La obra de Ernesto Cardenal (Granada, 1925-Nicaragua, 2020), de una importancia capital y calidad incontestable, se sitúa en las encrucijadas históricas y estéticas de una parte muy relevante de la poesía contemporánea. Desde que en los años cincuenta empezaron a circular copias mimeografiadas de algunos de sus epigramas, su capacidad para conectar con los lectores ha sido extraordinaria: así, Salmos, Oración por Marilyn Monroe y otros poemas, los «poemas indios», Oráculo sobre Managua, Cántico cósmico o Telescopio en la noche oscura han ampliado las posibilidades de la palabra poética en el ámbito hispánico.
Su obra tuvo una especial voluntad de comunicación, de sencillez y claridad; a partir de su objetivismo, de incorporar elementos de la vida real, cosas concretas, tanto datos históricos como detalles precisos de cifras, hechos y anécdotas, alcanzó las más altas cotas líricas, en la relación con los otros, consigo mismo y su fe, así como con el universo totalizador en un encuentro místico: «En mi poesía cabe absolutamente todo», afirmaba. Asimismo abrió nuevas vías poéticas, que darían figuras de la talla de Nicanor Parra, Mario Benedetti y el primer Gelman.
Maresía presenta la segunda antología de poesía
bonita y que se entiende, una selección de poemas
de dieciséis autores con una gran proyección en el
panorama poético actual: José María Castellano
Martínez, Malena Ulcina Cabello, Amanda Plaza,
Míriam de los Ríos, Álvaro Macías Rondán, Aurora H.
Camero, Andrés Rubio Blanco, Cris Rivero, Paula
Sánchez Santiago, Obed Higueras, Javier Vayá
Albert, Jesús Durán, Pablo R. Carratalá, Berta
Algaba, María José Coronado e Ismael Rodríguez
Lara. Junto a estos, se incluyen otros textos poéticos
de Francisco Padilla Chacón y José Fernández del
Cacho. Alentados por el éxito de la primera
antología, mantenemos el sistema de acompañar
cada poema con un comentario de su autor y una
explicación del editor que justifica la elección.
Poesía bonita y que se entiende 2. Nueva antología
comentada de poesía actual continúa la línea de
Maresía de acercar la poesía a todos.
Junto con Garcilaso de la Vega y Juan Boscán, podría decirse que Diego Hurtado de Mendoza compuso el trío de autores que inauguró la nómina de los grandes poetas de los Siglos de Oro. Esta nueva edición actualizada ofrece su poesía completa, si bien cuidando de limitar la selección a aquellas obras que, sin duda alguna, pertenecen al poeta granadino, a quien en el pasado se ha atribuido un buen número de composiciones de autoría incierta o muy difícil de probar. Además, se ha optado por acompañar los textos de un aparato crítico completo, así como por conferirles una nueva ordenación por géneros (sonetos, octavas, etc.) con la intención de facilitar el acceso a la obra de Mendoza a sus nuevos lectores.
Quien escribe un poema lo escribe, antes que nada, porque el poema es un colosal acelerador de la conciencia, del pensamiento, de la percepción del mundo». Del discurso de Joseph Brodsky al recibir el Premio Nobel de LiteraturaA caballo entre dos lenguas durante décadas, el bilingüismo de Brodsky no solo revitaliza con singular desenvoltura un lenguaje heredado, sino que también proyecta una radical y profunda exploración de sus metros e imágenes, elevada a una forma particular de metafísica. Sin embargo, Brodsky es también un poeta eminentemente físico, cuyo tema fundamental es la encrucijada entre el espacio, el tiempo y los sentidos. Ningún otro escritor contemporáneo habla tanto de la intemperie. Sus musas no son Calíope ni Tersícore, ni sus artísticas hermanas asociadas con emociones y sentidos, sino Urania, musa de la astronomía, «más vieja que Clío», matrona del conocimiento estelar, del espacio puro, de esas extensiones heladas en medio de las cuales el hombre parece el derrubio lodoso que arrastra un glaciar.
En 2018, la escritora y poeta estadounidense Maggie Smith, casada y madre de dos hijos, descubre que su marido tiene una relación con otra mujer. En cuestión de días, la realidad que había construido durante más de veinte años se derrumba y da paso a un dolor que convertirá, a través de la escritura, en un renovado compromiso consigo misma.
A base de pequeñas viñetas, pieza a pieza, Smith traza una reflexión llena de empatía y humor sobre la desintegración de un matrimonio que es también un ajuste de cuentas con la feminidad contemporánea, los roles tradicionales de género y las dinámicas de poder que persisten incluso en las parejas más modernas. Página a página, estos fragmentos terminan erigiéndose en un interrogatorio a la familia, el trabajo y el amor.