Un recopilatorio de la correspondencia de Ray Bradbury, uno de los escritores y creativos más conocidos de nuestro tiempo.
Ray Bradbury fue uno de los escritores y creativos más conocidos de nuestro tiempo. Ahora, por primera vez, se recoge y publica su correspondencia en una selección que abarca desde sus años de adolescencia hasta su vejez. Una correspondencia que, además, fue de gran alcance: Bradbury interactuó con una muestra nutrida de grandes figuras culturales del siglo XX.
Jonathan R. Eller, erudito y biógrafo del autor, se ha encargado de recopilar este volumen mostrando la progresión de Bradbury a través de la vida tal como él la conocía, y no necesariamente como el público lo percibía. A las cartas enviadas y dirigidas a mentores y otros escritores les sigue correspondencia con directores de cine como John Huston, François Truffaut y Federico Fellini.
También encontramos cartas dirigidas a editores y agentes, así como otras misivas que capturan momentos de reconocimiento nacional e internacional, las sombras de la guerra y la intolerancia que motivaron algunos de sus mejores escritos, y la relación con los amigos y familiares que compartieron los recuerdos de su vida.
Dos villanos, una chica y una batalla mortal para conseguir un final feliz.
Evangeline Fox viajó al Glorioso Norte buscando su «felices para siempre» y parece que lo ha conseguido: está casada con un atractivo príncipe y vive en un castillo legendario. Pero no tiene ni idea del devastador precio que ha pagado por ese cuento de hadas. Desconoce lo que ha perdido y su marido va a asegurarse de que no lo descubra nunca. pero antes debe matar a Jacks, el Príncipe de Corazones.
En esta obra, la cautivadora y esperada conclusión de la trilogía Érase una vez un corazón roto, se derramará sangre, se robarán algunos corazones y el amor verdadero será puesto a prueba.
En la Sudáfrica colonial del siglo XIX, dos niñas blancas de origen inglés nacen y se crían en una granja. La hermana mayor se casa con un exitoso hombre de negocios, pero, dueña de un espíritu curioso y adelantado a su época, no dejará nunca de luchar por la igualdad en el matrimonio. La hermana menor, en cambio, tras sufrir abusos a los quince años por parte de su tutor, se verá condenada al ostracismo y buscará la manera de desaparecer de la faz de la tierra.
De hombre en hombre es una apasionante novela sobre el amor fraterno, el colonalismo y la subyugación de las mujeres en la sociedad victoriana. Su autora, Olive Schreiner, una de las escritoras más célebres de la Sudáfrica colonial de finales del siglo XIX y principios del XX, trabajó en ella durante más de cuarenta años, hasta su muerte en 1920. Además de ser conocida por sus novelas y crónicas sobre las costumbres sudafricanas, fue una pionera del feminismo y una gran reformadora social antirracista. Seis años después de su muerte, una versión inacabada de esta novela logró ver la luz. Casi un siglo después, el premio Nobel J.M. Coetzee redescubre este gran clásico, inédito hasta ahora en lengua española y, guiado por una profunda admiración por «el genio literario de Schreiner», decide editarlo y añadirle un final acorde a nuestros tiempos.
Las cartas de un gran escritor cuentan la historia de una vida que corre paralela a su obra. Las de Irène Némirovsky esbozan inicialmente el retrato de una joven apasionada que descubrió el gozo de sus primeras aventuras y la alegría de estudiar en la Sorbona en los felices años veinte. Luego van conformando una imagen más firme, la de una mujer brillante, preocupada y decidida, que se convertiría en la consumada novelista de El baile y David Golder. Una etapa en la que habla con su «querido maestro» Gaston Chérau, grandes editores y autores de la época sobre la escritura, los libros y el cine, por supuesto, pero también sobre las pequeñas cosas que componen la cotidianidad. A partir de 1938, el tono se vuelve menos desenfadado, hasta julio de 1942, cuando la correspondencia se interrumpe de forma brusca tras la trágica detención de Irène Némirovsky. Familiares, amigos, editores y admiradores toman entonces la pluma, intentando salvarla como sea y mantener vivos sus textos.
Ariah Erskine se despierta el 12 de junio de 1950 entre mullidas almohadas, toallas bordadas y el suave arrullo de las cataratas del Niágara, donde se ubica su hotel. Es el primer día de lo que espera que sea una magnífica luna de miel con su marido. Pero al otro lado de la cama solo encuentra un lugar vacío. Tras unos días de afanosa búsqueda, la joven acepta que es ahora la viuda de un suicida y trata de rehacer su vida.
Hallará consuelo en Dirk Burnaby, que se convertirá en su segundo marido, y se establecerá con él en una casa cerca de las cataratas. Con el nacimiento de sus tres hijos, el retrato de familia feliz parece estar al completo, pero las aguas del Niágara aún no se han calmado y, con el tiempo, volverán a reclamar a sus víctimas.
Soy ateo. Soy anticlerical. Soy un laicista militante, un racionalista contumaz, un impío riguroso. Pero aquí me tienen, volando en dirección a Mongolia con el anciano vicario de Cristo en la Tierra, dispuesto a interrogarle sobre la resurrección de la carne y la vida eterna. Para eso me he embarcado en este avión: para preguntarle al papa Francisco si mi madre verá a mi padre más allá de la muerte, y para llevarle a mi madre su respuesta. He aquí un loco sin Dios persiguiendo al loco de Dios hasta el fin del mundo».
Este es el arranque fulgurante de este libro único, que nadie había tenido la oportunidad de escribir, entre otras razones porque el Vaticano jamás le había abierto de par en par sus puertas a un escritor. Pero, además de único, este es un libro de plenitud, donde su autor logra convertir una propuesta insólita en un relato propio y magistral: un thriller sobre el mayor misterio de la historia de la Humanidad. Con esta novela sin ficción, Javier Cercas vuelve a su línea más personal, en la que logra enlazar sus obsesiones íntimas con una de las preocupaciones fundamentales de la sociedad actual: el papel en la vida humana de lo espiritual y lo transcendente, el lugar en ella de la religión y el ansia de inmortalidad.