Recuperamos el libro que introdujo la obra en prosa de la poeta en España.
Marina Tsvietáieva (1892-1941) es una de las más grandes poetas que dio la literatura rusa del siglo pasado. Sin embargo, su obra y su nombre, injustamente ignorados durante mucho tiempo, no fueron ampliamente reconocidos y valorados en diversos países hasta casi medio siglo después de su muerte.
Si alguien le pidiera a Jasmine Santos que describiera la última época de su vida con una sola palabra, seguramente utilizaría una que habría que censurar.
Después de años de dedicación e incontables huesos y compromisos rotos, sabe que su oportunidad para dedicarse profesionalmente al patinaje artístico está esfumándose. Sin embargo, cuando la oferta que tanto estaba esperando por fin llega, lo hace de la mano de un idiota arrogante que es, además, su némesis.
Pero tal vez haya llegado el momento de que Jasmine reconsidere muchas cosas...
Entre ellas, a Ivan Lukov.
Albert Corde, decano de la facultad de periodismo de Chicago, no está preparado para la violenta respuesta social que han tenido sus artículos sobre la corrupción imperante en la ciudad o su enredo en el proceso contra dos negros sospechosos del asesinato de un estudiante blanco. Acusado de traicionar a su ciudad, de ser un loco incívico y un racista, durante un viaje que le lleva a Bucarest, donde su suegra agoniza, Corde no puede evitar establecer severas comparaciones entre la corrupción y la deshumanización de la tiranía comunista, y las putrefactas y abandonadas calles de Chicago.
Mediante la yuxtaposición de diferentes acontecimientos -tanto públicos como privados- que se suceden simultáneamente en ambas ciudades, Bellow ilustra hábilmente cómo el remolino de fuerzas que sacude al hombre contemporáneo puede reunirse para provocar su fracaso.
Elfriede Jelinek, continuadora de la tradición sarcástica austríaca, la de HOrvath, Karl Kraus y Thomas Bernhard, denuncia en Los excluidos -título que se relaciona con Los secuestrados de Altona, de Sartre- la dificultad de la vida sin complejos de la Austria posbélica, deseosa de ignorar los crímenes del nazismo. Dicha premisa se plasma en la ficción a través de la historia de tres estudiantes de bachillerato y un ambicioso muchacho de clase obrera que asaltan a los transeúntes para robarles. A la determinación de una sociedad decidida a olvidar el pasado y en la que el triunfo social se convierte en el valor supremo, los cuatro adolescentes responden con el disgusto y el odio.
Florence Day escribe por encargo para una de las autoras de romántica más prolíficas de la industria, pero tiene un problema: tras una ruptura terrible, ha dejado de creer en el amor. Para ella, está muerto y enterrado. Y de esto Florence sabe mucho, porque tiene un don que le permite ver fantasmas desde niña.
Cuando su nuevo editor no acepta darle una prórroga para su última entrega, Florence se prepara para decirle adiós a su carrera, pero justo entonces recibe una llamada sobre otra despedida que la obliga a volver a casa. Y, aunque Florence espera encontrarse su pueblo natal casi como lo dejó, se lleva una sorpresa cuando un fantasma inesperado la sorprende en la puerta de la funeraria familiar.
Para ella, el romanticismo ha pasado a mejor vida... pero lo mismo le ha sucedido a Benji, su editor, y su asunto sin resolver hará que Florence se cuestione todo lo que siempre ha creído saber sobre las historias de amor.
Apenas unos kilómetros de distancia separan a tres mujeres que no se conocen entre sí.
La Pelirroja Uno es una doctora soltera de cerca de cincuenta años; la Pelirroja Dos una profesora de escuela en la treintena; y la Pelirroja Tres una estudiante de diecisiete años.
Las tres son vulnerables. Las tres son el objetivo de un psicópata obsesionado por demostrar al mundo quién es él en realidad. Ahora que se acerca al final de su vida, necesita llevar a cabo su obra de arte final. Crímenes que serán estudiados en las universidades, de los que se hablará durante décadas. Crímenes perfectos...
El asesino les dice a las tres mujeres que va a matarlas. No saben cuándo ni cómo ni dónde. Solo saben que él está ahí fuera, cada vez más cerca. Que lo sabe todo sobre ellas. Que las ha seguido durante meses. Y que ahora va a comenzar un terrible acoso psicológico que las empujará paso a paso hacia la muerte.
Como si nadaran entre tiburones, no saben si el peligro está delante o detrás de ellas, si está cerca, si está lejos, si deben seguir nadando o si es mejor quedarse quietas, si deben unirse o actuar por separado... Solo tienen dos opciones: esconderse y esperar, o luchar e intentar ser más listas que su depredador.