Compuesta de tres monólogos, correspondientes a los tres personajes que conforman la novela, esta edición de La mujer justa reúne por primera vez en castellano las dos primeras partes, publicadas en 1941 en Hungría, y la tercera, escrita durante el exilio italiano de Márai y añadida a la versión alemana de 1949.
Una tarde, en una elegante cafetería de Budapest, una mujer relata a su amiga cómo un día, a raíz de un banal incidente, descubrió que su marido estaba entregado en cuerpo y alma a un amor secreto que lo consumía, y luego su vano intento por reconquistarlo. En la misma ciudad, una noche, el hombre que fue su marido confiesa a un amigo cómo dejó a su esposa por la mujer que deseaba desde años atrás, para después de casarse con ella perderla para siempre. Al alba, en una pequeña pensión romana, una mujer cuenta a su amante cómo ella, de origen humilde, se había casado con un hombre rico, pero el matrimonio había sucumbido al resentimiento y la venganza.
Estamos a principios de la primavera de 2016 en el castillo de Windsor, donde Isabel II ultima los preparativos de las celebraciones de su nonagésimo aniversario mientras saborea una matutina taza de té.
Pero el ambiente festivo se trunca de pronto cuando uno de sus invitados es hallado muerto en uno de los dormitorios de la residencia.
Todo parece indicar que el joven pianista ruso se ha ahorcado, pero un nudo mal hecho lleva al MI5 a sospechar que hay gato encerrado.
La reina deja la investigación en manos de los profesionales, hasta que las pesquisas apuntan hacia sus fieles sirvientes y decide tomar cartas en el asunto.
Maider conoció a Rubén a orillas del Mediterráneo cuando no eran más que un par de conguitos que correteaban en bañador por el camping donde veraneaban. Fueron inseparables durante muchos años hasta que la adolescencia los convirtió en enemigos.
Pero Maider pronto descubrió que del odio al amor solo hay un paso y que ese chico gamberro que no la dejaba tranquila en el fondo seguía siendo el mismo muchacho dulce que una tarde de verano le regaló un Frigopie y que, en un descuido, también le robó el corazón.
Juntos vivieron una preciosa historia de amor que los marcó para siempre, pero que también los destrozó.
Cuando años después Maider regresa a Benicàssim con su vida ya encaminada, tendrá que asumir que, tratándose de Rubén, tal vez haya algunas heridas que no puede cerrar sola.
1943. Helene Hannemann prepara a sus hijos para ir al colegio cuando un grupo de policías irrumpe en su casa. Así toma forma su miedo más oscuro: los agentes de las SS detienen a sus cinco hijos y a su marido, todos ellos de raíces gitanas. Aunque Helene es alemana, se niega a separarse de su familia, sellando su destino de una manera que nunca hubiera imaginado. Después de un viaje aterrador, al llegar a Auschwitz los Hannemann se encuentran con todo el horror y el caos que alberga el campo de concentración nazi.
Cuando los soldados descubren que Helene es enfermera, se ve obligada a trabajar en el hospital del despiadado doctor Mengele, quien le propone dirigir una guardería. En ese sombrío lugar, donde la felicidad está prohibida, esta valiente mujer se convertirá en un refugio ante la barbarie para los más pequeños.
Lector voraz, el señor Berger lleva una vida solitaria pero satisfactoria. Prefiere la compañía de los libros a la de las personas y espera disfrutar de su apacible tiempo en la campiña inglesa, entre las páginas de la literatura clásica. Pero su serena rutina empieza a perturbarse cuando ve a una mujer arrojarse delante de un tren.
Si el señor Berger no se equivoca, acaba de ser testigo del clímax de Ana Karénina recreado en el ferrocarril de Exeter a Plymouth. Incapaz de olvidarlo, la investigación lo lleva a la Biblioteca Privada y Depósito de Libros Caxton, donde la línea que separa ficción y realidad se difuminará...
Identificado solo por el nombre falso Charles Brockden, el narrador de esta historia encuentra una selecta librería que despierta su interés: necesita con urgencia agregarla a su ya extensa colección cueste lo que cueste. Pero el dueño no se desprenderá fácilmente de su forma de vida.
Brockden decide elaborar un plan criminal para adquirir la librería sin que nadie sospeche de él, con un asesinato imposible de rastrear. Y está convencido de que tendrá éxito porque ya lo ha hecho antes.