UN PLAN IMPOSIBLE
Todo lo que Aura Reyes necesita es continuar con vida diez minutos más.
No es tarea fácil.
Las otras son cuatro, son más fuertes y ella —una fifigura acorralada en el patio de la cárcel— nunca ha sabido defenderse demasiado bien.
O tal vez sí.
UNA HUIDA SIN TREGUA
Porque Aura tiene que recuperar a sus hijas. También a sus amigas.
Y por eso ha trazado un plan que arranca dentro de diez minutos.
Así que no.
No tiene ninguna intención de morir hoy.
DEJARSE ATRAPAR NO ES UNA OPCIÓN
Los discursos del gran escritor reunidos por primera vez en un libro.
Miguel Delibes pronunció su primer discurso en el acto de su recepción en la Real Academia Española en 1975, y con el tiempo resultó una joya literaria con un mensaje más vigente que nunca y sin duda uno de los grandes temas de su obra: cómo el progreso moderno puede destruir la naturaleza y, con ella, un componente esencial de nuestra humanidad. Leer a Delibes nos impulsa a reflexionar sobre asuntos tan diversos como la ecología, la libertad de expresión o la dimensión ética de la escritura. En estos textos hallaremos el placer de la palabra precisa, la que nombra la realidad con la exactitud y la belleza sin igual que ya conocemos del Delibes narrador, y que nos rescata de la comodidad del no pensar que impera en la sociedad actual.
Los discursos del gran escritor nos invitan a descubrir un género que abarca el pensamiento de todo un clásico contemporáneo.
Guinea ve truncada su carrera como profesora en una universidad de Estados Unidos tras salir a la luz su relación con un alumno mucho más joven que ella. Huyendo del escándalo y en busca de una nueva vida llega al aeropuerto de Buenos Aires, donde descubre que se ha producido un apagón general. Con el teléfono sin red, es incapaz de localizar su destino. Un hombre inquietantemente amable la conduce por la ciudad y le propone alojarse con él y con su hijo adolescente, Vladimir, mientras continúe la situación. Sin combustible ni alimentos, la calle se vuelve un escenario peligroso: todos contra todos. Sin embargo, la mayor violencia late invisible dentro de la casa donde los tres conviven junto a dos perros. Guinea y Vladimir sienten pronto una complicidad que los enfrenta al padre. Otra vez un deseo turbio que ordena y produce el caos, un deseo más fuerte que la sangre y el amor.
Vladimir es una novela profundamente perturbadora, un thriller emocional y erótico en el contexto de un mundo que se apaga.
El corredor es un alarido de metal y literatura cuya virtud primordial es llevar al lector a un paroxismo, a esa exaltación propia de los derviches y pilotos cuyos bólidos están avizorando, en fracciones de segundo, la pared donde habrán de estrellarse, el fuego donde serán desgarrados por engranajes y ángulos enfurecidos. Alejandro Vázquez Ortiz ha logrado escribir un mecanismo narrativo cromado, con varias capas de pintura, donde conviven la violencia y la desesperación, donde el vértigo y el vacío son las únicas certezas. Aceite quemado, autopistas interminables que brillan en el desierto como pistones al rojo vivo, un terraplén de grava y concreto habitados por automóviles, sangre y dolor. Esta novela no es ajena a un fetichismo, no es ajena a nosotros, humanos al borde de todo. Y eso es lo que la vuelve memorable.
En el Manhattan de los noventa, Victor Ward, un modelo con abdominales esculpidos y amistades influyentes, es visto y fotografiado en todas partes, incluso en lugares en los que nunca ha estado y con personas que ni siquiera conoce. En vísperas de la inauguración del club nocturno más cool en la historia de la ciudad de Nueva York, Victor es atraído, de manera gradual e imperceptible, hacia un espejo sombrío de la alta sociedad hasta sentirse atrapado y sin salvoconducto de regreso. Pero al volver al lado conocido descubre que no había espejo, ni vía de escape, ni otro mundo a excepción de este en el que los hoteles implosionan y los aviones caen desplomados del cielo.
Valiéndose de la hábil sátira y el ingenio salvaje que caracterizan su escritura, Bret Easton Ellis borda las transiciones de lo cómico a lo surrealista, de lo horrible a lo humano, y va más allá de la mera fachada presentándonos una tenebrosa realidad donde la fama, el terror y el caos se encuentran y empiezan a parecerse demasiado a la apariencia de nuestras vidas. Una novela que define el siglo XX americano en su tiempo de descuento.
Roma, año 77 a.C. El cruel senador Dolabela va a ser juzgado por corrupción, pero ha contratado a los mejores abogados, ha comprado al jurado y, además, es conocido por usar la violencia contra todos los que se enfrentan a él. Nadie se atreve a ser el fiscal, hasta que de pronto, contra todo pronóstico, un joven patricio de tan solo veintitrés años acepta llevar la acusación, defender al pueblo de Roma y desafiar el poder de las élites. El nombre del desconocido abogado es Cayo Julio César.
Combinando con maestría un exhaustivo rigor histórico y una capacidad narrativa extraordinaria, Santiago Posteguillo logra sumergir al lector en el fragor de las batallas, hacerle caminar por las calles más peligrosas mientras los sicarios de los senadores acechan en cualquier esquina, vivir la gran historia de amor de Julio César con Cornelia, su primera esposa, y comprender, en definitiva, cómo fueron los orígenes del hombre tras el mito.