Colin Laney, la persona más sensible del mundo a los patrones de información, vive en la actualidad en una caja de cartón en Tokio. Mientras el cuerpo le tiembla a causa de sueños febriles, su mente viaja libre como siempre, y sabe que algo está a punto de ocurrir. No en Tokio, y no será algo que él llegue a ver. Algo está a punto de ocurrir en San Francisco.
La neblina hace que sea más fácil ocultarlo, si eso es lo que se quiere, y la realidad de aquel lugar parece tambalearse incluso en sus mejores momentos.
Un hombre misterioso avanza con elegancia a través de esa neblina y deja cadáveres a su paso, tantos que una acumulación de ausencias hace que Laney sienta su presencia. Un chico llamado Silencio no habla, pero sí que revisa a toda velocidad páginas web de información cibernética en busca de un objeto con el que se ha obsesionado. Y Rei Toei, la idoru japonesa, continúa su análisis de todo lo humano. Ella no es humana, al menos no a la manera tradicional, pero intenta conseguirlo. Y, en la neblina de San Francisco, en aquel momento tan extraño de la historia, quién puede afirmar lo que es posible y lo que no…
Con un toque de Jane Austen, La carta de Miss Lattimore es una elegante comedia romántica de época que devorarás en una sola sentada.
La joven Sophie Lattimore no puede quedarse de brazos cruzados cuando descubre que un caballero está a punto de proponerle matrimonio a la mujer equivocada. Para evitar este error, Sophie decide enviar una carta anónima para poner al joven sobre aviso, carta que rápidamente se convierte en la habladuría de la alta sociedad, especialmente cuando su consejo resulta ser correcto. Lo que Sophie no espera es que, con todo el revuelo, se descubra que es la autora de la nota, y la que anteriormente se viera relegada a un segundo plano durante la temporada de bailes y cortejos en Londres, se convierta en la joven más buscada, y no solo por su gran habilidad de emparejamiento.
Enviado a trabajar en un complejo carcelario de máxima seguridad en unas islas de la Guayana Francesa, el teniente Enrique Nevers se convierte en testigo del comportamiento inusual de los presos en sus celdas abiertas y llenas de espejos, el aire siempre ausente del gobernador Castel y la extraña sensación de que en esas islas caben tantos mundos como personas.
Con una ductilidad de géneros asombrosa que oscila entre la ciencia ficción, la novela de suspenso y el policial, Adolfo Bioy Casares resuelve los diversos enigmas de esta obra recién en las últimas líneas. Si La invención de Morel es, probablemente, la ficción contemporánea más elogiada por Jorge Luis Borges, Plan de evasión es, tal vez, lo más parecido que existe a la novela que este nunca escribió.
La obstetra Dra. Sophie Savard regresa a casa con los ritmos dolorosamente familiares de Manhattan a principios de la primavera de 1884 para reconstruir su vida despues de la muerte de su esposo. Con la ayuda de la Dra. Anna Savard, su amiga más querida, prima y compañera medica, planea continuar su trabajo ayudando a las mujeres desfavorecidas que la sociedad preferiría olvidar.
Mientras Sophie se dispone a construir una nueva vida para sí misma, el marido de Anna, el sargento detective Jack Mezzanotte les invita a ambas a consultar sobre dos nuevos casos: la esposa de un prominente banquero ha desaparecido en el aire y el cadáver de una joven se encuentra con heridas desconcertantes que sugieren que un asesino anda suelto. En Nueva York parece que el avance de la mujer ha sacado lo peor de algunos hombres. Incapaces de ignorar la difícil situación de los menos afortunados de Nueva York, estas intrepidas primas recurren a todos los recursos para proteger a sus pacientes.
Diez personas que no se han visto nunca son invitadas por un huésped desconocido a pasar unos días de vacaciones en una lujosa mansión, situada en una isla de la costa inglesa. Durante la cena, una misteriosa grabación desvelará que cada uno de los presentes tiene algo que esconder y un crimen por el que pagar.
Cuando el cuerpo de uno de los invitados aparezca con signos de haber sido asesinado, la tensión estallará: el asesino está entre ellos, preparándose para actuar de nuevo, y solo una vieja canción infantil parece encerrar el misterio de la creciente pesadilla.
Un niño, que vive con sus abuelos en la estación de ferrocarril del Paradero de Camarones, se mantiene atento a todo lo que ocurre en ese pequeño pueblo de la región central de Cuba. Movido por el asombro y la curiosidad, sigue con una mirada cinematográfica situaciones del presente y evocaciones del pasado.
Entre los personajes hay dos, el Ruso y Basilia, que fascinan al niño y trastocan la cotidianidad del lugar. Todo sucede durante los doce meses de 1978. Lo que dejan o se llevan los trenes y la creciente opresión, en un país que está a dos años de la crisis del Mariel, son el telón de fondo.
En Atlántida no hay línea divisoria entre el testimonio y la ficción. Aunque la mayoría de los personajes y los hechos que aparecen en la novela son reales, siempre quedan expuestos a la imaginación del niño. De no ser por eso, pudiera considerarse un libro de memorias.