Winslow Covington cree en tres cosas: en la vida, en la libertad y en la ley. Como la nueva jefa de policía de Quincy, en Montana, sabe que debe demostrarle al pueblo lo que vale, y eso significa que tiene que congraciarse con los Eden..., cosa que sería pan comido de no ser por su rollo de una noche con el hijo mayor de la familia, Griffin.
Acostarse con él fue un error monumental. Y, aunque Winslow está decidida a evitarlo a toda cosa, cuando aparece un cadáver en la propiedad de uno de los Eden, Griffin y ella no tienen más remedio que volver a verse.
Todas las pistas del crimen apuntan hacia uno de los habitantes de Quincy, y poco a poco Griffin empieza a descubrir que Winslow, que hasta el momento ha sido solo la horma de su zapato, es en realidad una mujer preciosa, inteligente... e irresistible. Pero no solo para él. También para el asesino.
Una adolescente de buena familia debe hacer frente a un embarazo indeseado. Una amiga muere, tras toda una vida de camaradería. Una mujer se enamora a los cincuenta, pero siente las mismas angustias que desde siempre la han acompañado. La trilogía de París retrata una ciudad en la que, después de mayo del 68, las niñas ricas y liberales creen haberlo conseguido todo, aunque continúan dedicando su tiempo a fantasear sobre qué hombres las amarán. Una urbe en la que la alta burguesía, a pesar de ser cosmopolita, chic y despreocupada, se afana en esconder bajo la alfombra sus miedos y su aburrimiento. Pero, sobre todo, esta trilogía recorre de manera elegante y muy personal tres acontecimientos que jalonan la vida de Colombe Schneck y que podrían reflejar a su vez la de cualquier mujer: un aborto, que marcará la relación con la sexualidad y el propio cuerpo; una amistad, que definirá el vínculo que se establece entre dos iguales, y un amor, o la eterna búsqueda de unión con el otro.
La inteligencia brilla con tanta frescura que abruma: irreverente, conmovedora, icónica e irónica, Colombe Schneck escribe con la hiriente vitalidad de las más grandes autoras francesas.
«Una obra valiosa, inmensamente vital. Una narradora con una mirada directa y luminosa hacia sí misma y lo que la rodea, sin pudor ni falsa modestia. Pero también es un profundo estudio de la existencia en sus distintas edades y etapas». -- Deborah Levy
Hannah Brooks parece una profesora de infantil y no alguien que podría matarte con una servilleta, pero en realidad es guardaespaldas y acaban de asignarle una nueva misión: proteger al actor superestrella Jack Stapleton.
Antes, Jack Stapleton estaba en boca de todos y sus fotos, normalmente en playas paradisiacas, surcando las olas como un dios griego, saturaban las revistas de todo el país. Hasta que, tras una tragedia personal hace dos años, se alejó de los focos.
Cuando su madre enferma, él vuelve al rancho familiar en Houston, Texas. Solo hay un pequeño contratiempo: Jack no quiere que su familia se entere de que necesita guardaespaldas, le pide a Hannah que finja ser su novia como tapadera.
Sin embargo, a medida que pasan tiempo juntos, ella empieza a pensar que todo parece casi... real. Y es entonces cuando las cosas comienzan a complicarse, porque para Hannah es pan comido mantener a salvo a Jack, pero es otra historia muy distinta proteger su propio corazón.
Wade Whitehouse es un protagonista insospechado para una tragedia. Divorciado, bebedor y cada día más frustrado, no desentona entre los escasos vecinos de Lawford, el pequeño pueblo de New Hampshire del que su hermano Rolfe huyó en cuanto pudo. Wade malvive compatibilizando su trabajo de policía local con el de pocero y con prácticamente cualquier servicio que le demande Gordon LaRiviere, uno de los hombres más poderosos de la zona. A pesar de su complicada vida, Wade pone todo su empeño en mejorar la relación con su hija, maltrecha desde el divorcio; y es que nada le importa tanto como convertirse en un buen padre. Cuando llega noviembre y se inaugura la temporada de caza, un incidente en la montaña desencadena los acontecimientos que llevarán a Wade a huir lejos del pueblo, dejando tras de sí un estremecedor rastro de violencia. Aflicción es la cumbre narrativa de Russell Banks, una novela en la que el noir, el wéstern crepuscular y el drama se dan la mano para narrar el hundimiento de un hombre corriente, atrapado en una vida fallida desde la infancia. Una historia desgarradora, narrada con pulso trepidan
Baumgartner es un eminente escritor y profesor universitario, tan excéntrico como increíblemente tierno, que hace nueve años perdió a su mujer. Su vida estuvo definida por el amor profundo y duradero que sentía hacia Anna y ahora, con 71 años, continúa luchando por vivir en su ausencia.
Su historia común arranca en 1968, cuando se conocen como estudiantes sin dinero en Nueva York y a pesar de ser casi opuestos en muchos aspectos, inician una apasionada relación que se prolongará a lo largo de cuarenta años. La superación del duelo por la pérdida de Anna se intercala con historias maravillosas -desde su juventud en Newark hasta la vida de revolucionario fracasado de su padre en Europa del Este- y con una poderosa reflexión acerca del modo en que amamos en distintas etapas de la vida.
La artista Harriet Burden, esposa de un poderoso marchante de arte y perfecta anfitriona y mecenas, desata un escándalo mayúsculo en el mundo del arte neoyorkino de los años ochenta cuando, harta de que su trabajo sea ninguneado por su condición de mujer, recluta a tres jóvenes para que presenten sus creaciones como propias. Pero en este peligroso juego hay demasiados factores que escapan a su control y acabará desembocando en una perturbadora y extraña muerte.