requisitos: debe ser un príncipe azul (azul cielo a ser posible, el azul oscuro no le gusta), escalar la torre más alta del castillo más alto (no vale un primer piso, eso sería muy fácil) y vencer al dragón más feroz (pero no matarlo, pobre animalito) para conquistar su corazón. Literalmente.
¿Conseguirá el amor por Iris sacar a Jaime de su burbuja de destrucción y soledad?
Inglaterra, siglo XI. A sus nueve años, tras la muerte de su madre y la pérdida de su hogar, Rob J. Cole se da cuenta de que tiene un don extraordinario: con solo tocar a una persona puede descubrir si está o no cerca de la muerte. Bajo la tutela de Henry Croft, cirujano barbero que recorre el país ejerciendo de curandero, su don crece, así como su pasión por la medicina.
Tras la muerte de su maestro, Rob continua con el negocio, pero el encuentro con Benjamin Merlin, un médico judío que le habla del más eminente doctor de la remota Persia, Ibn Sina o Avicena, le impulsa a hacer realidad su sueño. Movido por su pasión por sanar y dispuesto a superar cualquier obstáculo, Rob viajará a Oriente, haciéndose pasar por judío y sumergiéndose en nuevos idiomas, dispuesto a estudiar medicina en la madraza de Ispahán. Allí marcará su destino y el de su familia para siempre.
Norteamérica, siglo XIX. Vástago de una familia que ha practicado la medicina a lo largo de los años, el doctor Robert Judson Cole abandona su Escocia natal buscando un mejor futuro. Tras trabajar con el eminente cirujano Oliver Wendell Holmes, continuará rumbo al Oeste americano junto a su hijo, Robert Jefferson Cole, con el que comparte la pasión por el arte de sanar.
Padre e hijo partirán hasta la frontera de Illinois y de allí a las tierras de Gettysburg, castigadas por la guerra, un territorio que los colonos todavía no han podido arrebatar a los indios sauk. Dispuestos a estudiar las desconcertantes tradiciones curativas de los nativos americanos, aprendiendo de su cultura y sus remedios, padre e hijo parecen haber logrado asentarse. Sin embargo, no han contado con el vórtice sangriento de la Guerra de Secesión, de la que nadie puede escapar...