El oscuro y exquisito placer de la posesión...
Sexy, adictiva y seductora, la tercera entrega de la serie Crossfire consolida su gran éxito internacional y se devora con avidez. Tras No te escondo nada y Reflejada en ti, la serie Crossfire nos regala la más intensa y sensual aventura entre Eva y Gideon.
Un hecho imposible deja perplejo al cuerpo de exploración El cuerpo de exploración está perplejo: tras la aparición de titanes dentro del muro, son incapaces de encontrar la brecha que, por lógica, han tenido que usar para acceder a las zonas protegidas por los humanos. Pero ¿y si están todos equivocados? ¿Y si en vez de centrar sus esfuerzos en encontrar esa hipotética brecha el problema es que hay traidores en su seno?
En el centenario de su creación, vuelve Hércules Poirot, el detective más famoso y brillante de la historia de la novela negra, que ha conquistado a más de 2 billones de lectores.
Irlanda, 1929. Lady Athelinda Playford, una reconocida escritora de novelas de detectives para niños, ha invitado a varias personas a pasar una semana con ella en Lillieoak, su casa de campo. Además de su hijo y su hija con sus respectivas parejas, su secretario personal y la enfermera de éste, también dos abogados, Gathercole y Rolfe, han sido citados, así como los detectives de Scotland Yard, Hércules Poirot y Edward Catchpool. Nadie conoce el motivo a semejante invitación. Sin embargo, el misterio es rápidamente desvelado: Athie anuncia que los herederos de toda su fortuna no serán sus hijos sino Joseph, su secretario, aquejado de una enfermedad terminal. ¿Qué razón ha impulsado a Athie a dejarle todo su dinero a alguien que no es de su familia? Pero todos los invitados deberán hacer frente a otra fatídica sorpresa: uno de ellos ha sido asesinado. ¿Quién y por qué ha cometido el crimen? El misterio está servido. ¿Será capaz el peculiar Hércules Poirot de desvelarlo?
Una mañana cualquiera en una ciudad indeterminada del norte del país, la Finis de casi todas las novelas de Juana Salabert. Hay turistas, viajeros, abuelos paseando a sus nietos, desempleados "al sol", trabajadores, ciudadanos de toda clase y edad. Y de pronto irrumpe lo innombrable, el terror que no se identifica de inmediato, pero del que ya hemos acumulado demasiadas experiencias directas e indirectas. Un grupo de islamistas radicales toma rehenes en el teatro de Finis. El teatro es una obra arquitectónica singular coronada por un fresco en el que predominan una gran sirena y un hipocampo. La violencia sin nombre está unida a las vidas de los personajes, su tiempo se acaba. Ante el horror surge la dignidad humana, la belleza, el último gesto, los relatos. Y en todas las vidas está presente la Historia reciente, los lazos con el pasado de migraciones, huidas, exilios, desengaños, traiciones, búsquedas airadas de sentido y también afectos profundos. Una historia que no hemos leído aún, nacida de la necesidad de dar voz al poso de temor y de abatimiento que ha sacudido nuestras certezas y que tiene su contrapartida en la vitalidad de la dignidad y de la entrega, en la belleza y la verdad de la literatura, en la narración como supervivencia.
Un niño, que vive con sus abuelos en la estación de ferrocarril del Paradero de Camarones, se mantiene atento a todo lo que ocurre en ese pequeño pueblo de la región central de Cuba. Movido por el asombro y la curiosidad, sigue con una mirada cinematográfica situaciones del presente y evocaciones del pasado.
Entre los personajes hay dos, el Ruso y Basilia, que fascinan al niño y trastocan la cotidianidad del lugar. Todo sucede durante los doce meses de 1978. Lo que dejan o se llevan los trenes y la creciente opresión, en un país que está a dos años de la crisis del Mariel, son el telón de fondo.
En Atlántida no hay línea divisoria entre el testimonio y la ficción. Aunque la mayoría de los personajes y los hechos que aparecen en la novela son reales, siempre quedan expuestos a la imaginación del niño. De no ser por eso, pudiera considerarse un libro de memorias.
Atlas de geografía humana: En un gran grupo editorial, cuatro mujeres -Ana, Rosa, Marisa y Fran-trabajan en la confección de un atlas de geografía en fascículos. Reunidas por azar en ese proyecto, y muy distintas entre sí, todas comparten, sin embargo, una edad decisiva, en ese punto de inflexión de la vida en que deben encararse de una vez consigo mismas, despejar dudas, deseos y contradicciones. Y mientras investigan y buscan materiales, van desvelando sus pasiones y sus sueños truncados, sus decepciones, sus derrotas y sus grandes conquistas.