La vida de las abejas, «un mundo aéreo, optimista y exterior», es estudiada por el poeta con ciencia y paciencia de entomólogo y con exactitud e ingenio, el escritor observa la vida dentro y fuera de la colmena, y estudia sus querencias, observa sus caminos y tiene en cuenta sus misterios. La vida de ese reino del enjambre está siempre presidida por una reina que Maeterlinck estudia con respeto y cortesía: sus costumbres, su trato a las abejas, su custodia fiel por obreras y soldados, su lujo, sus preeminencias tiránicas, sus vuelos nupciales y hasta su muerte están descritos con meticulosidad y criterio singulares. Nos muestra secretos sorprendentes de ese mundo regulado y perfecto, y logra que la lectura sea dramática y hasta dantesca, al mismo tiempo que comprensible. La vida de estas «criaturas casi humanas poseídas por el sentimiento del deber» nos es mostrada en toda su complejidad a través del mágico filtro de este libro prodigioso.
Colombo, 1990. Maali Almeida, fotógrafo de guerra, ludópata y hombre gay que no ha salido del armario, se ha despertado muerto en lo que parece ser una oficina de la administración pública celestial. Su cuerpo desmembrado se hunde en el lago Beira y Maali no tiene ni la más remota idea de quién es su asesino. En una época en la que los escuadrones de la muerte, los hombres bomba y los matones a sueldo son quienes se encargan de ajustar cuentas, la lista de sospechosos es tan larga que resulta deprimente y los espectros y fantasmas que le rodean pueden dar fe de ello.
Sin embargo, incluso en el más allá, a Maali se le agota el tiempo. Solo tiene siete lunas para contactar con el hombre y la mujer a los que más quiere en el mundo y conducirlos hasta el alijo secreto de fotografías que pondrá Sri Lanka patas arriba.
Maresía presenta la segunda antología de poesía
bonita y que se entiende, una selección de poemas
de dieciséis autores con una gran proyección en el
panorama poético actual: José María Castellano
Martínez, Malena Ulcina Cabello, Amanda Plaza,
Míriam de los Ríos, Álvaro Macías Rondán, Aurora H.
Camero, Andrés Rubio Blanco, Cris Rivero, Paula
Sánchez Santiago, Obed Higueras, Javier Vayá
Albert, Jesús Durán, Pablo R. Carratalá, Berta
Algaba, María José Coronado e Ismael Rodríguez
Lara. Junto a estos, se incluyen otros textos poéticos
de Francisco Padilla Chacón y José Fernández del
Cacho. Alentados por el éxito de la primera
antología, mantenemos el sistema de acompañar
cada poema con un comentario de su autor y una
explicación del editor que justifica la elección.
Poesía bonita y que se entiende 2. Nueva antología
comentada de poesía actual continúa la línea de
Maresía de acercar la poesía a todos.
Si bien William Carlos Williams debe gran parte de su reconocimiento a la poesía, en la que introdujo conceptos novedosos como el «pie variable» y con la que trató de aprehender un habla típicamente americana en contraposición al inglés europeo, destacó también de manera importante por sus relatos en prosa. Williams, que ejerció durante toda su vida como médico de cabecera y pediatra —ejercía de día y escribía de noche hasta caer rendido—, dedicó un buen número de historias a su profesión y plasmó una sentida y conmovedora semblanza de los hombres y mujeres corrientes. Tanto por su ocupación como por su penetración psicológica y su interés en el ciudadano de a pie y el campesino, a menudo se ha comparado a Williams con Antón Chéjov. Gran impulsor del uso del habla coloquial en su narrativa, sus aportaciones al diálogo interior y el flujo de conciencia lo situaron en la vanguardia literaria de la primera mitad del siglo XX. Pero hoy son el sustrato íntimo de sus personajes y la insondable honestidad de su mirada los que, unidos a su estilo conciso y sugerente, nutrido de imágenes imborrables, lo han convertido en un clásico y en un autor poderosamente vivo para los cánones contemporáneos.
El hombre sin amor es la antología de los mejores relatos de Eduard Limónov, preparada solo unas semanas antes de su muerte. Estos ocho fragmentos de vida corresponden a un periodo muy concreto de la biografía de su autor y conforman algo parecido a una novela del desamor, o mejor, del desencuentro con el amor, mientras que el astro solitario que puebla sus páginas sería el héroe lírico que bascula día a día entre el éxito y la indigencia, entre el estupor y la venganza, entre la euforia de la carne y la sed de supervivencia.
Incluido en el apéndice del libro, Corpus L. es una acercamiento insólito a la figura del autor ruso. Tania Mikhelson parte de la supervisión minuciosa de los relatos presentes en el libro para entregarnos la más lúcida reflexión acerca de las pasiones que arrastraron a Limónov, más allá de su oficio literario; más allá, incluso, de su propio periplo biográfico; muy cerca del Hades primigenio donde moran los demonios que fuimos y —a eso nos exhorta el autor— que podríamos volver a ser.
Días felices en el infierno, la obra maestra del poeta, periodista, traductor y enfant terrible de las letras húngaras del siglo xx György Faludy (Budapest, 1910- 2006), es el relato trepidante de quince años de la biografía del autor, que comprenden desde su huida de Hungría (perseguido judicialmente por el gobierno filonazi), a finales de 1938, hasta su salida del campo de trabajos forzados de Recsk, donde había sido internado en 1949, entre los miles de detenidos a raíz del proceso a Lazsló Rajk, bautismo de sangre del estalinismo húngaro. Editado en inglés en 1962, el libro no fue publicado en húngaro hasta 1989, tras la caída del régimen comunista.