Todo es silencio relata cómo los círculos del crimen rodean y corrompen, no siempre con éxito, el extraño duende de la condición humana.
Cuando al hablar te juegas la vida, todo es silencio.
En Noitiá, en la costa atlántica, hubo un tiempo en que las redes del contrabando, reconvertidas al narcotráfico, alcanzaron tanta influencia que estuvieron muy cerca de controlarlo todo: el poder social, las instituciones, la vida de sus gentes.
Fins, Leda y Brinco exploran la costa a la búsqueda de lo que el mar arroja tras algún naufragio, el mar es para ellos un espacio de continuo descubrimiento. El destino de estos jóvenes estará marcado por la sombra odiosa y fascinante a un tiempo del omnipresente Mariscal, dueño de casi todo en Noitiá.
Manuel Rivas, con una prosa incisiva que tan pronto es mar en calma como embravecido, da forma a un universo fronterizo en el que los silencios van moldeando a cada uno de los protagonistas.
«Las voces bajas es la novela de la vida. Son las voces de los niños, las mujeres que hablan solas, los emigrantes, los muertos, los animales... Las voces de los que no quieren dominar y se alimentan de palabras y cuentos.»
Desde la primera página late algo singular en Las voces bajas. Escrita al modo de una autobiografía, todo parece verdad y todo, imaginación. Es el efecto de una novela de la memoria encendida. El libro arranca en una geografía real donde la mirada de la infancia va descubriendo, con una mezcla de miedo, estupor y maravilla, lo que de extraordinario hay en la existencia de la gente corriente.
«No sabemos bien lo que la literatura es, pero sí detectamos la boca de la literatura. Tiene la forma de un rumor. De un murmullo. Puede ser escandalosa, incontinente, enigmática, malhablada, balbuciente. Yo conocí muy pronto esa boca. En aquel momento era, ni más ni menos, la boca de mi madre hablando sola.
Un secreto celosamente guardado duerme en las calles de Madrid. Cris Stoian despierta en un lugar desconocido, sin recordar nada y con la única referencia de una nota dejada por su hermano Daniel. Cuando, además, descubre su cuerpo cubierto de espantosas cicatrices, un abismo se abre bajo sus pies. ¿Quién es? ¿Qué hace escondida allí? ¿Por qué en su nota su hermano le pide que no salga ni contacte con nadie?
En la frenética búsqueda de su propia identidad, Cris asiste impactada a la transformación que está sufriendo la ciudad, algo imparable, insospechado, sobrecogedor. Descubrir su origen, su significado y su relación con lo que le ocurrió traerá de cabeza a las autoridades. Sin embargo, las respuestas no están en sus manos.
Un escritor inmerso en un bloqueo creativo decide llevar a cabo una acción desesperada: el tema de su próxima novela será la vida de la primera persona que se encuentre por la calle. Así entra en su vida Madeleine Tricot, una anciana encantadora dispuesta a hablarle de sus secretos y heridas: del matrimonio y la viudedad, de su trabajo como costurera para Chanel durante la epoca dorada de Karl Lagerfeld, de la dispar relación con sus dos hijas. Valerie, la mayor de ellas y que vive en el mismo barrio, duda de las intenciones de este escritor, pero decide que puede ser una buena terapia para su madre. Y no solo eso: para que pueda continuar con su tarea, exige al escritor que la incluya a ella en la historia que está esbozando, así como a todos los miembros de su familia, la familia Martin, atravesada tanto por el amor como por el agotamiento de la rutina.
La presidenta de la Generalitat Valenciana, Vita Castellá, aparece muerta en la habitación de un lujoso hotel de Madrid. La comprometida situación exige que quede oficialmente descartado un posible asesinato y que la investigación encalle, de manera que el partido en el poder, al que la víctima pertenece, ha activado todos los recursos y ha hecho sonar todos los teléfonos de las altas esferas que le puedan ayudar a ganar tiempo. Por su parte, el jefe de la policía de la Comunitat Valenciana decide ayudar al ministro del Interior y al director de la Policía Nacional, Juan Quesada Montilla, en su misión: despistar a las autoridades. Para ello ponen el caso en manos de dos inspectoras novatas y peculiares: las hermanas Berta y Marta Miralles. Radicalmente opuestas entre sí, deberán enfrentarse juntas a un turbio mundo de intereses.
En una sociedad donde las palabras han perdido su significado, los niños se han hecho con el poder, persiguen cualquier manifestación verbal o escrita y han instaurado el silencio como norma. Contenida en Magma, un monumental dispositivo que emite estímulos visuales sin descanso, la imagen ha ocupado el lugar de la filosofía, de la historia e incluso de la religión. En el marco de esta existencia sorda y muda, un hombre emprende viaje en compañía de tres singulares camaradas: un libro, un mono y la risa.
El autor concentra en esta novela algunos de los grandes temas que vertebran su obra, como la apropiación del discurso colectivo por parte de las ideologías, las formas que posee el poder para reinventar la realidad y la transformación de nuestra especie a través de la tecnología. Intensa, estimulante e implacable, Horda es una parábola y, como tal, aspira a contener una enseñanza moral.