La primera novela de Victoria Martín narra con desvergüenza e ironía la historia de cuatro amigas que tendrán que enfrentarse a una vida que no es la que esperaban.
Bárbara trabaja como asistente de guion en un programa de entretenimiento repleto de hombres que se creen tremendamente graciosos, es adicta a los ansiolíticos y está obsesionada con el dinero. Vive con su amiga de toda la vida, Maca, una aspirante a actriz que solo acumula rechazos en su currículum. Un día recibe una invitación de Elena, antigua compañera del colegio, para acudir a una de esas fiestas donde anuncian el sexo del bebé explotando un globo, cortando una tarta o lanzando un cohete. Decide ir porque necesita poner en orden su vida, y participar del capitalismo más descarnado engullendo un cupcake en forma de bebé le parece la mejor manera de empezar. Pero tras la fiesta, Elena, desesperada y en la recta final de su embarazo, abandona a su marido y se muda con Bárbara y Maca, una noticia terrible para ellas que trastocará por completo sus vidas. Al grupo se unirá Fabiola, una influencer con una marca de joyas «sostenible» que hacen niños en Bangladés y que comparte en Instagram frases como «Si quieres, puedes» o «Hakuna Matata». Es decir, un adulto funcional siguiendo los consejos de Pumba, el jabalí de El Rey León.
A mediados de los años noventa, Hua Hsu tenía dieciocho años, diseñaba fanzines, se pasaba el día en tiendas de discos y vestía de segunda mano. Ken estaba obsesionado con Dave Matthews, Pearl Jam y la ropa de Abercrombie & Fitch. Uno era hijo de inmigrantes taiwaneses. La familia de ascendencia japonesa del otro llevaba ya generaciones asentada en los Estados Unidos. Lo único que tenían en común era que, independientemente de cómo se relacionaran con ella, la cultura americana no parecía tener hueco para ninguno de los dos. Pero, en contra de sus prejuicios, crean una amistad construida a base de largas conversaciones entre cigarrillos, viajes en coche al 7-Eleven, momentos triviales atrapados en fotos analógicas y una búsqueda constante de la propia identidad. Y entonces, apenas tres años después de conocerse, Ken muere asesinado.
Sé tú mismo no es solo unas memorias de juventud, es un testimonio vital y estético de la angustia adolescente, la experiencia del inmigrante y la necesidad humana de pertenencia. Decidido a reflexionar sobre las escisiones y los parches que se crean en nuestro recuerdo, Hua Hsu escribe en búsqueda de todo aquello que tratamos de reconciliar mediante la literatura.
¿Hasta dónde serias capaz de llegar por lealtad? ¿Serías capaz de renunciar a tu felicidad, a tu destino, al amor, y vencer tus propios miedos?.
Maysie Sheldon tenía un secreto.
Uno de esos que desgarra el alma de quien lo guarda, y deposita una pesada carga en todo aquel con quien se comparte.
Maysie Sheldon había amado.
Había amado con el alma, con esa inocencia conmovedora que impulsa a las jóvenes ingenuas a escaparse del dulce cobijo de sus sábanas en mitad de la noche para refugiarse en unos brazos cálidos, para robarle un minuto al tiempo, para arrancarle unos segundos al destino...
Maysie Sheldon guardaba un gran secreto y su hermana Elisabeth compartía gustosa aquel peso.
Una historia romántica y un maravilloso viaje que nos trasladará a la región de Provenza.
Heidi, con el corazón roto por la muerte de su marido, viaja con su hijo de siete años y su sobrina adolescente a un pueblecito en el sur de Francia, donde, según dicen, una ruinosa casa de piedra cura los corazones rotos desde antes de la Segunda Guerra Mundial.
Una vez allí, acompañados de una vecina que parece conocer todos los secretos de la familia -la madre de Heidi había pasado un verano sola en la Provenza, cuando ella era una niña- y un enigmático francés, Heidi y los suyos viajarán a través del amor, la pérdida y la curación rodeados de viñedos, brisas cálidas y la deliciosa comida de la región.
Nora Pennington sabe que un buen libro puede ser el mejor remedio frente a cualquier problema, pero cuando una tarde descubre a una misteriosa joven escondida entre las estanterías de su librería no duda en acogerla y, junto a las demás integrantes del Club Secreto de la Lectura y la Merienda, ayudarla a pasar página. Cuando poco después aparece muerta otra clienta de la librería todo se complica aún más. A pesar de que se descubre una nota de suicidio, las intrépidas amigas del club de lectura deciden ayudar al sheriff novato a detener a un asesino que confirmará que los monstruos y los secretos no solo habitan entre las páginas de los libros.
Agatha está embarazada, trabaja a tiempo parcial como reponedora en una tienda de alimentación de los suburbios de Londres, contando los días para que su bebé nazca. Sus turnos de trabajo parecen interminables, lo que hace que cada día aumente más su frustración profesional. Agatha anhela una vida como la de Meghan, una elegante y moderna clienta que la deja totalmente deslumbrada. Meghan lo tiene todo: dos hijos perfectos, un esposo maravilloso, un matrimonio feliz, un grupo de amigas y además escribe artículos en un popular blog sobre temas de maternidad, artículos que Agatha lee con devoción cada noche mientras espera a su cada vez más ausente pareja, el padre del bebé que está esperando.
Cuando Agatha se entera de que Meghan está embarazada de nuevo y que sus fechas de parto coinciden, se arma de valor para hablar con ella, emocionada porque por fin tienen algo en común. Meghan está a punto de descubrir que ese pequeño y poco importante rato que ha compartido con una empleada de una tienda de alimentación está a punto de cambiar para siempre el curso de lo que hasta ese momento era una vida perfecta.