«El entusiasmo y la capacidad de identificación que Jane despierta resultan tan profundos que la interpretación contemporánea ha colocado a la escritora en el centro de su familia, de su sociedad e incluso de su tiempo, y la contempla y debate sobre ella, sus gustos, sus amoríos, sus desgracias o sus características literarias conforme a la importancia de la que en la actualidad goza. Es agradable que el tiempo compense algunas de las crueldades con las que la Historia afligió a las autoras del siglo XIX, pero insistir en esa versión nos lleva a perdernos una de las miradas más interesantes, más inteligentes y peor comprendidas de la historia de la literatura».
Fruto de la amistad y de un afán poético innovador son las "Baladas líricas" de William Wordsworth y Samuel Taylor Coleridge, consideradas además como el "manifiesto del romanticismo inglés". De este modo, "Baladas líricas" resultó ser uno de los libros más trascendentales y revolucionarios de la poesía inglesa. Wordsworth y Coleridge, defensores de lo individual y lo concreto, proponen en sus "Baladas líricas" una innovación radical con respecto a la poesía que se había hecho hasta entonces.
Estamos en los años sesenta y Ken Kesey, el autor de "Alguien voló sobre el nido del cuco", ha reunido a su alrededor a los «bromistas», una desmadrada corte de jóvenes radicales embarcados en novísimos proyectos de vida. Recorren los Estados Unidos de costa a costa en un autobús que conduce Neal Cassady (el mítico Moriarty de En el camino, de Kerouac, amado por Allen Ginsberg y por algunos de los mejores espíritus de su generación), y celebran la vida, el éxtasis orgiástico, las drogas que abren las puertas de la percepción. Y tienen a las fuerzas del orden y al F.B.I. en los talones... La utilización de monólogos interiores, diálogos y múltiples puntos de vista, recursos todos ellos provenientes de la literatura de ficción, combinados con técnicas propias del periodismo, como la investigación exhaustiva, las entrevistas minuciosas, el gusto por «la exclusiva» y un ojo agudísimo para el detalle revelador, dan como resultado este espléndido "Ponche de ácido lisérgico".
Gabri, una chica de diecisiete años, se rebela, con toda la fuerza confusa de la adolescencia, contra una madre indiferente, una mujer coqueta en decadencia que lidia con su último amor. Con el París de los felices años veinte como telón de fondo, la historia sigue el terrible aprendizaje de Gabri sobre una feminidad dividida entre deseos nacientes y una soledad irreductible, donde el rostro de la persona odiada se vuelve cada vez peor para la joven.
Una novela de iniciación en la que Irène Némirovsky no perdona a esta madre que guarda un sorprendente parecido con la suya y cuyo retrato pinta como una coqueta tan vanidosa como cruel.
Cuando Sophie descubre, justo antes de casarse, que la han engañado (¡otra vez!), decide que es hora de tomar medidas drásticas. En lugar de cancelar la boda, contrata a un atractivo desconocido -Max- para interrumpir la ceremonia y confrontar a su prometido.
No es la boda que ella había planeado, pero Sophie disfruta con la venganza. Así que, cuando Max le propone trabajar con él para ayudar a otras personas a exponer a sus parejas infieles, Sophie acepta.
Llega un día en el que ambos son contratados por un hombre que está a punto de casarse con la chica que una vez le rompió el corazón a Max, Sophie espera que este disfrute del trabajo, pero, en cambio, Max parece seguir teniendo sentimientos por su ex. Y aún peor, Sophie está celosa.
Creador de una de las obras más decididamente originales de la literatura latinoamericana, precursor del microrrelato y autor galardonado con premios tan importantes como el Magda Donato (1970), el Villaurrutia (1975), el Juan Rulfo (1997) o el Príncipe de Asturias de las Letras (2000), Augusto Monterroso -nacido en Guatemala en 1922 y exiliado en México desde 1944 hasta su fallecimiento en 2003- es artífice de relatos, ensayos y fábulas que, basados en una enorme capacidad de observación, se plasman en una prosa de singular precisión afinada por la paradoja y un sutil humor. Los cuentos reunidos en este volumen -provenientes de "Obras completas (y otros cuentos)", "Movimiento perpetuo" y "La palabra mágica"- son una muestra significativa de la maestría de Monterroso en el relato breve, dominio en el que revela, bajo una engañosa simplicidad, una inagotable capacidad de fabulación unida a un consumado oficio de escritor.