Dentro de la obra literaria de Antonio Machado (1875-1939) -más allá de cualquier discusión una de las figuras señeras de la literatura española del siglo XX-, la parcela que ha alcanzado sin duda mayor difusión y más general reconocimiento es la correspondiente a su poesía. Esta antología recoge todos los temas y tonos de su lírica: los primeros poemas, en la órbita del modernismo, el descubrimiento y captación de la naturaleza castellana en su presencia soriana, sus amores con Leonor y Guiomar, su compenetración con los problemas de España y, finalmente, los últimos días del poeta, envueltos en la tragedia colectiva de éxodo y dolor de la Guerra Civil.
Creador visceral, obsesivo, subterráneo, César Vallejo (1892-1938) forma, junto con Pablo Neruda y Vicente Huidobro, la tríada indiscutible de grandes poetas hispanoamericanos de la primera mitad del siglo XX. Acompañada de un iluminador prólogo a cargo de José Miguel Oviedo, esta antología poética -que recoge íntegro el desgarrado poemario sobre nuestra guerra civil "España, aparta de mí este cáliz"-ofrece una muestra inmejorable de la obra del genial poeta peruano que tan honda huella ha ejercido en la mayoría de los poetas españoles del siglo XX.
Selección de José Miguel Oviedo
Primera edición en España de la poesía del cubano J. M. Heredia (1803-1839). Al cumplirse los 200 años de su nacimiento se hacía imperiosa la necesidad de rescatar este valioso fondo. La poesía de Heredia es el máximo exponente del aliento inicial del romanticismo en Hispanoamérica.
Con este libro se suma a la Biblioteca Saramago una obra decisiva en la trayectoria creativa del Premio Nobel Portugués, ya que Levantado del suelo reveló su plena madurez narrativa. En el Portugal rural, magistralmente plasmado en la historia de una familia del Alentejo desde 1910 hasta 1979, incluyendo la Revolución de los Claveles, asistimos a un cuadro de ignorancia, pobreza y sumisión, descrito con amargura punzante, que nos lleva desde los levantamientos y ocupaciones de fincas de comienzos del siglo XX hasta la esperanza, finalmente pasajera para los personajes, en la revolución de abril.Saramago, en perfecta posesión de sus medios, extrae del lenguaje campesino recuerdo estilísticos muy nobles, y muestra el estilo consolidado y brillante, el espléndido humor a trechos y la singular aptitud para la reconstrucción de ambientes que lo sitúan entre los principales narradores del presente.
Las casas son siete, y están vacías. La narradora, según Rodrigo Fresán, es «una científica cuerda contemplando locos, o gente que está pensando seriamente en volverse loca». Y la cordura, como siempre, es superficial. Samanta Schweblin nos arrastra hacia Siete casas vacías y, en torno a ellas, empuja a sus personajes a explorar terrores cotidianos, a diseccionar los miedos propios y ajenos, y a poner sobre la mesa los prejuicios de quienes, entre el extrañamiento y una «normalidad» enrarecida, contemplan a los demás y se contemplan. La prosa afilada y precisa de Schweblin, su capacidad para crear atmósferas intensas y claustrofóbicas, y la inquietante gama de sensaciones que recorren sus siete cuentos han hecho a este libro merecedor del IV Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero. El jurado, del que formaron parte los escritores Pilar Adón, Jon Bilbao, Guadalupe Nettel, Andrés Neuman y que estuvo presidido por Rodrigo Fresán, valoró en Siete casas vacías la precisión de su estilo, la indagación en la rareza y el perverso costumbrismo que habita sus envolventes y deslumbrantes relatos.
El 13 de agosto de 1476, Cristóbal Colón naufraga en aguas de Portugal. El futuro almirante acaba de cumplir veinticinco años. Milagrosamente, alcanza la costa sano y salvo, y se refugia en Lisboa, en casa de su hermano menor, Bartolomé, que ejerce el oficio de cartógrafo. Durante años, los dos hermanos trabajan juntos para preparar el viaje con el que Cristóbal sueña desde la adolescencia: llegar a Cipango (Japón) y el imperio del Gran Kan. Pero en lugar de seguir la ruta habitual, la de la seda, hacia el este, pretenden surcar el océano Atlántico rumbo al oeste. Y al hilo de este relato que narra, desde un punto de vista inédito, cómo fue posible la fabulosa aventura de descubrimiento de América, desfilan, entre muchos otros, un maestro cartógrafo, un rinoceronte, un fabricante de viudas, una prostituta, el siempre fascinante Marco Polo, fray Bartolomé de Las Casas y unos temibles perros devoradores de indios.