Louise Glück (Nueva York, 1943), Premio Nobel de Literatura 2020, explora en Vita nova (1999) ―cuyo título recuerda a la obra que Dante escribió tras la muerte de su amada Beatriz― la vida posterior al matrimonio y a la pérdida del sujeto amoroso. De este modo, la voz poética es la de un Orfeo que en el umbral se debate entre mirar hacia delante o hacia atrás, consciente de que la música solo es posible si hay un verdadero dolor. La «vida nueva» a la que canta la poeta supone a la vez un desamparo y una libertad que la impulsan a retrotraerse a su pasado, a la muerte de su madre, al limbo entre la infancia y la vida adulta. También a reflexionar sobre la mezcla de placer y dolor que forma parte de cualquier relación humana y sobre la naturaleza de un tiempo cíclico en donde la repetición es también renovación. No exentos de ironía o autoparodia, los poemas de Vita nova abordan las muertes y los comienzos, la resignación y la esperanza, el trauma y la recuperación desde una perspectiva única donde la abstracción convive con una extraña nitidez biográfica a pesar de que dicha biografía sea a menudo una presencia que el lector solo percibe por el rabillo de ojo, y la confesión poética, como en los mejores libros de Glück, sea un acto de intimidad a la vez esquivo y cercano, pero siempre iluminador.
Publicada en 1928, Romancero gitano es una de las creaciones poéticas más importantes del siglo xx. En esta obra, compuesta por dieciocho romances en los que prima un uso exquisito de la metáfora, se tratan temas universales como la muerte, el amor y la pasión, todo ello con la cultura gitana como eje central. En él se dan la mano tradición y modernidad en un libro profundo, intenso, con una personalidad única que se traduce en pura armonía. Una obra maestra que sigue emocionando al lector como el primer día.
El carcelero tiene su carcelero y éste al suyo y así al infinito. Tú y yo somos los eslabones finales de una larga cadena de sumisiones. Así está ordenado el mundo, mi joven amigo.¿Hay otra salida?. Eso dice el protagonista de uno de los nueve cuentos que integran esta obra, por donde Carolina Grau transitará como presencia sutil, como persona, como fantasma y como enigma, trazando siempre un fino halo de misterio. Los lectores se preguntarán si lo que leen son hechos de la imaginación, fragmentos de sueños o terribles realidades que permanecieron ocultas. La distancia y la cortesía permiten que el horror subyacente se manifieste de una manera más fría y poderosa, no como sueño de la razón sino como vigilia de la semi razón. La realidad también son las palabras, aunque a veces sirven de aplazamiento entre un horror y el siguiente.
La primera novela de la serie del inspector Pitt
Un terrible crimen cruzará los caminos de una inteligente y aristocrática joven y un perspicaz inspector en el neblinoso Londres del s. XIX.
Con Los crímenes de Cater Street Anne Perry inicia la serie de novelas que tienen por protagonista al inspector Thomas Pitt, un discreto policía londinense destinado a desentrañar, en plena época victoriana, los horrendos crímenes perpetrados por una sociedad reprimida e hipócrita.
En esta ocasión un barrio de clase acomodada se ve sacudido por un sanguinario asesino. Las víctimas son siempre mujeres jóvenes que aparecen brutalmente estranguladas. En su investigación, Pitt encuentra el apoyo de Charlotte Ellison, una encantadora muchacha disconforme con las rígidas actitudes de su clase social.
Antonio José Bolívar Proaño vive en El Idilio, un pueblo remoto en la región amazónica de los indios shuar; con ellos aprendió a conocer la selva y a respetar a los animales y a los indígenas que la pueblan, pero también a cazar el temible tigrillo. Un día decidió leer las novelas de amor que dos veces al año le lleva el dentista Rubicundo Loachamín. Con ellas se aleja de la estupidez de esos forasteros que creen dominar la selva porque van armados pero que no saben cómo enfrentarse a una fiera enloquecida: de eso se ocupará el viejo Bolívar Proaño.
Antes que el gran narrador que todos conocemos, Bohumil Hrabal (1914-1997) fue poeta, y es la poesía, con su fuerza verbal, su coraje imaginativo y su forma libérrima de ver el mundo, la protagonista de este volumen. Aquí, como en sus narraciones, hay humor y picaresca, descaro y desesperanza, amargura y vitalidad. Y también una visión feroz y luminosa de Praga y de sus gentes, que nunca dejaron de fascinarle