Richard VanRyan lo tiene todo.
Una mujer estupenda, una familia preciosa, grandes amigos y una carrera meteórica. Está cabalgando alto en la cima de la vida.
¿Qué pasará cuando el viaje se detenga, cuando lo impensable se haga realidad y la vida nunca vuelva a ser la misma?
El contrato ha cambiado.
¿Podrán Richard y Katherine superar la enmienda?
En esta novela hay un viejo quiosquero llamado Borges que elucubra sobre la existencia de Dios y tiene extrañas visiones. En una de esas visiones entrevé a una banda de polacos, siete en concreto —acaso como los siete locos de Roberto Arlt—, que son polacos no porque hayan nacido en ese país, sino porque son rubios y de piel blanca en un país de gente de tez morena.
Los siete polacos son siete chavales que, espoleados por la Yesi —la Polaca llamada también la Colorada porque no es rubia, sino pelirroja y la más blanca de todos—, deciden encontrar un objetivo en la vida: hacer el bien, ayudar al prójimo. Acuden entonces a la iglesia del pueblo y convencen al sacerdote —y este al obispo— para que los apoyen en su misión, y empiezan a ser conocidos como los Wojtyla. Pero este cometido, maquinado por la Yesi, oculta un plan secreto y maquiavélico que pretende vengar el motivo que originó el color de su piel y su condición de polaca.
Los Ángeles, 1981. A sus diecisiete años, Bret está a punto de empezar su último curso de secundaria en Buckley junto a su exclusivo y sofisticado grupo de amigos: Thom, Susan y Debbie, novia de Bret, experimentan con el sexo, el alcohol y las drogas mientras aprovechan los últimos días de verano. Pero este sueño paradisiaco se desmorona con la llegada de un nuevo alumno: Robert Mallory es brillante, guapo y carismático, pero algo en él no encaja, y nadie más que Bret parece darse cuenta de que ese algo podría estar relacionado con la aparición del Arrastrero, un asesino en serie que amenaza a los adolescentes de la ciudad y a sus mascotas.
El autor de American Psycho y Menos que cero nos brinda un emocionante y provocador viaje a su yo adolescente, un viaje cargado de un insaciable deseo sexual y de celos, obsesión y rabia asesina. Los destrozos es una absorbente historia sobre la pérdida de la inocencia y el complicado paso a la vida adulta, y también un vívido y nostálgico retrato de la década de los ochenta.
En 1970, Jim Harrison tiene la edad con la que murió Cristo y lleva encima la cruz del alcoholismo y la depresión. Primero perdió un ojo y luego a su hermana del alma y a su padre, arrollados por un conductor borracho. Está cansado de ganarse el pan dando clases de Literatura a chavales pijos de la Costa Este, de modo que lee a Lorca y a Rimbaud como si la vida se le fuera en cada verso y sale a pescar a lugares remotos como si así pudiera alejarse de sí mismo. Hasta que un día tiene un accidente en la montaña: cae por un acantilado y se destroza la columna vertebral. Deberá guardar cama durante meses y no está claro que vuelva a caminar. Podría ser el final.
O el principio. Harrison pasó los dos meses siguientes postrado y escribiendo día y noche en la vieja Remington de su padre. El resultado fue «Lobo», una novela arrolladora, furiosa y bellísima, por momentos brutal, y lúcida en cada línea. En palabras del propio Harrison, «Lobo» (subtitulada «Unas memorias falsas») «es la historia de un hombre joven que ha hecho demasiadas imbecilidades en su vida y se retira a los bosques para encontrarse a sí mismo y, sobre todo, para encontrar un lobo». En ella descubrimos los grandes temas del mejor Harrison: la celebración de la naturaleza y la crítica a la degradación del mundo salvaje bajo el imperio del capital, los personajes heridos de muerte por la soledad, eternos vagabundos y marginales, desencantados con el progreso de una civilización ciega y enfebrecida, que buscan en el whisky, la marihuana y el sexo al menos un instante de sosiego. Pero lejos de idealizar esa naturaleza en la que parece refugiarse, Harrison hace brotar de sus profundidades toda la violencia y el miedo que alberga su alma. Un lobo siempre será un lobo.
Además de ser una de las principales figuras literarias del siglo xx y ganador del Premio Nobel de Literatura de 1923, William Butler Yeats es el mayor poeta lírico que ha producido Irlanda. Yeats creó una vasta colección de historias, canciones y poesía del pasado histórico y legendario de Irlanda. Esta recopilación incluye un gran número de obras, piezas que le han valido a Yeats el reconocimiento como uno de los más grandes poetas de su tiempo. La ilustradora Sandra Rilova nos lleva al universario literario de Yeats a través de cuarenta poemas esenciales.
El amor es más poderoso que los secretos,
pero también más peligroso.
Teresa Hamilton lleva un año complicado: está enamorada de Jase, el mejor amigo de su hermano Cam, pero no se hablan desde que compartieron un beso increíble, de los que te cambian la vida para siempre. Y ahora una lesión amenaza con poner fin a su carrera como bailarina. Así que decide poner en marcha el plan B: ir a la universidad.
Jase Winstead guarda un secreto que no puede revelar a nadie. Ni siquiera a la guapísima hermana de su mejor amigo. Aunque es cierto que besar a Tess ha sido lo más intenso que ha experimentado jamás, no tiene tiempo para una relación..., pero no puede dejar de pensar en los labios de la única chica que podría complicarlo todo.
Cuando una tragedia sacude el campus, ambos tendrán que decidir qué están dispuestos a arriesgar para estar juntos... o a perder si no lo consiguen. ¿Podrá Tess convencer a Jase de que lo que hay entre ellos es mucho más que un único beso?