Cuando Akiko Yosano y su esposo recibieron la oferta de la Compañía del Ferrocarril del Sur de Manchuria para realizar un viaje por el noreste de Asia, dudaron inicialmente porque los últimos años de la década de 1920 fueron un punto álgido para las relaciones chino-japonesas debido a la expansión civil y militar japonesa en Manchuria y el norte de China. Sin embargo, ambos lograron enfrascarse en un largo viaje por esta zona, recogiendo testimonios de los pueblos y lugares donde se detenían durante su travesía. En Viajes por Manchuria y Mongolia, Akiko Yosano ofrece, además, descripciones maravillosas y detalladas de las montañas, templos y santuarios, de la belleza natural de las ciudades y calles de una China misteriosa. El testimonio de Yosano permite entender la indiferencia de los japoneses hacia la cultura china, pues son incapaces de comprenderla porque no la han vivido ni visto de cerca; por eso, ella busca experimentar por sí misma esta realidad extranjera. Así, en su narración, los chinos aparecen como un pueblo extremadamente trabajador, que sufre bajo grandes presiones y desunión interna. China se presenta como un país de gran belleza natural, que el tiempo y el expolio humano no han arruinado del todo.
Recuerdos, paisajes, figuras, escenas… Es este uno de los textos más hermosos que se ha escrito sobre nuestro país y del que se cumple un siglo desde su publicación. Una rareza en la obra juvenil de Lorca, pues precede al resto de sus obras y en él asoman ya muchos de los temas que llevará a la poesía y al teatro tiempo después: la melancolía de la memoria, el drama de la muerte, la esencialidad de los espacios, la ensoñación, la soledad de la ruina. Ciudades como Ávila o Granada, lugares silentes, casi fantasmales, que salen al paso del caminante, al igual que las iglesias, sepulcros, aldeas austeras o jardines ensimismados; a todo ello cubre con su velo poético este atento viajero que trata de fijar todas esas imágenes que le salen al paso. Su experiencia neoyorquina, que cristalizará de forma póstuma en el poemario Poeta en Nueva York, el gran libro de viajes de la literatura española del primer tercio del siglo XX, cierra vitalmente su ciclo ambulante. Se incluye, a modo de broche, su propio testimonio en la ciudad y datos extraídos de su correspondencia, pues ambos periplos por España y América, que marcaron el comienzo y el final de su vida, conforman una luminosa oda al placer de viajar que no ha perdido su belleza.
La caída en julio de 1714 del "puente más lindo de todo el Perú" y la consecuente muerte de cinco viajeros, inducen a fray Junípero, fraile franciscano, a iniciar una investigación sobre las causas del accidente. Y poco a poco, durante seis largos años, por caminos inesperados, irán entretejiendo la historia, para al final, quedar a las puertas de la muerte en la hoguera. La emocionante peripecia y la colorista reproducción del Perú de los vireyes, bajo el Imperio español no ocultan, sin embargo, una aguda exposición de lo que es esencialmente una cuestión metafísica: la naturaleza de la voluntad divina. El puente de San Luis Rey, segunda novela escrita por el maestro Thornton Wilder, tuvo una gran acogida en el momento de su publicación y ganó el Premio Pulitzer ese mismo año 1928. Desde entonces ha sido venerada por legos y críticos y sigue siendo hoy considerada como una de las grandes novelas del siglo XX. Sin duda, una auténtica perla, una pequeña obra maestra que fue llevada a la gran pantalla con Robert de Niro como protagonista.
Amores patológicos fue el primer libro de Nuria Barrios, que ahora ha vuelto a intervenir en él para celebrar los veinticinco años de su publicación. Su escritura suscitó en su momento tantos elogios como reacciones escandalizadas ante aquel mundo apasionado y excesivo, atento a la exploración del cuerpo como lenguaje del eros. Es asombroso comprobar cómo el poder perturbador de las voces de las mujeres cuando hablan de su deseo sigue hoy intacto. Decididos a que no se apague la pasión, ese estado arrebatado que es el más hermoso de una relación, los personajes de Amores patológicos terminan desarrollando patologías amorosas tan grotescas como tiernas. Un mismo fuego erótico alimenta la nueva edición de esta obra híbrida que narra historias de fetichismo y soledad, de celos y entrega, de juegos y abismos.
Una sirvienta escapa de un asentamiento inglés del siglo XVII y se adentra en el aún salvaje territorio norteamericano. Carece incluso de nombre, pero la guían su ingenio, su fe y la imperiosa voluntad de alejarse de un terrible e inexplicable suceso. Lo que encontrará en esa tierra hermosa y brutal sobrepasará los límites de su propia imaginación y hará que se tambaleen sus creencias y todo lo que había aprendido de la civilización. Un viaje poderoso y emocionante a lo desconocido y hacia la emancipación con el que Lauren Groff reflexiona sobre nuestra capacidad de adaptación y supervivencia al entorno.
Una historia de amor entre lo exótico y lo primitivo, lo bello y lo atroz
«Jordi Soler es un narrador fuera de serie». -Delphine Peras, Lire
«Una imaginación mágica y arrolladora». -Jorge Semprún
«Quizá regresó porque en cualquier lugar era una criatura hermosa y estrafalaria pero no tenía la misma singularidad, solo aquí era la reina, la diosa, la única, solo aquí era lo bello que condenaba al resto del mundo a la fealdad».
Artemisa, una hermosa mujer de ascendencia griega, vive en un pueblo perdido en la sierra de Veracruz, en un territorio entre la realidad y el mito en el que el primitivismo de la selva y la civilización del mundo occidental conviven en un equilibrio complejo. Allí todos la desean, la adoran como a una diosa, pero cualquier historia de amor con ella está abocada a la desgracia: la que relata el narrador, cuando ambos eran jóvenes, y la que tiene con un hombre mayor, violento y poderoso, que se enamora obsesivamente de ella. Obsesiva es también la relación que Artemisa establece con un ser extraño y atemorizante, un animal casi mitológico al que parece unirla una pasión desmedida que la precipita a un destino inhumano de traiciones y espanto inimaginable.
Lo exótico y lo primitivo, lo bello y lo atroz, la mitología griega y la del México prehispánico se entretejen en esta novela en la que Jordi Soler, con una prosa magnética que deja sin respiro al lector, narra la barbarie y las relaciones de amor y dependencia que desatan en estas páginas una verdadera tempestad.