Verónica es una profesora argentina radicada en París que está profesionalmente estancada y acaba de tener un hijo. El amor incondicional que siente por él no alcanza para borrar la sensación de que ser madre ha quebrado su libertad. En medio de esta crisis, decide indagar en un tema sobre el que piensa escribir un libro: las vidas de unas mujeres que la interpelan. Ellas formaron parte de un suceso real poco conocido: la creación de una comunidad naturista a inicios del siglo XX en Suiza que promovió movimientos tan vigentes hoy como el feminismo, la libertad sexual, el poliamor o el antibelicismo. Ellas también buscaron una utopía, fueron hippies antes del 68, se dedicaron al arte, a la danza y a la literatura. Fueron las brujas de Monte Verità. Para avanzar con su investigación y alejarse de casa, Verónica emprende un viaje con dos amigas a las montañas de Ascona. Allí, una serie de descubrimientos la llevan a replantearse su propio camino.
Androgeo, el joven príncipe de Creta, es asesinado durante los Juegos de Atenas, lo que provoca una crisis diplomática sin precedentes que amenaza con destruir el equilibrio de poder en el mar Egeo. Para impedirlo, Atenas acepta un tributo anual impuesto por los reyes de Creta: siete doncellas y siete mancebos serán condenados a entrar en el laberinto del temible Minotauro. Mientras tanto, la princesa Ariadna, a la que han educado para gobernar con mano de hierro, sueña con una vida más allá de los confines de la isla. Cuando el heroico Teseo, heredero al trono de Atenas, acude a Creta para poner fin al tributo de sangre, el éxito de su expedición dependerá de la enamoradiza Ariadna. ¿Aceptará ayudarle a vencer al Minotauro? ¿Se mantendrá fiel a su estirpe real o traicionará a su familia para huir en compañía del joven ateniense ?
En las páginas de Donde todo ha sucedido. Al salir del cine, Javier Marías plasma sus opiniones más personales, sus filias y fobias, en torno al séptimo arte. Se recuperan aquí los artículos que el autor escribió sobre cine entre 1992 y 2004 para revistas como Nosferatu o Nickel Odeon, además de las columnas que publicó en El País o El Semanal.
Siempre arrojando luz y juzgando con hondura, huyendo de la crítica cinematográfica más dogmática e inflexible, y sin renunciar jamás a la ironía de un estilo que lo ha encumbrado entre nuestros escritores más afamados, Javier Marías ofrece nuevas visiones de clásicos del cine como Campanadas a medianoche, de Orson Welles, o El fantasma y la señora Muir, de Joseph L. Mankiewicz, una de sus películas favoritas.
Un libro indispensable para quienes no renuncian a observar algunos aspectos de la vida desde un patio de butacas.
La trama se desarrolla a partir de que un extraño individuo viola y asesina brutalmente a Nina, una joven casada con Steve y madre de Neil, un chiquillo que es testigo del crimen. Ello desata un torbellino de acción, en la que subyace, con la fuerza narrativa que caracteriza a la autora, el debate sobre la eficacia de la pena de muerte.
Todo pasó en los noventa: no solo se acabó el petróleo, sino que de los pozos agotados -y al mismo tiempo de las grandes concentraciones de basura en los océanos- creció la maraña, una forma de vida nueva, capaz de digerir el plástico y tóxica para los seres humanos. Esta gran pandemia casi destruyó la civilización, peor, a medida que avanzó el siglo XXI, la humanidad aprendió a sobrevivir en un mundo ya no globalizado. Un mundo de provincias por el que Federico Stahl, antiguo virtuoso adolescente del piano, se pasea en una gira musical que lo llevará por pueblos oníricos e inquietantes, personajes singulares (como un anciano imitador de Michael Jackson y una estrella enana del porno argentino), carreteras en ruinas dentro de la jungla de maraña y secretos de futuros más extraños aun, que acechan en la espesura, entre piratas postapocalípticos, juguetes perdidos y viejas variaciones para piano.