Cuando, un gris día de otoño, Joséphine sale de su pequeño ático en el canal Saint-Martin, en París, encuentra dos cartas en el buzón. Una es de la editorial con la que colabora como traductora, y la otra de un notario desconocido. Y así, en pocos minutos, Joséphine descubre que ha perdido su trabajo, pero también que ha heredado una vivienda, aunque atípica y un poco ruinosa: su querido tío Albert le ha dejado su vieja casa flotante, amarrada en el cercano muelle del puente de la Concordia.
A regañadientes, y a pesar de los buenos recuerdos que guarda de los viajes por el Sena con su excéntrico tío, Joséphine decide venderla. Pero en el barco no solo la espera un misterioso armario cerrado del que aparentemente no hay llave, sino también un atractivo pero gruñón desconocido que afirma ser el legítimo inquilino. Y que, por supuesto, no ve por qué debería mudarse...
Octubre, 1961. Un avión repleto de mujeres despega de Madrid con destino a Australia. Ciento catorce almas, equipadas con sus sueños y temores, se dirigen al fin del mundo.
UN VIAJE AL PAÍS DEL ATARDECER DORADO
UN AMOR IMPOSIBLE DE OLVIDAR
UN SECRETO A PUNTO DE ESTALLAR
Entre los verdes campos de caña de azúcar de Queensland y el dorado del cielo australiano, se alza la plantación Santa Ana. Elisa, una joven asturiana integrante de una iniciativa del franquismo y la iglesia católica para poblar Australia llamada Operación Marta, consigue trabajo en la hacienda aunque ella tiene otro objetivo: encontrar al padre de su hijo, desaparecido tiempo atrás.
Sin embargo, cuanto más investiga, más misterios descubre alrededor de la plantación, de sus patronos y de los duros trabajos de los jornaleros. Bajo la amenazante mirada del sacerdote y el guardián de Santa Ana, Elisa buscará la verdad y hallará la sabia y valiente compañía de los aborígenes del lugar y de aquellos que, como ella, han perdido demasiado para temerle a nada.
Celia Santos escribe sobre la Operación Marta o "el avión de las novias", un viaje histórico en el que cientos de mujeres fueron enviadas a Australia con la esperanza de un futuro mejor. El país del atardecer dorado nos desvela el oscuro enigma oculto tras esa promesa en una historia repleta de amor, esfuerzo y esperanza de la mano de unos personajes inolvidables.
EL AMOR PUEDE SER MÁS FUERTE QUE CUALQUIER REINO
Siglo XII. Lisarda ha tenido muchas vidas. Ha sido cortesana, consejera de la nobleza y espía de reyes, pero ahora habita en paz unas tierras que le donó el padre de su hija Elvira, el conde Pedro González de Lara, quien les prometió protección.
En un momento fascinante de la historia de Hispania, en el que los nobles acumulan más poder que nunca, el conde Lara muere inesperadamente en una justa. Es entonces cuando Lisarda es desterrada y Elvira encerrada en un monasterio de la Ciudad Condal.
Para recuperar a su hija, Lisarda recorrerá las calles más sombrías de la Barcelona medieval hasta llegar a la corte. Allí, en contra de los deseos de la reina de Castilla y León, urdirá un plan para unir la corona de Aragón con el condado de Barcelona a cambio de la liberación de su hija.
La década de 1950 se acerca a su fin y en Santiago de Chile Aurora se dispone a asistir a su primer año en la facultad de Medicina. En el discurso inaugural, el rector exhorta al alumnado, concretamente a las dos únicas mujeres de todo el curso, a demostrar que merecen un sitio entre esos bancos. Luchando contra los prejuicios de sus profesores, que dudan de su valía, y de sus propios compañeros, que asumen que Aurora anda en busca de un buen partido, esta cirujana en ciernes se gana un puesto de honor en la facultad. Entre lecciones de anatomía, disecciones de corazones y experimentos poco ortodoxos, pronto su propio corazón empezará a latir de forma incontrolada y Aurora deberá tomar una decisión imposible con la que vivirá el resto de su vida.
¿Pueden tres citas derribar las murallas de un corazón?
Clare lo tiene todo menos un corazón. Se lo rompieron de adolescente y, desde entonces, se ha dedicado a evadir las relaciones y así evitar que vuelvan a jugar con ella. Tiene líos de una noche y su lema es: No repetir.
Lucas es su opuesto: un romántico empedernido que salta de una relación formal a otra.
Son amigos, y se atraen. Deciden tener sexo. Pero Lucas le pide tres citas antes de acostarse esa única vez, como pretende Clare. Tres citas en las que él intentará derribar las murallas alrededor de su corazón.
Dice Borges que las páginas de este libro son el irresponsable juego de un tímido que no se animó a escribir cuentos y que se distrajo en falsear y tergiversar historias ajenas. Historias de infames: ladrones, rufianes, piratas, traidores. Aquí están, entre otros, el atroz Lazarus Morell, redentor de esclavos; el impostor Tom Castro, hijo apócrifo y tolerante; la aguerrida viuda Ching, hábil en el saqueo en altamar, y el incivil maestro de ceremonias Kotsuké no Suké, aciago funcionario. Les siguen «Hombre de la esquina rosada», uno de sus relatos más celebrados, y «Etcétera», un testimonio de sus incontables lecturas: «A veces creo que los buenos lectores son cisnes aun más tenebrosos y singulares que los buenos autores».
La tierra que habitamos es un error, una incompetente parodia. Los espejos y la paternidad son abominables, porque la multiplican y afirman.