A sus cincuenta y nueve años, Valdemar Roos está cansado de la vida: odia su trabajo, apenas se habla con su esposa, su hijo le ignora y no se lleva bien con sus dos hijastras. Pero un buen día, la suerte llama a su puerta: el número que juega cada semana a la lotería, el mismo que jugó su padre toda su vida, resulta el ganador, lo que le da la oportunidad de empezar de nuevo. Sin compartirlo con nadie, abandona su trabajo y se compra una pequeña cabaña en la remota campiña sueca. Todos los días viaja a su oasis particular y regresa cada noche a su ordenada y aburrida vida. Por primera vez en mucho tiempo, Valdemar es feliz. Sin embargo, la llegada de una misteriosa joven está a punto de cambiar sus días para siempre.
El inspector Gunnar Barbarotti ha sufrido un accidente doméstico y, en el hospital, una de las enfermeras le pide consejo ya que su marido, Valdemar Ross, ha desaparecido sin dejar rastro. Barbarotti no parece estar muy interesado en el tema, hasta que aparece un cadáver cerca de la cabaña del señor Ross, lo que le convierte automáticamente en el sospechoso principal de un asesinato.
Una mañana, el propietario de una furgoneta gastronómica ambulante aparece apuñalado en su interior. El vehículo está aparcado en una céntrica plaza, junto a otros de las mismas características. Todos participan en unas jornadas festivas que organiza el Ayuntamiento de Barcelona. Ningún testigo ha oído o visto nada durante la noche.
Tras las primeras pesquisas, los encargados del caso, la inspectora Petra Delicado y el subinspector Fermín Garzón, sólo cuentan con una pista: los vecinos de las furgonetas cercanas a la del crimen aseguran que, la tarde anterior, una mujer hizo una gran compra en el negocio de la víctima. Poco después descubren quién es esa clienta, y tan importante es el descubrimiento que encontrarla se convierte desde ese momento en una prioridad. Sin embargo, parece que una mano misteriosa sigue a los detectives amenazando con violencia a cualquier persona a la que interroguen. Petra y Garzón se enfrentan a un criminal que intentará por todos los medios que el enigma no se resuelva.
Un emocionante y poderoso drama ambientado en Nueva Zelanda en la tumultuosa década de los ochenta sobre la naturaleza compleja del amor. Por la autora de El cielo enjaulado.
Nueva Zelanda, años ochenta. Ethan, un joven estudiante de cine, está perdidamente enamorado de su gran amiga Amber, una activista ambiental que tiene, aparentemente, una familia perfecta. Pero ella no le quiere de la misma manera. Su amor es para Stuart Reeds, un inversor británico encantador y refinado mayor que ella, y un contrincante implacable en la larga y sutil guerra que comienza entre su joven rival y él por el corazón de Amber. Con el tiempo todo se complica y ambos se verá acorralados y llegarán a cometer actos que nunca hubieran imaginado de devastadoras consecuencias para todos.
La artista Harriet Burden, esposa de un poderoso marchante de arte y perfecta anfitriona y mecenas, desata un escándalo mayúsculo en el mundo del arte neoyorkino de los años ochenta cuando, harta de que su trabajo sea ninguneado por su condición de mujer, recluta a tres jóvenes para que presenten sus creaciones como propias. Pero en este peligroso juego hay demasiados factores que escapan a su control y acabará desembocando en una perturbadora y extraña muerte.
Jimena tiene treinta años y estudia en una escuela de cine. Allí conoce al narrador de esta novela. Empiezan a salir, comparten vino, viajes, conversaciones, películas malas de sobremesa y todo lo que leen y escriben.
Se van a vivir juntos, proyectan identidades, hablan del futuro. Pero el futuro llega y el fantasma de la decepción se manifiesta: ¿Es esta la persona con la que quiero compartir mi vida? ¿No existe nadie mejor ahí fuera? ¿Por qué asumimos que una relación fracasa si no dura para siempre?
Ciencia ficción es una historia de amor. En ella no hay futuros alternativos, naves espaciales o viajes en el tiempo. Mediante guiños a diversos géneros (comedia romántica, cine-ensayo, drama, fantasía y ciencia ficción), el narrador ejecuta una autopsia parecida a la que todos hemos practicado alguna vez después de una ruptura: una mezcla de memoria y mito, análisis y pura especulación.
Una nueva novela del autor de Crónicas Marcianas.
Una noche de tempestad en California, un escritor recibe la inesperada visita de una vieja conocida, la actriz Constance Rattigan, que, atemorizada, trae consigo un macabro regalo anónimo: un listín telefónico del año 1900 y su antigua agenda con una serie de nombres marcados en rojo con una cruz. Constance está convencida de que la Muerte persigue a los señalados y a ella misma. Tan enigmáticamente como llegó, la artista se pierde en la noche dejando al escritor los listados. Éste iniciará una investigación a fin de dar con ella y resolver el misterio, para lo que buscará la ayuda de su amigo Crumley. Ambos emprenderán un agitado periplo hasta descubrir una verdad tan asombrosa como inquietante...