"No veía nada debajo del agua, aunque abriera los ojos: una barrera viscosa, negra, fría, que por el afán de huir me parecía una sopa de aceite en la que mis brazos y mis piernas me hacían avanzar muy despacio, así los moviera con todas mis fuerzas."
Esta novela gira en torno a La Oculta, una finca escondida en las montañas de Colombia. Pilar, Eva y Antonio Çngel son los últimos herederos de esta tierra que ha sobrevivido a varias generaciones de la familia. En ella han pasado los momentos más felices de su vida, pero han tenido que enfrentarse tambien al asedio de la violencia y el terror, al desasosiego y a la huida.
A partir de las voces de los tres hermanos, del recuento de sus amores, miedos, deseos y esperanzas, y con un deslumbrante paisaje como telón de fondo, Hector Abad Faciolince ilumina en La Oculta las vicisitudes de una familia y de un pueblo, así como el momento en que está a punto de perderse el paraíso sobre el cual construyeron sus realidades y sus sueños.
Una mirada íntima y transgresora a una sociedad pujante y tradicionalista, que confirma a Hector Abad como uno de los grandes escritores de la literatura latinoamericana actual.
Un apasionante libro de memorias noveladas de Guillermo Cabrera Infante, que recrea toda la efervescencia de su juventud en Cuba
En estas memorias comenzadas nada más exiliarse de Cuba, Guillermo Cabrera Infante describe con lujo de detalles su juventud en la efervescente isla de fines de los años cincuenta y principios de los sesenta. La Habana, el cine, el sexo, la música y la llegada de la Revolución conviven en un relato de fondo gozoso, aunque teñido por el dolor de la distancia. Proyecto inacabado a la muerte del autor y en cierto modo inacabable,Cuerpos divinos vuelve sobre los temas claves de Cabrera Infante, pero les añade el fervor testimonial de quien aspira a recordarlo todo para impedir que su mundo privado caiga en el olvido.
«Soy Maya Vidal, diecinueve años, sexo femenino, soltera, sin un enamorado, por falta de oportunidades y no por quisquillosa, nacida en Berkeley, California, pasaporte estadounidense, temporalmente refugiada en una isla al sur del mundo. Me pusieron Maya porque a mi Nini le atrae la India y a mis padres no se les ocurrió otro nombre, aunque tuvieron nueve meses para pensarlo. En hindi, maya significa "hechizo, ilusión, sueño". Nada que ver con mi carácter. Atila me calzaría mejor, porque donde pongo el pie no sale más pasto.»
«Esta Maya me ha hecho sufrir más que ningún otro de mis personajes. En algunas escenas le habría dado unas cachetadas para hacerla entrar en razón, y en otras la habría envuelto en un apretado abrazo para protegerla del mundo y de su propio corazón atolondrado.»
En un futuro sombrío y turbador, Montag forma parte de una extraña brigada de bomberos cuya misión no es sofocar incendios, sino producirlos para quemar libros. Y es que en su mundo está prohibido leer, porque lo que se quiere suprimir es la capacidad de pensar. Una vez que Montag lo comprenda, alertado por una organización secreta dedicada a memorizar volúmenes enteros, sabrá que ha llegado el momento de elegir entre la obediencia y la rebeldía. En esta nueva traducción, que captura mejor que
nunca toda la fuerza del original, la clásica distopía de Ray Bradbury sigue alertándonos sobre las peores facetas del conformismo moderno.
Hércules Poirot nunca habría pensado tener que visitar al dentista dos veces en un día. El motivo de la segunda visita fue, no obstante, bien distinto al de la primera. El famoso detective acude esta vez para examinar el escenario de un aparente suicido, el del dentista, cuyo cuerpo ha sido hallado en la consulta.
¿Por qué decidiría un dentista de éxito acabar con su vida en plena jornada? ¿Cuál es la relación de uno de los pacientes del doctor con su muerte? Le corresponde a Poirot llegar al fondo de la cuestión.
Una gran historia de amor, llena de épica y exuberancia. Vuelve Ángela Becerra con una bellísima novela de sentimientos. PREMIO FERNANDO LARA 2019
En una noche de tormenta y barro nace una niña bastarda a la que, creyéndola muerta, bautizan con el nombre de Betsabé. Nadie sabe que en su interior lleva la fuerza de la feminidad, así como la magia y la rebeldía que la harán superar todos los obstáculos. Creará un vínculo indisoluble con su hermana de leche, Capitolina, una pobre niña rica, y ninguno quedará indiferente a su mirada de fuego. Ni siquiera Emmanuel, el revolucionario francés salido del Montparnasse más artístico que, al conocerla, caerá enfermo de amor.