La Ilíada de Homero sigue cantando desde el fondo de los siglos. Canta cincuenta y un días del último año de una guerra que llevará, una década después, a la conquista y la destrucción de la ciudad de Troya. Canta a los dioses, hombres y héroes, memorables por su ira y por su ambición, por su audacia y por su astucia, por su venganza y su piedad, dentro de los límites de un campo de batalla eterno. Guiado por la idea de adaptar el texto para una lectura pública, Alessandro Barícco relee y reescribe la Ilíada de Hornero, como si tuviéramos que devolver a Homero allí mismo, a la Ilíada, para contemplar uno de los más majestuosos paisajes de nuestro destino. Trabajando a partir de la traducción de María Grazia Gañí, construye con el material original un concertato de veintiúna voces (la última es la de Demódoco, un aedo que, tras la estela de la Odisea y de otras fuentes, narra el final de Troya); los personajes homéricos son llamados a escena —dejando a los dioses en el fondo— para relatar, con una voz cercanísima a nosotros, su historia de pasiones y de sangre, su gran guerra, su gran aventura.
«Creo que se puede afirmar que la pretendida superhumanidad de Nietzsche tiene por origen y modelo doctrinal no a Zaratustra, sino al conde de Montecristo de Dumas.» Eco parte de esta afirmación de Gramsci para estudiar a los superhombres de las novelas populares, de Rocambole a Montecristo, de Arséne Lupin a James Bond, de Tarzán a Superman, sin olvidar a Rodolphe de Gerolstein, el príncipe de Los misterios de París. ¿Por qué y cómo se leen las novelas folletinescas? ¿Qué mecanismos entran en juego en su estructura narrativa? ¿Cómo funciona la ideología de la consolación (el héroe consuela al lector de no ser un superhombre)? Estas son algunas de las preguntas que se plantea Umberto Eco en esta recopilación de nsayos magistrales.
No es solo un punto de referencia imprescindible a la hora de nfrentarse al vasto mundo de la literatura popular, es también na delicia por su chispeante estilo.»
La primera regla del club de la lucha es no hablar del club de la lucha. Cada fin de semana, un puñado de jóvenes oficinistas se quita los zapatos y las camisas y pelean entre sí hasta la extenuación. Los lunes vuelven a sus despachos con los ojos amoratados y un embriagador sentimiento de omnipotencia. Pero estas reuniones son solo el comienzo del plan con el que TyIer Durden, proyeccionista, camarero y oscuro genio anárquico, aspira a vengarse de una sociedad paralizada por el consumis-mo exacerbado.
La quinta mujer: La placidez habitual de la ciudad sueca de Ystad se ve perturbada cuando, con cierto intervalo de tiempo, tres hombres aparecen salvajemente asesinados. Las víctimas, dedicadas a la ornitología, el cultivo de orquídeas y la poesía, llevaban una vida sosegada y tranquila, lo cual hace aún más incomprensible la brutalidad de que han sido objeto. Durante la investigación del caso, Kurt Wallander descubre que debe enfrentarse a un asesino de una temible inteligencia: el inspector ha encontrado, por fin, un adversario de su talla.
4enning Mankeh (Estocolmo, 1948), novelista y dramaturgo, vive en Suecia y en Mozambique, donde dirige el teatro Avenida de Maputo. Autor de thrillers como El retorno del profesor de baile, El cerebro de Kennedy y, el más reciente, El chino, Mankell es conocido en todo el mundo por su serie de novelas policiacas protagonizadas por el inspector de policía Kurt Wallander, de la que La quinta mujer es el sexto título y una de las entregas más trepidantes.
Fatma, acompañada por el enano Recep, hijo ilegítimo de su difunto marido, un médico fracasado, alcohólico y aperturista, vive aún en la casa a la que se trasladó cuando ambos decidieron abandonar Estambul iniciada la revolución de 1908. Sus hijos han muerto pero tiene tres nietos que la visitan cada verano. Faruk, el mayor, es un historiador al que su mujer ha abandonado y que encuentra en el alcohol un paliativo eficaz a su aburrimiento; Nilgün, una joven soñadora e idealista que desea una revolución social que no llega y cuya vehemencia le traerá más de un problema; y el joven Metin, un genio de las matemáticas que quiere emigrar a Estados Unidos para enriquecerse. Tbdos ellos, por diferentes razones, desean que su abuela venda la casa. A través de los recuerdos de Fatma, Recep y las opiniones de los nietos, Pamuk nos ofrece los cien últimos años de historia del pueblo turco hasta el pronunciamiento de Evren mientras nos habla de la búsqueda de las raíces, la necesidad del cambio social y el difícil equilibrio entre tradición e influencia occidental.