Este es uno de los poemas más asombrosos de toda la literatura universal. En él lo primero que llama la atención es su desmesurada longitud, más de un millar de versos; pero cuando vemos que consiste en un debate monologado sobre la fe y la incredulidad, no nos extraña que el lector inglés de mediados del siglo XIX (se publicó en 1855, dentro de los dos volúmenes de Hombres y mujeres) diera la espalda a una idea tan insólita, por no decir extravagante.
Un obispo católico inglés, de sobremesa y entre vasos de clarete, se entrega a un largo soliloquio en presencia de un librepensador que ha escrito sobre él. La Apología, con su utilitarismo pragmático, que quizá Browning no se toma muy en serio, tiene un doble filo; tanto los agnósticos como los creyentes van a sentirse inseguros con este personaje; en resumidas cuentas, no sabemos si es simpático o no, si estamos o no de acuerdo con él, si convence o no convence. Y el final abierto del poema aumenta las dudas en vez de disiparlas.
-Cuando tu vida está en juego, solo hay dos opciones: adaptarse o morir.-
Louise y Ludovic han invertido un año de sus vidas en realizar el sueño de dar la vuelta al mundo a bordo de su embarcación,Jason. En la recta final de su periplo deciden recalar en la Isla San Pedro para visitar la antigua y desierta estación ballenera y astillero de Stromness.
Sorprendidos por una tormenta, la pareja resuelve pasar la noche en tierra, confiando en poder retomar su travesía al día siguiente. Sin embargo, al despertar,Jason ha desaparecido. No hay rastro del navío, y eso solo puede significar una cosa: están atrapados e incomunicados en mitad del Océano Atlántico. El uno con el otro y, pese a todo, solos.
Como dos Robinson modernos, Louise y Ludovic tendrán que luchar por su propia supervivencia. La suya será una batalla incesante contra los elementos y la faz más salvaje de la naturaleza que a su vez los llevará hasta los límites de la moral, el amor y el sacrificio.
Edward Hyde es poseedor de un don extraño (o de una maldición) que mantiene oculta a todo el mundo excepto a su médico. Él experimenta dos realidades, una que es su vida real y la otra; un estado del mundo de los sueños alimentado por una extraña condición neurológica.
Cuando una serie de asesinatos azotan la ciudad de Edimburgo con ecos de un antiguo ritual celta llamado "triple muerte", el Capitán Edward Hyde tendrá que salir a la captura de los responsables. En el proceso se verá inmerso en una misteriosa y peligrosa red de ocultismo celta intrigante y obscura, dirigida por figuras muy poderosas.
Las respuestas están aún por ser descubiertas, no solo en el mundo real sino también en el simbolismo siniestro del otro mundo en el que habita Edward Hyde.
Hyde solo tiene dos opciones: detener al asesino o perder la razón.
Un cuento oscuro. El que inspira al amigo de Hyde, Robert Louis Stevenson.
Solo el amor es capaz de vencer al tiempo, el olvido y la guerra.
Las Palmas, 1918. Marcela Riverol y su familia tratan de sobrevivir al hambre mientras se suceden los combates entre británicos y alemanes en aguas del archipiélago canario, bloqueado por los submarinos germanos. Hans Berger, teniente de la Marina alemana, es encontrado a la deriva y llevado malherido a casa de los Riverol. Marcela lo cuidará con la ayuda de Herminia, una anciana de pasado misterioso y con fama de bruja. Cuando Hans debe volver a la guerra, el vínculo con Marcela será tan fuerte que cambiará sus vidas para siempre.
Una épica novela que narra el bloqueo que sufrió Canarias durante la Primera Guerra Mundial y el naufragio del Valbanera, el mayor siniestro naval español en tiempos de paz.
Una historia de amor que cruza océanos y atraviesa la primera mitad del siglo XX.
Demasiadas jóvenes desaparecidas. Demasiadas leyendas tras la tormenta. La pasión de una escritora imprescindible.
Novela galardonada con el Premio de Novela Fernando Lara 2021
1901. En el idílico pueblo vasco de Ea, Dylan y Ulises Morgan contemplan en el horizonte cómo se hunde el Annabelle, el vapor de su abuelo, tras la terrible tempestad de la noche anterior. Después, el cuerpo de una joven aparece flotando en la orilla. Extrañamente, es idéntica a otra muchacha desaparecida muchos años atrás, Cora Amara, la hija menor de la dueña de la funeraria del pueblo. Cora no es la única joven a la que nunca más se volvió a ver: varias mujeres de los pequeños pueblos de alrededor llevan años perdidas. Nunca han encontrado los cuerpos, pero la marea arrastra a la costa una corona de lirios blancos cada vez que sucede.
Así describe el poeta venezolano Rafael Cadenas (1930) el modo vacilante con que llegó al principio a la obra de Rainer Maria Rilke, protagonista absoluto de este libro que es a la vez homenaje, lectura crítica y testimonio de una afinidad electiva -y espiritual- que se ha prolongado durante décadas. La escritura de Cadenas, siempre intensa y austera, se afila todavía más en los poemas que articulan este diálogo conmovedor y lleno de fuerza con el autor de Elegías de Duino, uno de los poetas centrales del siglo xx.