Un escritor que descubre a su padre esbozando su novela en el mismo café en el que él se refugia para crear su propia obra. Un marinero que planea asesinar al que será uno de los grandes nombres de la literatura de todos los tiempos porque lo ha utilizado como personaje de uno de sus cuentos sin su permiso. Un polaco con diez hijos a los que ha bautizado con los nombres de diez reyes de Inglaterra. Personajes dispares con una nota común: todos esconden oscuros secretos que se han esforzado en mantener ocultos, pero que, como ocurre con los grandes misterios, saldrán a la luz gracias a pequeñas coincidencias, cambiando tanto el futuro como el pasado de sus protagonistas.
La cultura checa de los años sesenta del pasado siglo gozó de una sorprendente vitalidad: la literatura, el teatro y el cine mostraban una originalidad y diversidad excepcionales, en vivo contraste con la acelerada descomposición de las estructuras políticas y los embates de una ferrea censura. Esta obra contiene dos textos del gran intelectual checo: su discurso ante el Congreso de Escritores de 1967, en el que abogó valientemente por la autonomía de la cultura y la libertad de los creadores, y Un Occidente secuestrado (1983), un extenso artículo que en su momento suscitó un vivo debate político en las principales publicaciones culturales europeas.
26 de agosto, 7.14 de la mañana: Jane Pearson amanece ante un mundo radicalmente distinto, uno en el que todos los hombres han desaparecido, incluidos su hijo y su marido. Mientras los busca sin perder la esperanza de traerlos de vuelta, ante ella surge una sociedad nueva, mejor, más feliz y segura que la anterior. Jane se enfrentará así a un gran dilema: tendrá que decidir si quiere ayudar a los hombres a regresar o si prefiere seguir viviendo en un nuevo mundo sin ellos.
Desde la publicación de Los pilares de la Tierra en 1989, millones de lectores de Ken Follett en todo el mundo esperaron ansiosamente este libro. Un mundo sin fin está ambientado en la misma ciudad de Kingsbridge, dos siglos después de la construcción de su majestuoso templo gótico. La catedral y el priorato vuelven a formar la base de esta magnífica historia de amor y de odio, de ambición y de venganza, con el fondo amenazador de la peste negra que aniquiló a la mitad de la población europea.
Intriga, asesinatos, hambruna, plagas y guerras. Un retrato admirable del mundo medieval y una novela extraordinaria que aporta una nueva dimensión a la ficción histórica.
«No hay rincón sin sorpresa, ni página tediosa.» Qué leer
Un mundo feliz" (1932) presenta una visión satírica de un futuro utópico en el que, a partir del desarrollo de la ingeniería genética y de las nuevas técnicas de lavado de cerebro, se ha conseguido crear una sociedad perfecta cuyos habitantes viven sometidos a un estado de felicidad y armonía perpetuo. Publicado en el periodo de entreguerras, cuando el crecimiento del nazismo era ya inexorable para quien supiera verlo, Un mundo feliz ha cautivado y aterrorizado por igual a millones de lectores. Casi cien años después nadie duda de que sus peores pronósticos se han hecho realidad: triunfan los dioses del consumo y el bienestar, y el mundo se distribuye en zonas en apariencia seguras y estables… y todo lo contrario. Las ilustraciones de Cristina Daura, aparentemente infantiles, de colores planos pero en el fondo complejas, cargadas de un drama no menos insidioso al que se representa en este libro, lo convierten en una obra nueva, anclada en el siglo xxi.
La novela describe un mundo en el que finalmente se han cumplido los peores vaticinios del capitalismo: triunfan los dioses del consumo y la comodidad, y el orbe se divide en diez zonas en apariencia seguras y estables. Sin embargo, se han sacrificado valores humanos esenciales, y los habitantes se crean in vitro con una tecnica concebida a imagen y semejanza de una cadena de montaje.