Eragon y su dragona, Saphira, acaban de impedir que las poderosas fuerzas del rey Galbatorix, cruel regente del Imperio, destruyan para siempre el ejército rebelde de los vardenos en Farthen Dur, la ciudad montaña de los enanos.
Pocos días después de la sangrienta batalla contra los urgalos, Eragon y Saphira tienen que viajar a Ellesméra, el país de los elfos, para continuar con su formación en la magia y la lucha con la espada, las dos habilidades especiales de los Jinete de Dragón, para poder enfrentarse al malvado Rey.
Los acompañarán Ayra, la elfa, y Orik, el enano, en un viaje plagado de descubrimientos y aventuras, con parajes fabulosos y nuevas amistades. Pero el caos y la traición los acecharán sin descanso, y Eragon no sabrá en quién confiar.
Entre tanto, los sones inconfundibles de la guerra tienen en vilo al reino de Alagaësia. Las espadas se afilan y las nubes de oscuridad presagian terror y muerte.
En el reino legendario de Alagaësia la guerra se está gestando. Los Jinetes protectores de la paz del Imperio y los únicos capaces de controlar a los inteligentes dragones, se han extinguido o han pasado a formar parte de las tropas del malvado rey Galbatorix. Los elfos hace tiempo que se han exiliado a un lugar oculto y los vardenos, un grupo disidente, se ocultan en ciudades protegidas. Cuando Eragon, un joven de 15 años que vive en una pequeña aldea, se encuentra con una piedra preciosa en medio del bosque a donde ha ido a cazar, poco se espera que ese suceso vaya a cambiar su vida y el destino de Alagaësia. Lo único que desea es venderla para así asegurar la subsistencia de su familia durante el duro invierno. Sin embargo, una noche la gema se rompe y lo que sale de ella lo llevará a un viaje que lo convertirá en héroe. ¿Podrá Eragon tomar la responsabilidad de los legendarios jinetes de dragones? La esperanza del Imperio descansa en sus manos...
Misery Chastain ha muerto. Paul Sheldon la ha matado. Con alivio y hasta con alegría. Misery lo ha hecho rico. Porque Misery es la heroína que ha protagonizado sus exitosos libros.
Paul quiere volver a escribir. Algo diferente, algo auténtico. Pero entonces sufre un accidente y despierta inmóvil y atravesado por el dolor en una cama que no es la suya, tampoco la de un hospital.
Annie Wilkes lo ha recogido y lo ha traído a su remota casa de la montaña. La buena noticia es que Annie había sido enfermera y tiene medicamentos analgésicos. La mala es que ha sido durante mucho tiempo la fan número uno de Paul. Y cuando descubre lo que le ha hecho a Misery Chastain, no le gusta. No le gusta en absoluto.
Antes, Paul Sheldon escribía para ganarse la vida.
Ahora, Paul Sheldon escribe para sobrevivir.
El cuarto y último volumen delDiariose inicia con una Francia en guerra. Siguen años de zozobras nacionales y personales. André Gide decide dar un paso al costado de la vida pública regida por la ocupación y, durante el conflicto, retirarse a vivir en la Costa Azul, Túnez y Argelia, lugares en los que se vuelve patente su aislamiento. Con la liberación, puede volver a París, pero le cuesta encontrar su sitio en un ambiente intelectual sumamente politizado y polarizado. Más que nunca, la escritura íntima es un refugio, el contrapunto privado de galardones públicos como el doctorado honorífico otorgado por la Universidad de Oxford y el Premio Nobel.
Con una barroca y sabia combinación de filosofía, religión, política, historia y ecología, La Casa Atreides, primera parte de «Preludio a Dune», revela cruciales detalles de la genealogía de los principales personajes de la saga «Dune», centrando su trama en la Casa Atreides y en el desértico planeta Dune, que contiene la melange, la especia indispensable para los viajes espaciales y el desarrollo de los poderes psicosensoriales.
En Dune gobiernan los crueles Harkonnen, pero en el palacio imperial de Kaitain el príncipe heredero Shaddam y su pérfido consejero Fenring planean obtener melange sintética y envenenar al emperador Elrood.
Una emocionante novela de aventuras que nos transporta al exótico universo creado por Frank Herbert, ya conocido por sus seguidores, y que introducirá a los nuevos lectores en un incomparable mundo cuyo futuro pende de un delgado hilo.
Pocas obras se explican tan bien desde la biografía de su autor como la de Francis Scott Fitzgerald. Nadie como el encarnó la euforia de la Era del Jazz y, posteriormente, la depresión del Crack del 29. Conoció el exito temprano y fulgurante y sin embargo en sus últimos años sufrió el fracaso y el olvido. Aunque Fitzgerald siempre consideró sus cuentos literatura alimenticia, vistos con la perspectiva del presente constituyen una parte fundamental de su obra y se inscriben en la gran tradición cuentística de los Estados Unidos. Esta antología recoge los mejores cuentos de sus distintas epocas.