La primera entrega de la trilogía de J. R. R. Tolkien El Señor de los Anillos. Empieza tu viaje a la Tierra Media. Edición revisada.
Un héroe inesperado. Una misión peligrosa. La mayor aventura que jamás te hayan contado.
En la adormecida e idílica Comarca, un joven hobbit recibe un encargo: custodiar el Anillo Único y emprender el viaje para su destrucción en la Grieta del Destino. Acompañado por magos, hombres, elfos y enanos, atravesará la Tierra Media y se internará en las sombras de Mordor, perseguido siempre por las huestes de Sauron, el Señor Oscuro, dispuesto a recuperar su creación para establecer el dominio definitivo del Mal.
No te pierdas la comedia romántica inspirada en la película Como perder a un chico en 10 días.
Lana Parker es experta en tener parejas serias. Desde su primera ruptura en el instituto, ha encadenado una tras otra. Incluso escribe una columna sobre citas y relaciones en una web de moda de Los Angeles.
Seth Carson ha pasado media vida recorriendo el mundo como periodista freelance. Al aceptar un trabajo en la misma web, se reencuentra con Lana, con quien coincidió en el instituto. Aunque la atracción que siente por ella es inevitable, él es un hombre sin ataduras.
Cuando la jefa de ambos, bajo la promesa de un ascenso, les insta a escribir una serie de artículos en los que deberán ponerse en los zapatos del otro… no solo sus carreras estarán en juego, sino también sus corazones.
¿Pueden tres citas derribar las murallas de un corazón?
Clare lo tiene todo menos un corazón. Se lo rompieron de adolescente y, desde entonces, se ha dedicado a evadir las relaciones y así evitar que vuelvan a jugar con ella. Tiene líos de una noche y su lema es: No repetir.
Lucas es su opuesto: un romántico empedernido que salta de una relación formal a otra.
Son amigos, y se atraen. Deciden tener sexo. Pero Lucas le pide tres citas antes de acostarse esa única vez, como pretende Clare. Tres citas en las que él intentará derribar las murallas alrededor de su corazón.
A Lola, viajar a Minnesota para trabajar como niñera y poder mejorar su inglés le pareció una idea perfecta.
Lo que no esperaba era que los niños de los que le tocaría hacerse cargo fuesen
LA MISMÍSIMA REENCARNACIÓN DEL MAL.
Bueno, tal vez suena un poco dramático…
Pero sí que son un verdadero desafío para ella y su temperamento.
A veces fantasea con perderlos de vista un rato para tener un respiro, pero nunca imaginó que la magia de la Navidad haría realidad su inocente deseo.
Como un organismo vivo, el clan Caskey crece y se transforma. Unos tendrá que enfrentarse a la muerte, otros serán bendecidos con la vida. A través de acercamientos inesperados cambiarán las relaciones y el odio, finalmente, quedará enterrado. Miriam dirige ahora el aserradero y saca buen rédito de sus gestiones. Todo Perdido celebrará un sorprendente y milagroso descubrimiento. Pero, ¿servirá de algo la repentina fortuna cuando la naturaleza empiece a reclamar lo que es suyo?
Durante una madrugada de 1995, Shy, un chico de dieciséis años, decide escapar del reformatorio para delincuentes juveniles Última Oportunidad. Cargando con una mochila llena de piedras y «una pesada bolsa de lamentos», se adentra en la oscura campiña inglesa. La música que sale de su walkman se mezcla con sus intensas pesadillas nocturnas, con los sonidos de una noche que parece encantada, y con las voces de su madre, de su padrastro, de profesores, de gente a la que ha hecho daño y de gente que, a pesar de todo, intenta quererle. Harto de una vida llena de dificultades y altercados, se dirige hacia un futuro incierto sobre el que pesa una enorme pregunta.
Shy es el impactante viaje, a través de una sinfonía poética que solo Max Porter podía componer, a la mente y al cruel universo de un adolescente atormentado. En esta bella y conmovedora novela, número uno instantáneo en la lista de los más vendidos en Reino Unido, se dan la mano la culpa y la rabia, la imaginación y los fantasmas, la infancia y la pérdida de la inocencia, en una historia que trata sobre perderse en la oscuridad y darse cuenta de que quizás uno no estaba tan solo.