BRETAÑA, AÑO 777. En la abadía de Vectis crece Octavus, un niño sobre el que pesa una maldición: es el séptimo hijo y la leyenda le vaticina poderes diabólicos. Octavus comienza a escribir una lista con fechas y nombres sin sentido. Cuando uno de los nombres y su fecha coinciden con una muerte en la abadía, el miedo se apodera de los monjes. Siglos después, los miembros de la Orden de los Nombres, descendientes todos de aquel niño, siguen escribiendo sin descanso para completar un misterioso listado de nombres y fechas hasta que empiezan a suicidarse.
Estados Unidos, en la actualidad. Nueve personas han aparecido muertas en Nueva York, desconocidos que nada tenían en común. Solo una cosa les unía: todas las víctimas recibieron postales de ataúdes, que anunciaban el día en que morirían, poco antes de su fallecimiento. Son las aparentes víctimas de un asesino en serie difícil de atrapar, cuyas muertes desafían toda lógica.
David Buchanan, miembro de uno de los grupos de presión más influyentes de Washington, emplea métodos sucios para financiar causas tan honorables como la cooperación internacional o la protección del medio ambiente. Robert Thornhill, un alto cargo de la CIA, descubre el juego y empieza a chantajear a Buchanan. También él lucha por lo que considera una causa justa: devolver a la CIA el prestigio que tuvo en otro tiempo. La situación se ha vuelto insostenible desde que el FBI controla cada una de sus acciones. Una tercera persona implicada opina que el asunto ha ido demasiado lejos. Faith Lockhart, mano derecha de Buchanan, se niega a que prosperen los sueños megalómanos de Thornhill y decide confesarlo todo al FBI. A partir de ese momento, su vida tiene un precio.
Eso es lo que la joven Sky descubre cuando su camino se cruza con el de Dean Holder, un chico conflictivo que tiene la irritante habilidad de despertarle emociones que ni siquiera comprende. Es capaz de aterrorizarla, y al mismo tiempo cautivarla, con una simple mirada o un roce apenas perceptible. Sky comienza a darse cuenta de que Dean atesora una importante pieza de su pasado; un pasado oculto, turbulento y borroso. Pero él no es consciente de que tiene la clave para desvelar un secreto que les unirá de un modo que jamás habrían imaginado.
Hopeless es una novela que te dejará sin aliento; extasiado en el recuerdo de tu primer amor.
uHopeless ha sentado un precedente. Tiene el mejor primer beso de la historia. El mejor protagonista masculino. El mejor giro argumental. La mejor escena de la primera vez. Y el mejor último capítulo. Podría decirse que este libro ha marcado un antes y un después.»
El eco de un tiro en los despachos de Whitehall, el complejo administrativo cjue el gobierno británico posee en el centro de Londres, no anuncia tan solo la extraña muerte de un alto funcionario, sino también el principio de una sutil intriga. Kate y Octavian, jefe del departamento donde trabajaba el difunto, forman un matrimonio aparentemente feliz que alberga en su casa de Dorset a un extravagante grupo de personajes: un excéntrico tío que abandonó la India bajo sospecha, un atormentado amigo superviviente de Dachau, el abogado responsable del caso y amante platónico de Kate, hijos de distintos matrimonios, conocidos, visitantes ocasionales... Y todos ellos relacionados de un modo u otro con el muerto en una deliciosa comedia de errores, donde las sonrisas esconden a menudo pecados de mucha hondura. Sirviéndose de los clásicos elementos del thriller, en Amigos y amantes Iris Murdoch explora con maestría los temas que desde siempre le han preocupado: el amor, la amistad y la perversa frontera que separa el bien y el mal.
Treinta años después de El nombre de la rosa, Umberto Eco vuelve para mostrarnos que, en la literatura y en la vida, nada es lo que parece y nadie es quien dice ser. Todo tiene que ver con la conveniencia, y así hasta puede acabar triunfando el rufián que desconfía de todos y que siempre se mantiene alerta, aunque no se mueva casi de ese sitio en el que lo vemos al comenzar esta historia verdaderamente extraordinaria. París, marzo de 1897. Las primeras páginas de El cementerio de Praga nos muestran a un hombre de sesenta y siete años que escribe sentado a una mesa, en una habitación abarrotada de muebles: es el capitán Simonini, un piamontés afincado en la capital francesa, que desde muy ¡oven se dedica al noble arte de crear documentos falsos. De pocas palabras, misógino y glotón, el capitán se inspira en los folletines de Dumas y Sue para dar fe de complots inexistentes, fomentar intrigas o difamar a las grandes figuras de la política europea. Caballero sin escrúpulos, Simonini trabaja al servicio del mejor postor: si antes fue el gobierno italiano quien pagó por sus imposturas, luego llegaron los encargos de Francia y Prusia, e incluso Hitler acabará aprovechándose de sus malvados oficios, esos que hacen brillar cada página de esta magnífica novela.
El concepto de «estética» nace en Europa en el siglo XVIII y, por lo tanto, muchas historias de la estética tomaron en escasa consideración las teorías de la belleza y del arte elaboradas anteriormente. Ahora bien, desde hace más de cincuenta años la actitud de los historiadores ha cambiado y la Edad Media se ha valorizado como una época rica en especulaciones fascinantes sobre la belleza, el placer estético, el gusto, la belleza natural y artificial, las relaciones entre el arte y las demás actividades humanas. En este compendio de las teorías estéticas elaboradas por la cultura del Medioevo, desde el siglo vi hasta el XV de nuestra era. Eco recorre, de forma accesible para el lector no especializado, las etapas de un debate que, a partir de la Patrística y hasta los albores del Renacimiento, presenta aspectos dramáticos y apasionantes, y nos permite entender mejor la mentalidad, el gusto y los humores del hombre medieval.