En noviembre de 1914, tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, Stefan Zweig anotó en sus Diarios: "He tenido que escribir a Romain Rolland, necesitaba desahogarme con un amigo. Aquí nadie me entiende: carecen de la voluntad firme de ser justos". Y precisamente ese elevado sentido de la justicia, así como su fervorosa defensa del pacifismo y de los ideales humanistas, unió al futuro Nobel francés con su más fiel discípulo austríaco. Ambos se pronunciaron públicamente contra la contienda, denunciando en sus cartas las noticias falsas, el odio entre naciones y el egoísmo de los que guardan silencio.
El 16 de julio de 1990, Liliana Rivera Garza, mi hermana, fue víctima de un feminicidio. Era una muchacha de 20 años, estudiante de arquitectura. Tenía años tratando de terminar su relación con un novio de la preparatoria que insistía en no dejarla ir. Unas cuantas semanas antes de la tragedia, Liliana por fin tomó una decisión definitiva: en lo más crudo del invierto había descubierto que en ella, como bien lo había dicho Albert Camus, había un invencible verano. Lo dejaría atrás. Empezaría una nueva vida. Haría una maestría y después un doctorado; viajaría a Londres. La decisión de él fue que ella no tendría una vida sin él.
Hace apenas un año decidí abrir las cajas donde depositamos las pertenencias de mi hermana. Su voz atravesó el tiempo y, como la de tantas mujeres desaparecidas y ultrajadas en México, demandó justicia.
El invencible verano de Liliana es una excavación en la vida de una mujer brillante y audaz que careció, como nosotros mismos, como todos los demás, del lenguaje necesario para identificar, denunciar y luchar contra la violencia sexista y el terrorismo de pareja que caracteriza a tantas relaciones patriarcales.
«Un volumen de versos no es otra cosa que una sucesión de ejercicios mágicos. El modesto hechicero hace lo que puede con sus modestos medios. Una connotación desdichada, un acento erróneo, un matiz, pueden quebrar el conjuro.»
Al momento de su publicación en 1977 Borges sostiene que este es su libro más íntimo. Los veinticinco poemas y seis textos en prosa que reúne lo confirman. En casi todos ellos, unas veces de modo explícito, otras de forma evocada, puede leerse algo del orden de lo personal declinado en sus temas más caros. La eternidad, los espejos, los tigres, el amor, el tiempo, los cuchilleros, lo que es frente a lo que pudo haber sido, la mitología, los clásicos, la noche: "Nunca sabremos quién forjó la palabra / para el intervalo de sombra / que divide los dos crepúsculos; / nunca sabremos en qué siglo fue cifra / del espacio de estrellas". Borges afirma aquí que nunca salió de la biblioteca de su padre, el hecho capital de su vida; así, la abundancia de referencias librescas en este volumen es otra forma de indicar lo íntimo.
Las vidas de Gloria Felipe y de Nuria Valencia se entrelazan en torno al robo de una niña pequeña que conmociona a la capital mexicana en la década de 1940. Por medio de una narradora que (en sus propias palabras) «no canta mal las rancheras», somos testigos de la batalla de los Miranda Felipe por recuperar a la menor de sus integrantes y de la crianza angustiosa de los Fernández Valencia para salvar a su propia niña de un peligro potencial que la policía no ha podido frenar y los medios reportan con el tono de un thriller.
Atravesada por diversas imágenes de agua –en forma de lluvia, mar, brisa, estanque o charco– que reflejan el estado anímico de sus personajes, Soñar como sueñan los árboles ofrece una mirada crítica de los mandatos de la maternidad, y muestra también las posibilidades de rebeldía y autodeterminación que abrieron las mujeres del medio siglo para nosotras. El sentido del humor sagaz y punzante de Brenda Lozano hace imposible soltar el libro hasta llegar a sus últimas páginas.
Con la llegada del verano, Zaira deja de lado su faceta de maestra para echar una mano en el chiringuito que su familia regenta en la playa de Benalmádena. Son los meses de más trabajo, pero también de más beneficio para sus primos, con los que mantiene una estrecha relación desde que se quedaron huérfanos.
Sin embargo, una oleada de racismo sacude a esta familia gitana cuando uno de sus miembros es acusado de un grave delito. Con el apoyo de sus parientes y amigos, Zaira tratará de dilucidar la verdad y proteger a quien más quiere de ese odio irracional y descontrolado que los amenaza sin piedad.
«Llegó Cirro, el tiempo escampa».
Cantero es un joven desorientado y sin voluntad que no sabe qué hacer con su vida. Perdió a sus padres y ha sido expulsado de la casa de su tío, que se siente traicionado por él. Vive a la que salta y acaba a merced de Cirro Cobalto, un personaje que lo enreda de mala manera y lo mantendrá bajo sus órdenes con extrañas encomiendas. Otros dos misteriosos personajes, Denís y Lombardo, intervendrán en los acontecimientos que le llevarán a las más inesperadas situaciones, entre el riesgo y la irrealidad de lo que pudiera parecerse a una disparatada película.
El amo de la pista es una novela plena de ingenio e imaginación prodigiosa sobre la vulnerabilidad y la capacidad de manipulación de los seres humanos y la peligrosa fascinación de los mistificadores. Una fábula que puede inquietarnos, si pensamos en el mundo en el que estamos gobernados. En ella, Luis Mateo Díez se muestra de nuevo como uno de los creadores más originales de la literatura española actual.