Copenhague, 1968. Lise, escritora de libros para niños y madre casada de tres hijos, está cada vez más obsesionada por rostros y voces incorpóreos. Está convencida de que su marido, que le es infiel, la dejará. Sobre todo, tiene miedo de no volver a escribir nunca más. Sin embargo, a medida que desciende a un mundo de píldoras y hospitales, comienza a preguntarse si la locura es realmente algo que se debe temer o si trae una especie de libertad.
Tras convertirse en un fenómeno literario mundial con Trilogía de Copenhague, recuperamos una de las novelas fundamentales de Tove Ditlevsen, Las caras, una continuación lógica de los grandes temas de su literatura (los roles de madre y esposa, la lucha por convertirse en escritora, la infidelidad, la enfermedad mental o las adicciones) y una historia desgarradora que nace de su propia experiencia vital.
Howard Roark es un arquitecto joven y osado. Es individualista, inconforme, y está dispuesto a enfrentarse al establishment de la vieja profesión, que rechaza las innovaciones y cuya única ambición es rendirse al gusto de las masas.
No le resultará fácil. Solo su entereza le permitirá salir adelante y encarar los deseos de los demás personajes: un arquitecto sin vocación, una amante que no cree en el triunfo de la rebeldía, un poderoso editor que sabe que su éxito depende del favor del público y un socialista que pretende dominar el mundo e imponerle una ética bondadosa. Deberá hacer frente a una sociedad que desprecia a los grandes creadores porque no encajan en sus esquemas estrechos.
Nadie sabe quién es Dama, solo que pinta. Se desconoce si es joven o anciano, si es hombre o una mujer. De Dama solo se ha oído que emplea su mano izquierda, que ejecuta sus trabajos como acuchillando el lienzo. Salvo aquellos que las compran, nadie ha visto lo que oculta bajo el papel de estraza con el que envuelve sus pinturas.
Con cada subasta, su obra se revaloriza y la incógnita sobre su identidad aumenta; pero cuando Lucas Cúe, el popular deportista, aparece brutalmente asesinado, el inspector Valtierra debe encontrar un nexo entre el crimen y el cuadro más reciente del misterioso pintor; descubrir quién acecha tras el seudónimo.
Una original selección de textos, algunos inéditos, acompañada de las maravillosas fotografías de Daniel Mordzinski
Apenas dos años después de la muerte del escritor chileno Luis Sepúlveda, este volumen nos sumerge en su vida más íntima, presidida por la familia y los amigos. También nos permite ver su perfil más viajero y comprometido, en particular con la política y el medio ambiente. Acompañadas por las maravillosas fotografías de Daniel Mordzinski, sus palabras nos lo vuelven vívidamente presente, al tiempo que nos llevan a lugares recónditos de la Tierra del Fuego y a otros parajes donde Sepúlveda no solo encontró historias inolvidables, sino donde también trabó amistades que el tiempo nunca apagó. A lo largo de su incansable periplo, desde el pequeño Hotel Chile en que nació o las cárceles de Pinochet, pasando por Brasil o Ecuador, hasta Hamburgo, los mares de todo el mundo y, finalmente, Gijón, ¿qué perseguía Luis Sepúlveda? ¿Un mundo mejor, un lugar donde sentirse en casa?
«Ésta es la historia de un hombre que sin saberlo fue su siglo y la de un lugar que se condensa aquí en un nombre propio; Germán Alcántara Carnero. Una historia de violencia incontenible y natural que exige ser contada como una biografía discontinua y que no debía empezar aquí»
Así comienza El cielo árido, la historia de Germán Alcántara Carnero: de los hombres y las mujeres que vivieron a su lado y de la meseta en la que Monge destila las esencias de una Latinoamérica salvaje. Un lugar árido, donde las únicas constantes parecieran ser la soledad, la violencia, la lealtad y la lucha cotidiana por hacerse con una escala de valores que dote de sentido a la existencia.
Tras dedicarse por entero a formar una familia, dejando atrás proyectos profesionales, Emma llega a la madurez de sus cuarenta y ocho años. Sus dos hijos ya se han marchado de casa y la relación con su marido ha perdido el encanto de los primeros años. Cuando su cuerpo de mujer atractiva y sensual muestra los primeros signos de cambio, Emma se angustia y teme perder los atributos de su feminidad. En medio de una vorágine de pensamientos negativos, un hecho fortuito la lleva a entrar en contacto con una realidad ajena a la suya. Allí encuentra una inesperada pasión que cuestiona su apacible rutina y la lleva a descubrir el gozo, la sexualidad y las posibilidades de realización de esta nueva etapa de su vida. El intenso calor de la luna cuenta la historia de Emma, un personaje flaubertiano que se rebela contra el papel que le impone la sociedad a la mujer madura.